José María Aznar ha calificado como "una gigantesca burla a la democracia y a sus ciudadanos" la decisión de Pedro Sánchez de seguir al frente del Gobierno tras sus cinco días de reflexión. La expectación en el interior del Espacio Bertelsmann de Madrid, donde ha tenido lugar la comparecencia, era máxima. Aznar clausuraba con su discurso el ciclo Estado de derecho y democracia que la Fundación FAES venía realizando.
El expresidente popular ha recordado que "el actual Gobierno no puede gobernar ni tan siquiera someter unos Presupuestos al Congreso" y que, por eso, Sánchez "ha improvisado el melodrama epistolar de estos días". Todo –ha dicho– "al más puro estilo del populismo peronista".
Esta actitud de Sánchez ha sido descrita por Aznar como "patetismo sentimental". También, como una "apelación directa a la ciudadanía al margen de cualquier conducta institucional", a la que ha atribuido una "transparente intención polarizadora". Además, el exmandatario ha observado en el discurso de Sánchez la "construcción de un enemigo odioso" y, finalmente, una "amenaza hacia todo contrapoder".
"Todo lo demás" –ha continuado Aznar en referencia a la acción de Sánchez– "es pura subordinación a fuerzas disolventes". Así lo hemos visto, "en las últimas convocatorias electorales". En consecuencia, Aznar ha afirmado que "el PSOE ha decidido sumergirse en un conglomerado de minorías cuyo afán explícito es la voladura de la nación y la fragmentación del Estado".
Tenemos un Gobierno, ha dicho, "que anuncia como programa el aislamiento de la mitad del país": "Eso es el muro de Sánchez". Ese muro, ha afirmado, "es la parte constructiva del programa de gobierno". Sánchez, en palabras de Aznar, ha alimentado la dinámica de bloques. "Ha querido dividir", porque sólo "dividiendo y enfrentando puede ganar". Ha estado "dispuesto a dinamitar el PSOE", un mal que "ya está hecho". Ante este panorama, el expresidente ha expuesto "la pregunta que ahora todos debemos hacernos: ¿Va a acelerarse ese rumbo de naufragio?". Lo que demuestra este último hecho es que la respuesta es "sí", ha sentenciado Aznar.
Vivimos inmersos, ha explicado, en un "ambiente de volatilidad", y en esos ambientes, ha afirmado, "prospera la fascinación por los liderazgos populistas, poniéndose en cuestión las premisas del Estado de derecho".
"No tendrá éxito"
Pese a todo –ha continuado diciendo–, "no debemos desesperar respecto del porvenir de la democracia liberal, puesto que es un sistema político basado en la vitalidad del cuerpo social, no en el talento extraordinario de sus dirigentes".
En España se debe, en opinión del expresidente popular, "restaurar la auténtica convivencia nacional en lugar de fomentar la división territorial": "Integrar a los ciudadanos en lugar de reeditar una nueva versión de la lucha de clases que prometen las políticas de identidad; y reforzar las estructuras del Estado de derecho".
Aznar ha concluido que "esta operación", la del programa de Gobierno deslizada este lunes por Sánchez, al final "no tendrá éxito". En ese sentido, ha explicado que, como sociedad, tenemos el deber de "aportar el esfuerzo cívico y responsable con que remover toda piedra o peñasco que pese sobre nuestra libertad, una libertad que los españoles tenemos ganada a pulso".
Estas palabras las ha comunicado el expresidente en el acto de clausura del ciclo Estado de derecho y democracia, en el Espacio Bertelsmann. El discurso de Aznar ha puesto el broche a un seminario organizado por FAES en el que se han venido analizando los ingredientes imprescindibles para construir y fortalecer un Estado de Derecho.
El primero en hablar e introducir el evento fue el director de FAES y eurodiputado, Javier Zarzalejos. Tras sus palabras, tuvo lugar una mesa redonda en la que el historiador y analista de relaciones internacionales, Florentino Portero, el profesor de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Rivero, y el analista político y escritor, Vicente de la Quintana, dieron cuenta de las conclusiones de este ciclo.