El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha enviado una carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la que critican una de las actividades celebradas en las fiestas de la localidad barcelonesa de Granollers: el lanzamiento de cócteles molotov a un maniquí disfrazado de policía.
En el folleto que la promocionaba, aparecía reseñada como "Técnicas de guerrilla urbana". El Ayuntamiento de la localidad, gobernada por la rama catalana del PSOE, el PSC, emitió un comunicado en el que aseguraba que desconocía la convocatoria de esta actividad.
De hecho, la regidora de Granollers, Alba Barnusell, reunió a todo su equipo durante varias horas para abordar esta polémica.
Ahora, el SUP alerta a Marlaska de su "profunda inquietud" sobre "la utilización de menores para difundir discursos de odio y promover divisiones en nuestra sociedad". E instan al ministro a implementar "medidas estrictas y efectivas, penales o administrativas", para evitarla, así como para frenar la propagación de los discursos de odio.
"Es fundamental establecer mecanismos que corten de raíz estos comportamientos", plantea el Sindicato Unificado de Policía, que insta a Marlaska a "no callar" ante situaciones como éstas "y que, desafortunadamente, ha ido incrementándose en los últimos tiempos".
Como se aprecia en los vídeos difundidos en las redes sociales, en la actividad, organizada por una de las peñas del municipio, participaron adolescentes, que lanzaron botellas de madera que simulaban los cócteles molotov, que son bombas incendiarias de fabricación casera utilizadas de forma habitual por grupos radicales en sus enfrentamientos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).
En la misiva, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el sindicato tacha de "preocupante observar cómo ciertos grupos, en su búsqueda por lograr sus metas políticas o ideológicas, utilizan la manipulación de jóvenes y niños".
"Terroristas del mañana"
"Permítanos hacerle una reflexión", solicita el SUP al ministro. "Los niños que hoy se divierten tirando piedras a un muñeco vestido de policía son los terroristas del mañana", alerta la organización.
Como ya han hecho otras asociaciones sindicales, la carta subraya que estos jóvenes, de forma habitual, "se ven expuestos a ideologías extremistas y enseñanzas que pretenden inculcarles sentimientos de odio hacia otros colectivos, especialmente las FCSE".
"Su participación en actividades de odio no solo tiene el potencial de causar un daño profundo e irreversible en su desarrollo psicológico y emocional, sino que también perpetúa un ciclo de violencia y división que afecta a toda la sociedad", expone el sindicato.
"Es nuestro deber, en especial, como representantes institucionales, proteger a los menores y garantizar su derecho a crecer en un ambiente seguro y libre de cualquier forma de manipulación o adoctrinamiento", indica la misiva.
A renglón seguido, recuerda que la historia reciente de España incluye episodios de "odio generado" contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Especialmente, en el País Vasco durante la vigencia de ETA y en la Cataluña del agua del procés independentista.
"Este odio tiene su origen en un adoctrinamiento que menoscaba el principio de autoridad dentro de una sociedad libre", concluye el SUP. "Es crucial fortalecer el marco legal existente para garantizar que aquellos que explotan a los menores con estos propósitos sean llevados ante la Justicia y reciban sanciones adecuadas", plantea la organización sindical, que tiende la mano al ministro para, "con un esfuerzo conjunto", crear un entorno "libre de odio y división".