La secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, se presenta a las primarias con el mismo discurso con el que Pedro Sánchez la derrotó en 2017: recalca que no es la favorita del 'aparato' del partido pero que aspira a serlo de la militancia.
El 'aparato' es hoy el propio Sánchez y la baza de Díaz es que el alcalde de Sevilla y rival, Juan Espadas, es la apuesta oficialista, en un momento -resaca del 4-M- en el que la dirección nacional no pasa por su mejor momento.
"Yo sé que no soy la candidata de Madrid; yo aspiro a ser la candidata de los militantes", ha afirmado Díaz este lunes en 'La Hora de La 1' (TVE). Eso sí, asegura presentarse sin resentimiento y "en positivo".
Sin contacto con Sánchez
La candidata garantiza que "el día que acaben las primarias el PSOE andaluz se va a unir para volver a la Junta" y que no se toma este proceso "como una segunda vuelta de nada". "Tengo clarísimo lo que tengo que hacer -ha sentenciado-: poner las luces largas y mirar hacia adelante".
Preguntada por si ha logrado hablar con Sánchez -dijo que le llamaría el mismo día que se supo que habría primarias, el pasado jueves-, ha respondido que no, que aún no ha tenido la "oportunidad". En cualquier caso, ha abogado por una disputa "sin imposiciones y con libertad".
Como declaración de intenciones o 'programa', ha declarado: "Quiero que prime el mérito por encima de los halagos; un partido donde la gente vote libremente y no se le señale por opinar de manera distinta, y donde ese talento que tiene el PSOE esté por encima el amiguismo. Eso se consigue renovando la organización y dando lugar a un partido abierto".
Díaz promete "trabajo, honestidad, compromiso y esfuerzo" y, haciendo hincapié en esa renovación, también caras nuevas, defendiendo "el mérito en los terceros y cuartos niveles del PSOE", a los quiere "dar voz".