Desarticulada una red de narcos que camuflaba los transportes en furgonetas de reparto de Amazon

En abril del año pasado, y en pleno confinamiento, los agentes de la Guardia Civil levantaron inmediatamente una ceja, escépticos: tres vehículos le habían cerrado el paso a una furgoneta de Amazon en la carretera de Lebrija (Sevilla) y a punta de pistola, los ocupantes de los coches se la habían llevado.

La descripción perfecta de un vuelco de drogas entre narcotraficantes no casaba con que lo hicieran por un botín de cajas de productos adquiridos on line a punto de ser entregados. Las dos primeras pesquisas, sobre el repartidor que se quedó en mitad de la carretera, hicieron bingo nada más comenzar. De origen alemán, Amazon desmintió tenerlo contratado ni haberlo tenido nunca en plantilla. Ni al vehículo tampoco.

La fluida colaboración que el Instituto Armado tiene con Europol enseguida le dio el reporte de que el transportista había sido detenido días antes en Francia por traficar con marihuana. Iba en una furgoneta rotulada igual que la primera, transportando 154 kilogramos de marihuana y 30 kilogramos de hachís.

Con estos datos sobre la mesa arrancó la Operación Trasmane. Tras más de un año de investigación, en coordinación con la Europol, la Guardia Civil la ha dado por cerrada. Ha detenido a 15 personas, entre las que hay una de origen portugués y dos de Alemania. De todos ellos, el juez ha enviado a prisión a 10, y otros cinco están en libertad con cargos.

Los agentes han efectuado 13 registros en Málaga, Cádiz y Sevilla y han desmantelado una plantación de marihuana en Carmona (Sevilla) cargada con media tonelada de producción. Asimismo, se han incautado 50 teléfonos móviles y 68.000 euros en efectivo.

También se han decomisado tres armas, un Lamborghini y un Porsche, propiedad del cabecilla de la banda, un alemán de origen turco que vivía en un chalé de la urbanización de lujo de Vistahermosa, en El Puerto de Santa María (Cádiz). De 40 años, se le han incautado joyas y relojes Rolex de oro por un valor de 400.000 euros.

Entre las joyas encontradas en la vivienda, destacan pulseras y collares de diamantes y la reproducción de una planta de marihuana, hecha en oro, cuajada de esmeraldas. 

Pulsera, collar de diamantes, un sello y un reloj de oro, incautados durante el registro. E.E.

A la Guardia Civil le llamaron poderosamente la atención los desorbitados gastos en ropa de marcas de lujo. En un único registro se encontraron tickets de compra de 40.000 euros. 

Hay más vehículos. En total, otros nueve, camuflados. "Los adquirían del mismo modelo y color que los que usan conocidas empresas de paquetería y lo que hacían era rotularlos. Estaban muy conseguidos", cuentan a El ESPAÑOL fuentes de la Guardia Civil.

La organización desplazaba la droga en distintos vehículos, sobre todo de alquiler y con los mismos logos que los de las conocidas empresas de logística. Para garantizar el transporte, utilizaban un vehículo lanzadera, que advertía de la posible presencia policial y otro que iba detrás de la furgoneta caracterizada, que hacía funciones de seguridad.

En marzo de 2021, los investigadores detectaron una paquetera que partió de una de las naves, y la sometieron a una discreta vigilancia. Justo antes de salir de España, en el peaje de Irún, los agentes le dieron el alto.

Los vehículos de alta gama del cabecilla, en el chalet de lujo de El puerto de Santa María. E.E.

Era una furgoneta caracterizada como de transporte de frío industrial, y el interior de la maquinaria se hallaron 280 kilogramos de hachís y 65 kilogramos de marihuana, por lo que el conductor fue detenido. La Guardia Civil se asombró al ver el nivel de tecnificación para habilitar dobles fondos: tuvieron que cortar cinco capas metálicas hasta llegar a la droga. Entre los detenidos figura un mecánico "que era el que se ocupaba de los vehículos".

Continuando con las investigaciones, los agentes pudieron constatar que la organización estaba perfectamente organizada y jerarquizada y liderada por un ciudadano alemán, residente en El Puerto de Santa María (Cádiz). Llevaba un tren de vida elevado y tenía antecedentes por narcotráfico, y en concreto, una orden de detención de la policía alemana. "Tenía conexiones con Holanda y Luxemburgo", además de con Alemania y Francia. La droga era distribuida en estos cuatro países europeos.

Como lugarteniente, el líder de la banda tenía a un ciudadano español que era su hombre de total confianza. También había una tercera persona en la escala jerárquica del entramado. Era quien se encargaba del alquiler de vehículos, las naves y de organizar la logística.

La organización además contaba en su plantilla con los conductores de los vehículos encargados del transporte, personal de vigilancia y protección, productores de marihuana y también conseguidores de hachís, que adquirían al margen de la organización. Sin embargo, la producción de marihuana sí estaba dentro de la estructura.

La plantación se encontraba en una casa de campo en Carmona, con un enganche ilegal de luz “que consumía lo mismo que una fábrica de tamaño medio”, explican fuentes de la investigación, entre aire acondicionado, extracción de aire y ventilación, calor y luces encendidas para hacer la producción intensiva.