El Santísimo Cristo Mutilado, una advocación que supone un viejo recuerdo de la Guerra Civil, dejará de existir el 3 de octubre. La imagen de Jesús muerto en la Cruz será repuesta al culto tras un largo proceso de restauración.
La escultura, que data del siglo XVII, volverá a recibir culto pero ahora con sus dos piernas reintegradas, atributos que le fueron expoliados en el verano de 1936 durante la quema de iglesias y conventos que tuvo lugar en Málaga por partidarios del bando republicano.
Además, ahora el Cristo cambia su nombre por el de la Clemencia. Un cambio histórico que supone, también, una ruptura definitiva con un pasado marcadamente político. En 1977, la hermandad dejó de salir en procesión por el cambio social que suponía la llegada de la democracia a España. En cualquier caso, el Cristo seguía recibiendo culto en la Iglesia del Sagrario, el lugar donde ha estado desde hace más de 300 años.
El hermano mayor de la cofradía, Manuel Sánchez Salcedo, habla de la “culminación de un proyecto iniciado hace ya varios años que tiene por fin recuperar una de las cofradías históricas de la ciudad”. Asegura que hay “ilusión” por el cambio de advocación, pero la imagen “siempre será conocida, popularmente, por Mutilado”, como ocurre con otros casos en la ciudad, como los Gitanos o la Pollinica.
Desde la cofradía se congratulan del cambio de nombre, sin embargo, hay opiniones de cofrades en las publicaciones de Facebook en las que se anunciaba el cambio de nombre. “Vergonzoso” o “propongo Santísimo Cristo de la Amnesia. Con todos mis respetos para la sagrada Imagen”.
Símbología franquista
En este sentido, desde la hermandad afirman que la nueva Ley de Memoria Democrática que prepara el Gobierno no ha influido en el cambio de nombre del Cristo: “Sólo hay una motivación pastoral”, desde la Iglesia de Málaga se propuso “una advocación pasionista”, según Sánchez.
Los símbolos de la dictadura eran habituales en esta corporación, nacida al amparo del régimen franquista como una cofradía militar. Contaba con una bula papal de Pío XII, una leyenda que aparecía en las medallas corporativas. En el anverso aparecía la silueta del crucificado sobre el águila de San Juan: “Mutilado de guerra por la patria”. Muchos de esos símbolos han desaparecido. Por ejemplo, el escudo de la corporación es hoy una jarra con azucenas y elementos pontificios.
El retablo de la Iglesia del Sagrario, anexa a la Catedral, fue asaltado y el retablo mayor expoliado: la pierna derecha y el pie izquierdo de la imagen fueron cercenados. Al finalizar la Guerra Civil, aquella imagen se convirtió en uno de los elementos de propaganda del régimen franquista en la ciudad.
El título de la corporación que se fundó era directo y claro: Hermandad Nacional del Santísimo Cristo Mutilado. Este título desapareció con el Benemérito Cuerpo de Caballeros Mutilados en 1989.
La restauración y reposición de las piernas ha sido realizada por Juan Manuel Miñarro, doctor en Bellas Artes y artesano muy reconocido en el ámbito cofrade: ha reconstruido imágenes absolutamente carbonizadas. Pero este “ha sido un reto muy bonito”, dice Miñarro.
La imagen, datada por Miñarro en torno a 1670, está atribuida a Jerónimo Gómez de Hermosilla. “Si a una obra mía la mutilaran, me gustaría que se reconstruyera”, apunta Miñarro, que añade que “igual que se han reconstruido edificios como campanarios” tras la Guerra Civil, era necesaria esta restauración del Crucificado.
Como toda restauración, la imagen debe tener unos criterios de diferenciación. En este caso, las nuevas extremidades mantienen el mismo color y material que el original, pero “se nota la unión de piezas”. Además, Miñarro relata que se trata de una intervención reversible: “La imagen llevaba más de 80 años sin las piernas y eso tiene un valor cultural”.
También desta la importancia de las herramientas digitales. Existían fotografías de los años 30 con la imagen del Cristo completo: “Las hemos utilizado para superponer el resultado de la intervención y encaja perfectamente”. La imagen, además, recupera su policromía original tras años de acumulación de suciedad.
En ese sentido, el historiador del Arte Jaime Moreno apunta que esta intervención “supone la restitución de la memoria que se conserva en archivos e imágenes la historia del arte”, además de “la reintegración de la dignidad escultórica” y la “devolución iconográfica de la imagen de los Evangelios: 'No será quebrado hueso suyo'”.
Otras hermandades
En Andalucía siguen existiendo hermandades que mantienen referencias directas o veladas al régimen franquista. Es el caso de la Cofradía del Cautivo de Málaga, en cuya enseña aparece el escudo de armas del propio Franco: sobre la cruz laureada de San Fernando, las columnas de Hércules y una banda diagonal dorada que representa a dos dragones enfrentados.
En Sevilla, la Hermandad del Cristo de la Victoria y la Virgen de la Paz, del barrio del Porvenir, fue fundada “en un ambiente de euforia por la llegada de la paz” a España; la Hermandad de Santa Genoveva, que recibe el nombre de la iglesia donde recibe culto y que, a su vez, procede del nombre de la mujer de Gonzalo Queipo de Llano. También Queipo de Llano tiene relación cofrade, ya que sigue enterrado en la Basílica de la Macarena.
Hay otros muchos ejemplos, como el de la Hermandad de los Mutilados de Huelva, fundada por ex combatientes del bando Nacional y que coincide en advocación con la sevillana hermandad del Porvenir: Cristo de la Victoria y Virgen de la Paz. Aunque en este caso, la corporación se ha desprovisto de cualquier símbolo relacionado y es la tradición quien mantiene ese nombre.