A medida que van pasando los días desde que el Gobierno decretó el estado de alarma, en la conciencia de la gran parte de la población se va colando la cordura. Pero no en toda. De ahí que la alcaldesa de Almonte, Rocío del Mar Castellano, hiciera un llamamiento a la Subdelegación del Gobierno en Huelva para que el Ejército, en concreto efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), tome las calles de la aldea del Rocío para dejar un mensaje claro: no se puede salir.
Este martes por la tarde, dos unidades llegaron a la aldea. Su objetivo, evitar que grupos de personas se sigan concentrando sin respetar las medidas de protección ni de seguridad vigentes en el decreto de alarma por el coronavirus y sigan poniendo en riesgo al resto. Al principio del periodo de confinamiento se observaron en algunas casas reuniones de personas pero ya han dejado de celebrarse.
La localidad cuenta con tres núcleos, Almonte, El Rocío y Matalascañas, en total, unos 30.000 habitantes. Y en esta época, además, con una población flotante de otros 10.000 temporeros que realizan sus labores en las explotaciones agrarias de la zona, principalmente en la recogida de los frutos rojos..
1.500 vecinos
La alcaldesa asegura que muchas de estas personas “se desplazan en grupo para ir a comprar o al trabajo” sin cumplir las medidas de aislamiento social estipuladas. En concreto, la UME manda dos unidades que han recorrido las calles de esta aldea con el objetivo de disuadir con su presencia e informar y advertir de la crisis sanitaria, han informado desde el Ayuntamiento del municipio.
La UME ha llegado al Rocío después de realizar tareas de presencia y desinfección en otras localidades onubenses en la zona de la Sierra, del Condado y de la Cuenca Minera.
Efectivos de la UME delante de la ermita de la Virgen del Rocío.
La aldea del Rocío cuenta con unos 1.500 vecinos censados pero un fin de semana al año acoge a más de un millón de personas, el previo al Lunes de Pentecostés, en peregrinación a la basílica de la Virgen del Rocío. Esta romería, la más multitudinaria de España, ha sido suspendida a causa del coronavirus y la imagen se encuentra en el municipio almonteño, donde es trasladada cada siete años. La pandemia la ha pillado allí.
Además, el mismo día que el Gobierno decretó el estado de alarma, el Ayuntamiento publicó un bando informativo sobre síntomas, medidas y recomendaciones para evitar contagios por coronavirus y cerró las playas del núcleo de Matalascañas porque se trataba de estar en cuarentena, no de vacaciones.