Sala de Información de la CHJ que controla los caudales de la cuenca del Júcar.

Sala de Información de la CHJ que controla los caudales de la cuenca del Júcar.

España LA DANA DEL SIGLO

La Confederación del Júcar omitió 15 veces la alerta por escrito que exige su protocolo durante la hora y media clave de la crecida del barranco del Poyo

Publicada
Actualizada

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) omitió 15 alertas sobre el caudal del barranco del Poyo durante la hora y media clave de la crecida el pasado 29 de octubre. 

Los protocolos internos de la Confederación establecen, de forma "redundante", según sus propios trabajadores, que debe enviarse una comunicación por email al Centro de Emergencias cuando el caudal del barranco del Poyo supere los 150 m3/s. 

Esto sucedió a las 17:25 horas del pasado día 29, sin embargo no se envió el correo electrónico notificando la rápida crecida del caudal hasta las 18:43. Es decir, los técnicos del SAIH (Sistemas Automáticos de Información Hidrológica) tardaron una hora y 18 minutos en dar el aviso. 

Los datos oficiales del caudal del barranco del Poyo establecen que hubo 15 mediciones superiores a los 150 m3/s, cuyas alertas no fueron atendidas por los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Los medidores del caudal del barranco del Poyo envían datos en tiempo real cada cinco minutos. En la casi hora y media que tardó la Confederación en enviar la alerta a Emergencias la rambla ya se había desbordado y rozaba los 2.000 m3/s. Este valor equivale a cuatro veces el caudal del Ebro y a 53 veces el del Tajo-Segura.

Según la Generalitat Valenciana, no existió más comunicación escrita ni verbal sobre el barranco del Poyo que el email enviado por un asistente técnico de la Confederación. 

El Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) estaba reunido desde las 17:00 horas, con la presencia telemática del presidente de la Confederación del Júcar, Miguel Polo. Sin embargo, la preocupación de los asistentes se había centrado en un posible desbordamiento de la presa de Forata. 

El protocolo interno de la Confederación indica que, en el caso del barranco del Poyo, se informe por email a las autoridades competentes cuando su caudal supere los 150 m3/s. Así lo hizo, precisamente, a las 12:07 de aquella mañana del día 29 de octubre, cuando el caudal había ascendido a 264 m3/s a las 11:40.

En esta primera ocasión, la Confederación del Júcar tardó 27 minutos desde el momento que obtiene el dato y el envío del correo electrónico.

Por la tarde, con la crecida que provocó las víctimas mortales, este mismo aviso sobre el caudal del barranco no llegó a Emergencias hasta una hora y 18 minutos después de que se sobrepasara el umbral de máxima alerta.

Gráfico con la evolución del caudal de la Rambla del Poyo y de las alertas enviadas por el sistema y la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Gráfico con la evolución del caudal de la Rambla del Poyo y de las alertas enviadas por el sistema y la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Es decir, en un procedimiento idéntico, el auxiliar técnico de la CHJ responsable del caudal del barranco del Poyo tardó casi una hora más en avisar.

Dos técnicos, dos actuaciones

Tras el email de las 12:07, la Generalitat había lanzado una alerta hidrológica y había avisado a los municipios afectados para que tomaran las medidas oportunas.

La CHJ mandó otros tres correos, en estos casos para informar de que el caudal había descendido y estaba fuera de los límites considerados como peligrosos. Estos emails se mandaron a las 13:42 (120 m3/s), a las 15:04 (55 m3/s) y a las 16:13 (28,7 m3/s).

Todos ellos fueron enviados por el mismo técnico de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Este trabajador responde a las iniciales C.B.I. y a la identificación interna at_extchj490. 

Sin embargo, el email de las 18:43 avisando, de forma tardía, de la crecida letal fue enviado por otra auxiliar técnica que atendía el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), cuyas iniciales son C.G.G. y cuya identificación interna respondía a at_extchj243. 

EL ESPAÑOL ha preguntado a la Confederación Hidrográfica del Júcar si se produjo un cambio de turno en esas dos horas y media entre las 16:13 y 18:43 en las que no hubo comunicación alguna a Emergencias sobre el barranco del Poyo.

La CHJ no ha contestado. Tampoco ha facilitado el número de personas que estaban la tarde del martes 29 de octubre en la sala del SAIH, ni ha respondido a si hubo algún auxiliar técnico que estuviera teletrabajando, en lugar de estar presencialmente en la sala. Sí puntualizó, en cambio, que el presidente, Miguel Polo, se encontraba en el edificio cuando se reunió telemáticamente con el CECOPI.

Sin embargo, Polo no estuvo en la sala del SAIH y se encontraba en un despacho junto a los miembros de la CHJ que participaron en el CECOPI.

Responsabilidad de la CHJ

La sala del SAIH, tal y como demuestran las imágenes que publica EL ESPAÑOL, tiene tres pantallas gigantes donde aparecen los datos en tiempo real. Uno de los videowall está dedicado a la red pluviométrica, otro al sistema de comunicaciones y un tercero a los medidores y sensores.

Uno de los paneles para el control en tiempo real de precipitaciones y caudales en la sala del SAIH de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Uno de los paneles para el control en tiempo real de precipitaciones y caudales en la sala del SAIH de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

El seguimiento en tiempo real de los datos sobre las lluvias y los cauces es responsabilidad del SAIH.

Según el Plan Especial frente al riesgo de Inundaciones, actualizado por el Gobierno del socialista Ximo Puig en 2021, es obligación de la Confederación Hidrográfica del Júcar "informar al Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat de los incrementos relevantes de caudales que se produzcan en los ríos y barrancos de sus respectivas cuencas".

Dicho Plan Especial especifica las funciones y las obligaciones que tiene este organismo, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera.

Entre estas actuaciones se encuentra la de "recomendar a la Dirección del Plan la activación de la Alerta Hidrológica-Emergencia 0 a los municipios de la cuenca afectada, ante la posibilidad de que se produzcan inundaciones en estas zonas". 

También es obligación de la Confederación del Júcar "presentar al CCE de la Generalitat aquellos datos que describan el estado hidrológico e hidráulico y la evolución esperada de las cuencas afectadas por la declaración de preemergencia, con la periodicidad que la Dirección del Plan estime necesaria en función de la gravedad de la situación".

Por último, también el Plan Especial detalla que es tarea de la CHJ "informar a la Delegación o Subdelegación del Gobierno".

La Generalitat de Carlos Mazón envió un comunicado en la tarde de este jueves recalcando precisamente estas competencias y responsabilidades de la Confederación. 

Entre las 16:13 y 18:43 no existió comunicación alguna de la Confederación a Emergencias sobre el cauce del barranco del Poyo. Los dos emails que envió entre estas horas correspondieron simplemente a las precipitaciones recogidas por el pluviómetro de Chiva.

Se da la circunstancia de que los emails sobre los datos obtenidos en la red de pluviógrafos se envía de forma automática por el sistema, sin necesidad alguna de que intervenga un técnico del SAIH.

En cambio, las alertas sobre los cauces de los ríos y los barrancos sí que necesitan que sean "validados" por un trabajador de la Confederación "antes de ser enviados" a Emergencias.

La Confederación del Júcar tiene tres umbrales del caudal del barranco del Poyo o niveles de alerta para informar a Emergencias. El primero de ellos, el más bajo, cuando el caudal supere los 30 m3/s. El intermedio es cuando dicho valor ascienda de los 70 m3/s. Por último, la alerta más grave se produce cuando la rambla tiene un caudal por encima de los 150 m3/s.

Es por este motivo que existen tres emails de la Confederación avisando del descenso del caudal. Uno por cada umbral de alerta.

Sin embargo, tampoco existió ninguna comunicación cuando a partir de las 16:15 horas el caudal superó el primer nivel de alerta, ni cuando a partir de las 17:00 el nivel estaba por encima de los 70 m3/s.

Los avisos de la Confederación pasaron directamente de los 28 m3/s a las 16:13 a los 1.687 m3/s a las 18:43, cuando ya era difícil evitar la catástrofe en algunos de los municipios que recorre el barranco a lo largo de sus 43,5 kilómetros de longitud.