El espía venezolano del 'caso Koldo' visitó a un contratista de Defensa al que investiga la Justicia

La compañía en cuestión es SDLE (Star Defense Logistics & Engineering), una firma con la que contrata de forma habitual el Ministerio de Defensa. Esta compañía, tal como ha desvelado EL ESPAÑOL, se encuentra cercada por varios escándalos. 

El más reciente es la visita de este agente de inteligencia al servicio del régimen chavista e intermediario en la Operación Delorme, investigada por la UCO de la Guardia Civil. La visita se produjo, según ha podido comprobar EL ESPAÑOL, en agosto del año 2020. Así queda acreditado en una serie de imágenes obtenidas por este periódico. 

La Policía Nacional investiga ahora a SDLE, en una causa instruida en la Audiencia Nacional, por vender material de forma ilegal a las Fuerzas Especiales de Disuasión (Rada-SDF), una organización paramilitar libia de corte salafista.

Varios de los directivos de la compañía, entre ellos su administrador, fueron detenidos por una venta que habría violado el embargo internacional impuesto a Libia, incurriendo en un presunto delito de contrabando de género prohibido.

[Detenido un contratista habitual de Defensa por vender drones militares a una milicia de Libia]

Al mismo tiempo que se desarrollaba esa trama, el agente secreto del Gobierno de Venezuela Jorge Luis Brizuela Guevara realizó por su cuenta, como ya ha revelado EL ESPAÑOL, al menos siete viajes a España en un avión privado. Todo ello mientras la supuesta red corrupta del caso Koldo trataba de repatriar decenas de miles de euros en efectivo desde el Caribe. Los pagos se realizaron durante meses desde República Dominicana, México y Miami, todos ellos lugares conocidos y frecuentados por este agente del servicio secreto chavista.

Brizuela Guevara se movía en aquellos años con total libertad. En uno de sus viajes a España, logró visitar la fábrica de equipos tácticos y vigilancia terrestre de SDLE. Se hizo selfies con varios de los responsables de la firma, accedió a los hangares donde fabrican su maquinaria y fotografió los drones que la compañía comercializa. 

Tuvo, en resumen, las puertas abiertas de esta empresa, uno de los proveedores oficiales de material de defensa para la OTAN y la ONU, así como proveedor habitual de las Fuerzas Armadas españolas durante la última década.

Imagen tomada por el espía venezolano en los talleres de SDLE. EL ESPAÑOL

Las imágenes suscitan estupefacción en otras empresas del sector, desde donde se preguntan qué hacía un agente de la inteligencia venezolana reuniéndose con los responsables de una de las compañías que más adjudicaciones reciben del sector de la industria militar en España.

Escándalos en torno a SDLE

La firma del sector armamentístico SDLE se ha visto en los últimos años rodeada por numerosas polémicas y por episodios presuntamente delictivos. Durante los últimos años ha recibido del Ministerio de Defensa más de 400 contratos, incluso después de que la CNMC le multase por formar un cártel con otras compañías para repartirse adjudicaciones.

Como relató EL ESPAÑOL, la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) impuso en 2023 a SDLE una multa de 6,5 millones de euros por formar un cártel con otra compañía para repartirse contratos millonarios de repuestos para el Ejército de Tierra.

Después de esa sanción, tanto esta firma como otra del sector emplearon sendas sociedades pantalla para seguir optando y ganando licitaciones de las Fuerzas Armadas.

Las irregularidades en los contratos públicos no son las únicas anomalías en SDLE. En la operación policial contra la venta de drones a la milicia de Libia, cayó también Mohamed Rachad Andaloussi Ouriaghli, un empresario marroquí de 34 años con lazos con el Gobierno de Marruecos.

Considerado como un empresario próximo al régimen de Mohamed VI, Rachad Andaloussi fue uno de los impulsores de la denuncia contra España en el llamado caso Ghali, que inició la crisis diplomática entre España y Marruecos.

Este individuo, ahora implicado en la investigación de la Audiencia Nacional, se ha fugado de España. La Justicia ya ha emitido una orden internacional de detención contra él. Según él mismo ha confirmado a este periódico, estaba contratado por la citada firma del sector armamentístico.

Fue precisamente cuando estaba activa la trama de venta de drones a la milicia de Libia, cuando El Venezolano entró en contacto con los responsables de SDLE y visitó la sede de la compañía en el verano de 2020, en uno de sus viajes a España.