La decisión de la Ejecutiva Federal del PSOE de adelantar las primarias en Andalucía tras el batacazo de las elecciones en Madrid, precipita la guerra en el seno del socialismo andaluz.
De Susana Díaz y Juan Espadas ha de salir el candidato a la Junta en los próximos comicios. La batalla se prevé encarnizada. Díaz no va a dar un paso atrás y las provincias ya se están posicionando.
Vestida con una camiseta donde podía leerse Positive Energie, Susana Díaz pidió ayer un proceso con garantías, "sin empujones" en el que se pueda votar "en libertad" -lo repitió en varias ocasiones a modo Ayuso-, y lanzó un aviso a navegantes: "La última palabra le corresponde ahora a los más de 44.000 afiliados del PSOE andaluz".
Tanto Díaz como Espadas llevaban semanas recorriendo Andalucía para tomar el pulso a los militantes de la mayor federación socialista de España. Son, al fin y al cabo, los que decidirán el triunfo y la derrota. Y por el momento, el alcalde sevillano va ganando por la mínima. Él es el candidato del sanchismo.
De partida, cuatro provincias están con Espadas, y ya se posicionaron a su lado para exigir el adelanto de estas primarias: Cádiz, Granada, Jaén y Huelva. Esta última provincia está dirigida por una comisión gestora impuesta por Ferraz y varios dirigentes onubenses abogan por el cambio. Creen que el partido necesita una renovación y estar preparado en el caso de un adelanto electoral por parte de Juanma Moreno.
La primera provincia en abrir el melón fue Jaén, el pasado 9 de abril. Su caso es muy peculiar, pues el secretario general provincial, Francisco Reyes, que cuenta con gran peso dentro del partido, fue en el pasado un apoyo fundamental para Susana Díaz.
Las provincias susanistas
Otras tres provincias son de mayoría susanista. Las ejecutivas de Sevilla -a la que pertenecen ambos candidatos-, Córdoba y Almería están del lado de la actual secretaria general.
Las tres direcciones estaban en contra de adelantar las primarias. Eran partidarias de no acelerar un proceso interno en plena pandemia de la Covid-19, sin un horizonte claro de adelanto electoral -de hecho, Juanma Moreno sigue descartándolo- y sin abrir un debate previo en las bases de hacia dónde se quiere ir.
La provincia más indecisa era y es Málaga, donde ni siquiera su Ejecutiva provincial llegó a pronunciarse acerca de la oportunidad de las primarias, tal es la división en esta organización.
Los municipios también han entrado en liza. Así, los portavoces de los grupos municipales del PSOE en los ayuntamientos de Granada, Almería, Córdoba y -aquí sí-, Málaga se han puesto del lado de Ferraz y de Espadas para pedir que se resuelva "cuanto antes" quién será el candidato en las elecciones andaluzas.
Ahora, tanto Díaz como Espadas seguirán recorriendo la comunidad. En concreto, entre el 12 y el 25 de mayo tendrán que recoger los avales. Necesitan un 2%. El 13 de junio será la votación y el 25 culminará el proceso con la proclamación de la persona finalmente elegida, según el calendario establecido por la Ejecutiva regional.
El pacto, por los aires
La maniobra de Ferraz para adelantar las primarias ha tensionado las relaciones entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. El pacto de no agresión que firmaron cuando este último le ganó las primarias nacionales, incluso cuando ella perdió la Junta, ha saltado por los aires. Fue en 2017. Cuatro años después, ambos vuelven a enfrentarse en un proceso interno.
La conexión de Susana Díaz con Ferraz se ha roto. En su intervención antes de la Ejecutiva regional de este jueves, la socialista andaluza reconoció, visiblemente molesta, que se enteró de la activación de las primarias por la prensa y que ni siquiera pudo hablar por teléfono con Sánchez.
Sí habló con el secretario de Organización, José Luis Ábalos, en la tarde del martes sin que en ningún momento éste le comunicara la decisión del nacional. Ábalos aseguró ayer en rueda de prensa, tras la reunión de la Ejecutiva federal, también visiblemente molesto, que es obligación de la dirección socialista resolver cuestiones como el adelanto de unas primarias. "Si ha habido algún malentendido lo siento, pero es mi obligación conocer estas iniciativas", dijo.
Según han informado fuentes socialistas a EL ESPAÑOL, durante la reunión en la sede sevillana de San Vicente, Susana Díaz propuso el calendario de estas obligadas primarias de una manera "autoritaria", y se marchó una vez producida la votación, sin dar pie a ningún debate. Esa actitud provocó el malestar de los críticos.
Las primeras primarias
Será la primera vez que el PSOE andaluz elija a su candidato en unas primarias. Y serán a cara de perro, a pesar de que Espadas señaló ayer que este proceso "no suponen una confrontación entre compañeros, sino un debate de ideas y de propuestas". Los socialistas llevaban 37 años gobernando en Andalucía y mientras se ostenta la presidencia de la Junta este trámite no se contempla.
En 2013, cuando ascendió a la Presidencia de la Junta, y en 2017, Díaz no llegó a tener rivales en las primarias y arrasó con la mayoría de los votos. En las primeras, el actual ministro de Agricultura, Luis Planas, entonces consejero de la Junta, no alcanzó el 15% de avales fijado, y cuatro años más tarde el militante de Jaén Francisco Tirado, tampoco.
La fulgurante carrera de Susana Díaz sólo se vio dañada al fracasar en su intento de liderar el PSOE nacional con el respaldo del aparato socialista, frente a Pedro Sánchez, que se ganó a la militancia, el cual llegó hasta dimitir aquel fatídico 1 de octubre de 2016. Cuatro años después, la guerra vuelve a declararse, aunque esta vez no será cuerpo a cuerpo. Ha comenzado la cuenta atrás.
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