La situación del expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán, condenado por el caso ERE, puede dar un giro inesperado por motivos de salud. Su defensa, José María Calero, ha acreditado este mismo viernes ante la Audiencia que padece un cáncer de próstata que no puede tratarse en la prisión.
El abogado ha presentado toda la documentación vía telemática 24 horas después de que la Audiencia dictara un auto ya firme en el que le daba diez días naturales de plazo para que ingresara en prisión. El mismo comenzaría a contar este viernes y culminaría el 1 de enero.
Ahora su futuro más inmediato puede cambiar al ser diagnosticado hace escasos días de un cáncer de "alto riesgo" que necesita un tratamiento hospitalario urgente y que no puede tratarse en prisión.
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La Audiencia no ha aceptado ningún recurso de súplica de los ocho condenados por el Supremo. Por tanto, deberán ingresar siete de ellos antes del primer día del año. Sin embargo, ha hecho una excepción con el exviceconsejero de Empleo Agustín Barberá. En concreto, el tribunal le aplaza el ingreso al alegar su defensa que padece cáncer hasta obtener un informe del médico forense.
El objetivo de su defensa es que a Griñán le ocurra lo mismo, es decir que la Audiencia pare el tiempo de nuevo de cara a su ingreso en prisión, una cuestión sobre la que tendrán que pronunciarse en los próximos días.
En el caso de que paralizara su entrada inminente y pidiera un informe forense, este trámite podría conllevar semanas teniendo en cuenta la carga de trabajo que posee el departamento.
En cualquier caso, en en los próximos días, el expresidente tiene que someterse a nuevas pruebas. Por ahora, los resultados médicos arrojan que no tiene metástasis, pero sí necesita el "tratamiento urgente", adelanta El Periódico de España.
[Griñán pide a la Audiencia ampliar tres meses el plazo para su ingreso en prisión por el caso ERE]
En total, el tribunal desestimó los recursos presentados de los ochos condenados al considerar que "no hay dato o circunstancia alguna que permita reformar la resolución dictada".
En el caso de Griñan en concreto, rechazó a su vez la petición de su defensa para aumentar el plazo de ingreso en la cárcel a tres meses para que diera tiempo a tramitarse el indulto solicitado al Gobierno y el incidente de nulidad ante el Supremo.
Sin embargo, el tribunal considera que no existe "ninguna razón" para acordar un aplazamiento del cumplimiento de la pena y no estaría justificado. No obstante, ahora su situación puede cambiar debido a su estado de salud.