La jueza María Luisa Segoviano.

La jueza María Luisa Segoviano. Esteban Palazuelos

Tribunales

Sánchez se queda sin motivos para reformar el TC: los afines al PP dan un nuevo nombre progresista

La candidatura de María Luisa Segoviano, la única magistrada que ha logrado presidir una Sala del Supremo, descoloca a la minoría del Consejo.

23 diciembre, 2022 02:38

El sector conservador del Consejo General del Poder Judicial ha sorprendido a los vocales propuestos por el PSOE e IU con una nueva candidatura al Tribunal Constitucional a la que han incorporado a una magistrada progresista que consideran "imposible de rechazar", María Luisa Segoviano, presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo hasta el pasado 20 de octubre.

La propuesta partió de los vocales Vicente Guilarte y Juan Martínez Moya, que la expusieron durante el Pleno ordinario que celebraba este jueves el CGPJ.

A petición de ellos y de otros cuatro consejeros (Nuria Díaz Abad, Wenceslao Olea, Juan Manuel Fernández y José María Macías), se ha convocado una reunión extraordinaria para el próximo martes con el fin de votar esta candidatura. En ella acompaña a Segoviano el candidato elegido por el sector conservador, César Tolosa, presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.

[El sector conservador del CGPJ se queda a un solo voto de renovar el Tribunal Constitucional]

Las vocales de la minoría Pilar Sepúlveda, Clara Martínez de Careaga y Concepción Sáez han puesto pegas a la celebración de un Pleno extraordinario ese día.

Las dos primeras han aludido a que tenían viajes particulares comprometidos (una objeción que fue criticada por el propio sector minoritario cuando algunos vocales de la mayoría la esgrimieron hace unas semanas, cuando tenían interés en retrasar los nombramientos). La tercera ha manifestado que va a ser una reunión inútil a falta de un acuerdo previo entre los dos grupos del CGPJ.

Consensos

La elección de los dos miembros del TC que corresponde designar al órgano de gobierno del Poder Judicial requiere con la ley vigente una mayoría cualificada de tres quintos, equivalente a 11 votos. Ninguno de los dos sectores tiene tal número de votos, por lo que necesitan algún tipo de acuerdo.

Es la regla del consenso que ha regido desde 1980 esas relevantes designaciones y que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere cambiar ahora para que los nombramientos puedan hacerse por una mayoría simple. Además, se quiere limitar la capacidad de voto de los vocales de modo que sólo puedan respaldar un nombre y no dos.

Con ello se favorece extraordinariamente la posición del grupo de consejeros propuestos por el PSOE e IU y se posibilita la elección de su candidato, el magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Bandrés, rechazado de facto por la mayoría por su "perfil progubernamental".

En el trasfondo está también la batalla por la Presidencia del TC. Los vocales propuestos por el PP dan por seguro que Bandrés respaldará el acceso a ese cargo de Cándido Conde-Pumpido, que es, a su vez, el candidato a presidente que prefiere la Moncloa.

Desde el anuncio de esa reforma -que es la que ha parado cautelarmente el Tribunal Constitucional pero que Pedro Sánchez ha ordenado volver a presentar en el Congreso-, el sector mayoritario del CGPJ quiere acelerar la renovación del TC y evitar la rebaja de las mayorías.

También pretende que del CGPJ salga hacia el TC un perfil progresista más neutral. Primero propuso a Pablo Lucas, que el pasado martes se quedó a un solo voto de ser elegido, lo mismo que le ocurrió a César Tolosa.

Ahora lo va a intentar con una candidata que cree difícil de rechazar. Segoviano es una magistrada de larga trayectoria bien considerada en todos los ámbitos judiciales,  progresista, feminista y que ha transformado la realidad a través de sentencias que han igualado a las mujeres con los hombres en materia de derechos laborales y de protección social.

Es la única mujer que ha logrado ser presidenta de una Sala del Tribunal Supremo. Y su eventual nombramiento para el TC tendría la ventaja añadida de que, al no estar ya en activo en la carrera judicial, no crearía en el TS una vacante que el CGPJ está imposibilitado de cubrir tras la reforma de Sánchez que quitó al Consejo en prórroga la competencia de hacer nombramientos judiciales.

"A ver si tienen el valor de decirnos que no a María Luisa Segoviano", dice un vocal de la mayoría. "No es imaginable qué razones de mérito, capacidad e idoneidad pueden dar para que sólo Bandrés pueda ser el magistrado progresista al TC".

Enrocados en Bandrés

Lo cierto es que la propuesta de Segoviano ha sido mal acogida por el sector del CGPJ afín al PSOE.

Fuentes de este grupo insistían este jueves en Bandrés con el argumento de que "no son los vocales propuestos por el PP los que van a elegir a su candidato y al nuestro".

Desde el sector mayoritario se rechaza ese planteamiento porque "equivale a un simple intercambio de cromos, justo lo que el TC proscribe que hagamos".

"Queremos que los dos nombres sean asumidos por los dos grupos", dicen desde la mayoría, que, en coherencia, aceptaría que la minoría pusiera objeciones a Tolosa y planteara otro nombre.

La salida de Lucas de la candidatura tendrá como efecto que el vocal Enrique Lucas, hermano del magistrado del Supremo, podrá votar en vez de abstenerse y retirarse del Pleno, como hizo el martes.

El consejero propuesto por el PNV no ha desvelado su postura. Puede votar en blanco, ser el voto ocho del sector progresista (al que aún le faltarían otros tres votos) o el voto 11 del sector mayoritario (lo que propiciaría la renovación del TC con Tolosa y Segoviano).

Este último es el escenario que los vocales del PSOE e IU quieren evitar a toda costa. Su opción es aguantar sin nombramientos hasta que Pedro Sánchez logre aprobar su reforma del TC. Ahora ya el cumplimiento del deber constitucional de renovar la Corte de garantías, tan insistentemente recalcado por el Gobierno y por la minoría progresista del CGPJ durante los últimos meses, ha pasado a tener una importancia menor con tal de conseguir que Bandrés llegue a Doménico Scarlatti.