Susana Díaz no va a hacerse a un lado, como le piden ya abiertamente dirigentes socialistas andaluces en sintonía con la dirección federal. Estará en las primarias del partido para intentar repetir como líder del PSOE-A, aun cuando no cuente para ello con el aval de Ferraz.
Ella prefiere pensar que al actuar así no reta a Pedro Sánchez, que cuenta con la confianza del secretario general y presidente del Gobierno, y que quienes piden su relevo no están organizados ni responden a una estrategia de la dirección nacional.
La realidad es que ha pasado tan solo una semana desde que se fechó para octubre el Congreso Federal del PSOE -y por ende los regionales en el plazo de 90 días después- y las voces internas contra la continuidad de Susana Díaz no han cesado.
Este lunes, el PSOE anunciaba que celebrará el próximo sábado la reunión del Comité Federal para proponer formalmente la realización del 40º Congreso Federal los días 15, 16 y 17 de octubre. El comunicado, que ya precisaba las fechas, incluía también un mensaje de renovación.
La dirección socialista "aboga por reforzar mucho la tarea del partido y, por extensión, renovar en algunos casos los liderazgos autonómicos para hacer al PSOE competitivo en todos los territorios". ¿Dónde se va a renovar el partido para ser competitivo salvo allá donde no tiene el poder? Aun sin mencionar ningún caso concreto, el aparato del partido se posiciona igual que lo hacen en Andalucía los críticos con Susana Díaz.
Fantasmas del pasado
En la dirección socialista andaluza no se dan por aludidos. Díaz dejó claro la pasada semana que dará la batalla en las primarias, a pesar de no tener formalmente el apoyo de Ferraz. Es más, instó a los compañeros que lo consideren oportuno a presentarse y competir con ella.
Susana Díaz prefiere creer que la hostilidad y la desconfianza abiertas con Pedro Sánchez tras la batalla de ambos por el liderazgo del PSOE son agua pasada. Según han informado a EL ESPAÑOL fuentes del PSOE regional, creen que ya no hay un pulso entre sanchistas y susanistas, como antaño, sino algunos "críticos andaluces" sin relación con Ferraz.
Sostienen que los críticos hacen la guerra por su cuenta y que la relación con Sánchez está normalizada desde las elecciones municipales de 2019, que tuvieron lugar justo dos años después de las primarias en las que el actual presidente del Gobierno recuperó el liderazgo del PSOE.
Estas fuentes aseguran que ambos enterraron el hacha de guerra y que tanto en la gestión de la pandemia como en los polémicos pactos que sirvieron para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, Susana Díaz ha estado al lado del presidente del Gobierno, a diferencia de otros barones socialistas.
Prueba de ello sería el hecho de que tanto los presidentes de las diputaciones provinciales que mantienen los socialistas andaluces -el principal contrapeso autonómico al gobierno de Juanma Moreno- como la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García Martín, son nombramientos consensuados entre Madrid y Sevilla.
Además, los susanistas defienden que el suyo es, a pesar de su fallido asalto a la Secretaría General del PSOE en 2017, un liderazgo renovador. Díaz, que este 2021 cumple 47 años, además de ser la primera mujer que ha presidido la Junta, un relevo generacional en relación al viejo socialismo de José Antonio Griñán y Manuel Chaves, sus antecesores en la presidencia regional, condenados los dos por el caso ERE.
La "lealtad" de Sánchez
Aunque formalmente los estatutos del partido reconocen dos primarias, unas para elegir al líder andaluz del partido y otras para designar al candidato, en el entorno de Susana Díaz creen que los dos puestos tienen que ser ocupados por la misma persona. No habría partido de vuelta.
El secretario de Organización socialista y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se desplazó a Sevilla el pasado jueves y mantuvo una reunión con la dirigente andaluza. Lo hizo, se supone, para abordar el tema de las infraestructuras, pero también la situación del partido.
Al día siguiente de ese encuentro, Díaz dejó clara su decisión de seguir liderando el PSOE andaluz e insistió en que cuenta con "la lealtad" de Pedro Sánchez.
En cualquier caso, cada vez son más los críticos que se posicionan en su contra y ya no se esconden, lo dicen públicamente. El primero en abrir la veda fue el vicepresidente primero del Congreso, diputado del PSOE por Sevilla y destacado miembro de la ejecutiva federal, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.
La pasada semana, en un acto en Granada, destacó "la generosidad y la altura de miras" que ha tenido el secretario general del PSC, Miquel Iceta, al hacerse a un lado y dejar paso en la candidatura para las elecciones catalanas al ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Este movimiento ha cimbreado los cimientos del PSOE andaluz por temor a que se produzca algo parecido en la comunidad. En este caso, con la ministra de Hacienda, la sevillana María Jesús Montero, aunque a diferencia de Illa, que es secretario de Organización del PSE, ella no tiene ningún cargo orgánico a nivel regional.
Díaz, desconcertada
A juicio de Gómez de Celis, ese mismo espíritu, y no el egoísmo personal, es lo que deben imperar en el futuro congreso regional andaluz. Dos días después, Susana Díaz mostraba su desconcierto ante estas palabras: "Para mí es desconcertante escuchar a Gómez de Celis decir que renuncie". También se sorprendía de la comparación con Iceta, porque ella, insistió, ha ganado las dos elecciones a las que se ha presentado, aunque tras las últimas, en 2018, no pudiese gobernar.
"Esto no va de que se quite nadie ni de que se impida que alguien se presente, sino al contrario", remarcó en su comparecencia al día siguiente de mantener la citada reunión con Ábalos. A su vez, insistió en que en el encuentro no se habló de este asunto. "A partir de ahí, este tema ya lo doy por zanjado".
La de Celis no ha sido la única voz que se ha pronunciado al respecto. También lo ha hecho la secretaria provincial del PSOE en Cádiz, Irene García, y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, con quien también se reunió Ábalos al día siguiente. Su nombre suena en las quinielas como su posible sucesor. También el del diputado por Jaén Felipe Sicilia. Los tres inciden en la necesidad de una renovación en el partido y trabajar con "mucha generosidad".
Ábalos, tras su encuentro con el primer edil sevillano, no desveló ante la prensa si será candidato para suceder a Díaz, pero tampoco brindó un apoyo expreso a la sevillana, la única que ya ha anunciado con firmeza que va a presentarse.
Lo que sí hizo es dejar claro que el PSOE andaluz cuenta con "muchos cuadros políticos y muchos cargos a todos los niveles que pueden tener un papel protagonista en el presente y futuro".
Por su parte, los militantes del PSOE de Sevilla críticos con la dirección del partido y reunidos en torno al documento Hacer+PSOE han remitido una carta a José Luis Ábalos. En ella solicitan, de forma excepcional, un calendario extraordinario para la celebración del congreso regional del PSOE de Andalucía antes del próximo verano.
El objetivo es que la dirección nacida de ese proceso congresual tenga el máximo tiempo posible para desarrollar su programa, de cara a las siguientes elecciones autonómicas, que como muy tarde tendrán que celebrarse a finales de 2022.