Tras la irrupción en el tablero político autonómico de Juan Espadas, el nuevo líder del PSOE andaluz -o al menos por ahora candidato socialista a la Junta tras ganar las primarias el domingo-, hay varias claves sobre la mesa. Al menos, seis.
Tras obtener el 55% de los apoyos de los más de 45.000 militantes y apartar a Susana Díaz de la federación socialista más importante de España, lo primero que dijo Espadas fue que va a trabajar desde ya para recuperar el Gobierno andaluz. Hasta la llegada del actual presidente, Juanma Moreno (PP), durante los últimos 37 años siempre habían gobernado los socialistas.
En estos dos años y medio, el Gobierno de coalición del PP y Ciudadanos ha realizado una notable gestión, y la imagen moderada del presidente ha calado en los andaluces, tal y como vienen reflejando las encuestas.
Los socialistas saben que no va a ser fácil, pero miran al futuro con más esperanza tras la irrupción de Espadas, al considerar que, también en la línea del talante, tiene mejor perfil que Susana Díaz. Desde Madrid esperan que sea ella la que dimita de todos sus cargos después de que el nuevo candidato haya anunciado que la apartará de la presidencia del grupo socialista en el Parlamento y, de momento, haya frenado la gestora que quería imponer Ferraz en el PSOE andaluz.
Todo ello en una España que cada vez está más polarizada. Pero ¿qué cambia el panorama político andaluz? Se podría resumir en seis claves.
1. Sin adelanto electoral
La primera es que, por el momento, desde el entorno del presidente autonómico siguen descartando el adelanto electoral. Señalan a EL ESPAÑOL que hay estabilidad, que los acuerdos se están cumpliendo y que tienen que centrarse en el proceso de vacunación y en la recuperación económica de Andalucía.
Por su parte, el alcalde de Sevilla, que dejará el cargo cuando Moreno las convoque, tampoco es partidario de adelantarlas. Políticamente no le conviene, necesita tiempo para darse a conocer por todo el territorio andaluz, sobre todo en aquellas provincias donde Díaz le ha ganado el pulso, como Almería, Córdoba o Málaga. También para recomponer el partido, la expresidenta de la Junta cuenta con el 38% de los apoyos y tras estas primarias la federación está rota.
"Andalucía necesita estabilidad, recuperarse económicamente e ir a elecciones cuando toca", a finales de 2022, aseguró el pasado sábado en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL.
2. Las encuestas
Otro hándicap para el candidato socialista son las encuestas electorales publicadas. Hasta el momento todas son favorables a Juanma Moreno. La última, realizada por Sigma Dos para El Mundo, le da la victoria con 43 escaños, 12 más que el PSOE y sacando 17 más que en diciembre de 2018.
Si se cumplieran estas expectativas, el PP seguiría gobernando en la comunidad, por tanto, con el apoyo de Vox en un escenario parecido al obtenido en Madrid tras las últimas elecciones autonómicas.
Precisamente, éste fue uno de los dardos que Espadas le lanzó a Díaz en el debate electoral. Le recordó que era el momento de cambiar estas encuestas y la tendencia a la baja en la que había entrado el PSOE en los últimos dos años y medio. Directamente le dijo que, bajo su batuta, el partido había perdido un millón de votos en Andalucía.
3. "Un gran rival"
La tercera es el perfil de Espadas. Él ha insistido durante la campaña en que es un político de diálogo y moderación frente al carácter y la considerada vieja forma de hacer política de Díaz. A ello se agarran los socialistas para volver a gobernar en la Junta. Al menos, lo ha demostrado en el Ayuntamiento de Sevilla donde gobierna desde 2015, pero ahora tiene que hacerlo a nivel andaluz.
De Espadas se sabe que es un hombre tranquilo, municipalista y que ha conseguido tender puentes en el Consistorio sevillano, sobre todo con Cs. Hace unos meses alcanzó un acuerdo con la formación naranja para que lo apoyara en los grandes temas de la ciudad como los presupuestos, proyectos u ordenanzas fiscales.
A principios de abril, cuando ya sonaba con fuerza que Espadas iba a presentar su candidatura y que contaba con el apoyo de Ferraz, el propio Moreno lo tildó de "gran rival": "Sería un candidato muy potente", argumentó. De hecho, el pasado domingo fue uno de los primeros líderes políticos que lo felicitó por su victoria.
Sin embargo, desde su entorno aseguran que su irrupción en el tablero político andaluz no cambia nada. "Tanto Susana como él tienen muchas debilidades. Ninguno de los dos es nuevo en política". Creen además que las encuestas le seguirán siendo favorables a Moreno.
4. La izquierda
La cuarta sería la situación de la izquierda. Está fragmentada en Andalucía, tras la ruptura de la exlíder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, con Unidas Podemos, y más aún con la previsible entrada en el juego político de Más Andalucía en las próximas elecciones autonómicas.
Esta división es, en teoría, un punto a favor para el candidato popular, que verá cómo sus tres principales rivales pugnan por un mismo electorado. Una tesitura que ya pasó factura a la izquierda en la Comunidad de Madrid.
5. "El sanchismo"
Una quinta clave la ha dado este mismo lunes el propio vicepresidente de la Junta y líder de Cs en Andalucía, Juan Marín, al alertar de que Espadas será continuista de Pedro Sánchez. En otras ocasiones ha defendido su talante para dialogar, pero ahora considera que "tendrá que asumir ahora sus políticas", refiriéndose a los indultos a los independentistas catalanes o las del "maltrato" a Andalucía en términos de financiación o del reparto de los fondos Covid.
El propio Espadas se manifestaba ayer mismo sobre este asunto en una entrevista en Onda Cero y tiró por la calle de en medio. "Apoyo al Gobierno en la concesión de los indultos, igual que lo apoyaría si no los concediera".
6. "Doble mochila"
Y la sexta es "la doble mochila" que puede pesarle a Espadas en este periplo andaluz al ser avalado por Ferraz, aunque él se haya intentado quitar esta vitola durante toda la campaña. Por el momento, no tiene peso a nivel nacional para rebatirle planteamientos a Sánchez como hacen otros barones socialistas.
Tampoco es un perfil nuevo en Andalucía. Fue consejero de Vivienda entre 2008 y 2010 en los gobiernos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, condenados por los ERE, y ha ejercido diversos cargos políticos y técnicos en la Junta desde el año 1990. Sin embargo, su experiencia en administración Espadas la ha considerado un plus durante su campaña porque ya conoce la casa que quiere gobernar.
En cualquier caso, tanto Moreno como Espadas, al menos en público, presumen de relación fluida por sus posiciones como alcalde de Sevilla y presidente de la Junta. Otra cosa es el pulso que queda por delante y ver hasta qué punto se levantan las espadas hasta las próximas elecciones autonómicas porque desde el domingo son oficialmente rivales políticos.
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