Alberto Núñez Feijóo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, este jueves en Bruselas.

Alberto Núñez Feijóo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, este jueves en Bruselas. David Mudarra PP

España INMIGRACIÓN

Feijóo asume el giro de los populares europeos de ir a una política más restrictiva con la inmigración irregular

I. Monzón
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Con la puesta en marcha del acuerdo entre Italia y Albania para trasladar refugiados fuera del territorio de la UE, este jueves arranca en Bruselas una cumbre del Consejo Europeo marcada por la inmigración. La mayoría de los países abogan por una política más restrictiva, con los conservadores europeos marcando la pauta. 

En este sentido, el Grupo Popular Europeo (PPE) considera que es necesario “explorar opciones de entendimiento con terceros países” y asume que la “UE debe estar lista para aplicar otras políticas" en materia de visados y "sacar conclusiones, ahora que entramos en la fase de implementación del acuerdo entre Italia y Albania”. 

Así lo expresa el PPE en un comunicado previo al Consejo Europeo que se celebra entre este jueves y viernes. El Partido Popular español, integrante de esta familia política, es la formación conservadora que mejores resultados obtuvo en las últimas elecciones europeas y uno de los que más eurodiputados aportan al grupo tras Alemania. 

La formación de Alberto Núñez Feijóo se suma así a los postulados de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que había expresado en una carta que el acuerdo entre Italia y Albania responde a un “pensamiento innovador” e insta al resto de países a “seguir explorando vías de avance en lo que respecta a la idea de desarrollar centros de retorno fuera de la UE”.

Los populares europeos piden también endurecer las políticas para devolver a sus países de origen a los migrantes que llegan a Europa, aunque eso depende en última instancia de esos países de procedencia. 

Además, solicitan otras medidas como aumentar los controles en las fronteras exteriores de la UE o triplicar el personal de Frontex, la agencia europea que se encarga de esa vigilancia por mar y en las fronteras terrestres. 

El PPE pide fortificar el área Schengen, con controles de fronteras como ya ha hecho el Gobierno socialdemócrata alemán, y habla de “infraestructuras temporales”. Lo que se podría traducir en muros y verjas en las fronteras.

“No podemos permitir que Rusia y Bielorrusia utilicen nuestros valores, incluyendo el derecho de asilo, para socavar nuestras democracias”, justifican.

Aplicación del pacto migratorio

Los conservadores europeos reclaman que se implemente el nuevo pacto migratorio, adoptado por el Consejo Europeo en mayo de este año y que debe entrar en vigor en junio de 2026, con políticas más restrictivas. 

Además, piden un nuevo pacto mediterráneo para “luchar contra la inmigración irregular y el tráfico de personas”, así como “fortalecer la política de retorno” con acuerdos con “terceros países seguros”. 

“La inmigración irregular es uno de los principales retos a los que se enfrenta hoy Europa. Más de 350.000 personas pidieron protección al entrar irregularmente a la UE en los 11 primeros meses de este año”, enuncia el PPE.

Para ello, presumen de los acuerdos con Túnez para contener a los migrantes en aquel país y también otro más reciente firmado con Líbano.

La UE inauguró esta política con un pacto migratorio con Turquía en 2016, por el que consiguió frenar las llegadas por esa ruta, pero que fue duramente criticado por las violaciones sistemáticas de los derechos humanos en aquel país.