La crisis con Marruecos pone en peligro el regreso de las 12.600 temporeras de la fresa

Su retorno ya debería de haber empezado la última semana de mayo, pero, mientras tanto, el Gobierno marroquí guarda silencio. Esto inquieta a los empresarios agrarios. En concreto, ya deberían haber abandonado las explotaciones freseras las primeras 1.500. De este calendario estipulado antes de comenzar la campaña tienen constancia ambos gobiernos, pero a día de hoy las fronteras siguen cerradas.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía (UPA) ha sido la organización agraria que ha dado la voz de alerta. "Las tensiones diplomáticas entre el Gobierno de Marruecos y el de España empiezan a generar preocupación entre las trabajadoras y los propios empresarios freseros", alerta el grupo.

El secretario general UPA en Huelva, Manuel Piedra, advierte que la campaña está a una semana de terminar y, en situaciones normales, dispondrían de los puertos gaditanos de Tarifa y Algeciras para llevarlas a su país de origen. En declaraciones a EL ESPAÑOL, denuncia que reclamaron al Ejecutivo marroquí información sobre el retorno y aún no tienen respuesta. 

"Es una medida de presión por el conflicto actual", lamenta el representante de la UPA. Niega que la tardanza se deba a motivos sanitarios por la Covid-19 dado que el pasado año la vuelta a casa de las temporeras se demoró por el protocolo que exigía medidas como la realización de PCR y su salida desde el puerto de Huelva.

En la pasada temporada los primeros barcos comenzaron a zarpar hacia el país vecino el 18 de julio cuando normalmente la vuelta comienza a final de mayo. Pese a la falta de la autorización que permita las salidas, desde UPA aseguran que continuarán dotando de los bienes básicos a las trabajadoras a la espera de que su situación se normalice.

Más de 7.000 'atrapadas'

Sin embargo, según alertan desde la organización, estas mujeres podrán continuar en Huelva pero "sin recibir ningún tipo de prestación económica porque su trabajo ya ha terminado", como ocurrió el año pasado cuando el conflicto fue mayor. En concreto, entre el 10 y el 15% de las empresas han culminado su temporada.

En junio de 2020 la situación estuvo a punto de ocasionar una crisis humanitaria. Más de 7.000 mujeres, que llegaron a España antes de que estallara la crisis migratoria, quedaron 'atrapadas' sin trabajo ni sueldo en los campos onubenses durante casi dos meses. 

Un grupo de temporeras en una finca fresera de Huelva con el empresario y las dos consultoras del Prelsi. E.E

Para no llegar a esta misma situación, este jueves el sector agrario mantendrá una reunión en Huelva con la subdirectora general de Inmigración en Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Teresa Udaondo Gascón.

El fin, solucionar la situación de estas trabajadoras cuanto antes, una cuestión que desde el sector prevén difícil. El año medió la embajadora de Marruecos en España, Karima Beach, pero este año "las relaciones están como están", lamenta el gerente de la organización Freshuelva, Rafael Domínguez.

Hace unos días partió hacia el país vecino un centenar de estas mujeres más vulnerables, entre ellas embarazadas o con algún tipo de enfermedad. El objetivo es que en la primera semana de julio estén todas deportadas.

Ante esta situación UPA ha registrado una solicitud de concentración para el 11 de junio frente al Consulado de Marruecos en Sevilla para abordar la problemática. El día de la convocatoria es clave en el calendario: termina el Estado de Alarma del Reino marroquí y se desconoce si se eliminará o se prorrogará. 

Temporeros de Honduras

Esta situación, además, ha reabierto un debate en el sector agrario: la contratación de trabajadoras de otros países como Honduras o Ecuador. Desde UPA reconocen que llevan años queriéndose abrir a otros países que "complementen" la mano de obra de Marruecos. Hace unos días el Consejo de Ministros dio luz verde a la firma del acuerdo entre ambos estados para ordenación de los flujos migratorios laborales.

La opción toma ahora fuerza no solo por el conflicto diplomático, sino también por la mano de obra limitada de Marruecos o por los problemas con el idioma. Las organizaciones agrarias confían en hacer el próximo 2022 una "prueba piloto". Para ello deberán aclararse entre los países implicados las prestaciones o el traslado del personal, entre otros aspectos. El objetivo, aseguran desde Freshuelva, es "no depender exclusivamente de Marruecos". 

Desde Asaja, su secretario general en Huelva, José Luis Marín, celebra esta noticia, pero se muestra cauto ante el análisis de su viabilidad, los costes y otros pormenores. En cualquier caso, daría tranquilidad al sector al poder contar con más mano de obra en los picos fuertes de la temporada en la provincia que produce el 90% de los frutos rojos del país.