Iñigo Errejón en  el Congreso de los Diputados el pasado septiembre.

Iñigo Errejón en el Congreso de los Diputados el pasado septiembre. Europa Press

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Al menos cinco mujeres denuncian violencia sexual y maltrato psicológico por parte de Íñigo Errejón

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Tras una primera denuncia anónima, al menos otras cuatro mujeres han denunciado este jueves que sufrieron violencia sexual a manos del hasta ahora portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón. Así lo reconoce la periodista y escritora Cristina Fallarás en conversación con este periódico. La primera acusación ha destapado un escándalo que ha llevado a Errejón a presentar su dimisión este jueves

La periodista contaba con cerca de una decena de testimonios similares contra el diputado, que apuntaban a comportamientos sexuales en los que se denota una posición de abuso de poder y maltrato psicológico. Errejón era consciente de ello y anunció por carta este jueves su "dimisión irrevocable" ante la Ejecutiva de Sumar.

Según aseveran fuentes presentes en dicha reunión, el partido llevaba días investigándole por las denuncias sobre "su comportamiento sexual" y las acusaciones de "maltrato psicológico". EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con fuentes de todas las formaciones políticas por las que ha pasado Errejón —Podemos primero, Más Madrid después, ahora Sumar— y todas dicen haber recibido señalamientos anónimos en este sentido, pero nunca con pruebas concluyentes. 

Después de la publicación que lo ha desencadenado todo, el lunes por la tarde, ha habido otras cuatro mujeres que se han dirigido a Fallarás en el mismo sentido. En redes sociales también ha habido más denuncias anónimas hablando de las prácticas sexuales del ya exportavoz de Sumar.

Una de las más sonadas que se ha recuperado recientemente se remonta a junio de 2023, cuando otra usuaria anónima denunció haber sufrido un episodio de acoso por parte del político, en esta ocasión sí citándole directamente. El hilo fue eliminado.

La dimisión de Íñigo Errejón se produce horas después de que Fallarás, que ha convertido sus redes sociales en una especie de buzón para dar voz a comportamientos machistas, publicara en su cuenta de Instagram la denuncia anónima de una mujer que decía haber sufrido violencia sexual por parte de un "político que vive en Madrid".

El contenido del mensaje no da nombres y apellidos, pero poco después de su publicación, decenas de mensajes en las redes apuntaron el nombre de Íñigo Errejón, también en el entorno privado de Sumar. La retirada de la política del portavoz parlamentario se ha concretado 48 horas después de esa publicación. 

En ella, Fallarás publica la denuncia que le llega de una mujer que acusa al político en cuestión de ser "un maltratador psicológico". "Su forma de tener sexo te marca y no lo olvidas jamás. Es una forma de ejercer poder, no es sexo. Como si se estuviera masturbando con tu cuerpo", señala. 

La denunciante anónima alerta de la dinámica que emplea. "Ser extremadamente simpático inicialmente para engancharte y cuando ve que ha conseguido algo comienzan los desplantes y el gaslighting [técnica de manipulación psicológica]". 

"Si haces algo que no le gusta te castiga con silencio e indiferencia, para que vayas aprendiendo a respetar a Dios, que es lo que se cree que es", continúa. 

El texto no ofrece ningún nombre, aunque poco después de que se conociera la dimisión de Errejón, Público, el periódico para el que trabaja Fallarás, advertía de que había tomado esa decisión "tras acusaciones de violencia machista". 

La periodista asegura a EL ESPAÑOL que las otras denuncias que le han llegado confirman las prácticas que había recogido en su primera publicación. "Las denuncias que a mí me llegan no son anónimas, sino que soy yo quien las mantiene en el anonimato para protegerlas", sostiene. 

Añade que normalmente las mujeres acuden a ella como una "alternativa a la Policía y los Juzagados", por lo que intuye que estas acusaciones no terminarán en denuncia formal. "Lo que habría que preguntarse es por qué en esta sociedad tienen que recurrir a alguien como yo para no ser estigmatizadas", se cuestiona.

Denuncia previa

Hace algo más de un año hubo una denuncia previa en redes sociales contra el político, esta vez sí señalándolo con nombres y apellidos. La mujer, sin embargo, no quiso ofrecer su identidad. Simplemente se identificaba con el perfil @ChaChaCharlieB en la red social X.

Desde esa cuenta contaba que Íñigo Errejón la había acosado en el bar Because de Castellón de la Plana tras haber acudido a un festival punk y feminista llamado Tremendas femfest.

La supuesta joven explicaba que estaba bailando con un grupo de amigas, cuando notó la "mano en la cintura" del político. "Cuando pasó el primer momento y ni él ni la mano se movían, pensé que debía de estar confundiéndome y simplemente estaba habiendo contacto porque él tenía la mano ahí sin darse cuenta y estábamos muy cerca", añadía. 

Tras un momento de incredulidad por parte de la chica -según el mensaje en redes sociales-, volvió a notar la mano, "pero esta vez en el otro lado y en el culo directamente"

"Me quedé parada sin saber como reaccionar, como en shock. No podía estar pasando. No sabría decir cuanto tiempo pasó exactamente, pero al igual que las otras veces, puedo asegurar que no fueron dos segundos tampoco. En algún punto paró y mis amigas M y D me vieron la cara y empezaron a preguntarme que si estaba bien", escribía.

Mensaje ambiguo

En su mensaje de dimisión, el líder izquierdista deja frases bastante ambiguas. Habla de su expriencia en política y señala que ésta "también genera un tipo de vida, una cotidianidad, una subjetividad, un tipo de vínculos con el ámbito público, con la fama y con los demás que pasan factura".

"En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros", escribe Errejón en su mensaje de despedida.

Y advierte de que "esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo".

Errejón reconoce que lleva tiempo inmerso en un "proceso personal y de acompañamiento psicológico" y confiesa sus contradicciones entre su modo de vida y su forma de pensar. El portavoz de Sumar se convirtió en símbolo político de la salud mental tras haber hecho bandera de este tema en el Congreso.