Aldama, 'el invisible': cumple un mes en la cárcel protegiendo su anonimato, entre visitas de su abogado y llamadas a su mujer
- Tras un mes en Soto del Real, el comisionista habla casi todos los días por teléfono con su mujer, recibe a distintos abogados y pasa totalmente desapercibido.
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Un mes después de ingresar en la cárcel de Soto del Real, Víctor de Aldama continúa guardándose para sí los innumerables secretos que obtuvo en intenso contacto con las más altas instancias del Estado, ejerciendo de "nexo corruptor" en varios ministerios y en estrecha relación con el ministro José Luis Ábalos. Pero ahora prefiere, como dicen los funcionarios de su módulo, "pasar totalmente desapercibido".
Según fuentes penitenciarias describen a EL ESPAÑOL, se está comportando como un interno "modélico y educado". Físicamente está igual. De momento no participa en ninguna actividad. De vez en cuando, se relaciona con algún otro interno para dar un paseo por el patio o hablar en el comedor.
Aldama habla casi todos los días por teléfono con su mujer. Recibe la visita de distintos abogados y pasa totalmente desapercibido en el módulo cuatro de ese centro penitenciario. Aldama no es "malencarado ni pelota. Ni está todo el día en la ventanilla pidiendo cosas". Como insisten los funcionarios, pasa totalmente desapercibido.
A su lado, su compañero inseparable, su socio Claudio Rivas. Pasa todo el tiempo junto a él, incluso en la celda, en la que les ubicó la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior.
Así lo reveló este periódico cuando ambos, el comisionista y cerebro del caso Koldo, y su socio en el fraude millonario de los hidrocarburos, fueron destinados no solo al mismo módulo, sino al mismo habitáculo. En concreto, a la celda 14 de la primera planta de ese módulo de Soto del Real, según confirmaron todas las fuentes consultadas por este periódico.
Ambos entraron juntos, y fueron ubicados en la misma celda desde su llegada hace ya un mes, en primera instancia en el módulo de ingresos.
Esta situación, tal y como reflejan desde dentro de la prisión, resulta del todo "anómala". Las fuentes consultadas incluso señalan que la sola decisión de colocarles en el mismo módulo ha resultado "dudosa" e "irregular", ya que podrían verse en distintas situaciones: desde el patio al comedor. Esos encuentros podrían servirles para ponerse de acuerdo en qué versión ofrecer ante el juez.
Según otras fuentes consultadas por este diario, la prisión de Soto del Real se encuentra saturada y casi al límite de su capacidad. Ello no explicaría, sin embargo, la decisión de situarles en la misma celda, habiendo siete cárceles en la Comunidad de Madrid.
Amigos y socios
Ambos socios seguirán por tanto yendo de la mano, al igual que en los últimos años a tenor de las últimas revelaciones. La UCO desveló el fraude millonario de los hidrocarburos debido a sus indagaciones sobre Aldama en el caso Koldo y sus negocios con el Ministerio de Transportes.
De esta forma, los investigadores de la Guardia Civil descubrieron que donde verdaderamente estaría obteniendo los mayores beneficios el comisionista era en este negocio, y no en el de las mascarillas que logró colocar en distintos ministerios durante la pandemia de la Covid-19.
Al analizar los dispositivos de Aldama, los investigadores llegaron a Claudio Rivas y a otras 13 personas que han sido detenidas por fraude de IVA en el negocio de los hidrocarburos. Un fraude, según señalaba el juez Santiago Pedraz en el auto con el que dictó prisión para Aldama, que ascendía a 182 millones de euros.
Claudio Rivas es hermano de María Luisa Rivas, consejera delegada de la empresa Villafuel SL. Pedraz señala en su auto que la investigación ponía de manifiesto que esa empresa era realmente "una sociedad creada para lograr sustentar el título de operador, título que facultaba a la organización criminal para operar en el mercado a través de la estructura instrumental de suministradoras y poder, de esa manera, perfeccionar el fraude".
Lo que ya se denomina la trama del fuel es una "organización criminal" que "diseñó, implementó y operó una estructura empresarial paralela que utilizó para perfeccionar el blanqueo de los capitales generados".
Para la investigación realizada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, "a sus cuentas bancarias se transfirieron fondos de procedencia delictiva, principalmente, desde las cuentas de las suministradoras. Dado que el dinero viene de las suministradoras, mercantiles que se emplean para bajar el precio del hidrocarburo con el IVA que no van a abonar, todo el dinero que transfiere procede de la cuota presuntamente defraudada".
Ambas investigaciones, la del caso Koldo y la de la trama de los hidrocarburos, confluyen en la relación entre Aldama y Rivas. Los investigadores incluso señalan las ventajas que pudo obtener Rivas de distintos miembros de la organización criminal de Koldo García. Una de esas ventajas procedió de Rubén Villalba Carnerero, el comandante de la Guardia Civil investigado en el caso Koldo.
Este mando, clave en la red de Aldama, tramitó una licencia de armas de caza en favor de Claudio Rivas, aficionado a los safaris. Al menos en una ocasión, viajó a África para abatir leones, leonas y ñus, con cuyos cadáveres se inmortalizó antes de enviar las imágenes a su socio y amigo Aldama.
Ambos continúan juntos ahora en prisión, pero hace años que echaban mano uno del otro. Gracias al comandante en la Guardia Civil, el 14 de junio de 2022 Aldama logró buscar en bases de datos policiales y comprobó que existían investigaciones abiertas de la UCO contra su socio.
Al saberlo, Aldama se presentó en las dependencias policiales en las que se encuentra esta unidad de élite. Los investigadores describieron la escena en uno de sus informes, debido a esta "inusual" reacción.