La cárcel propondrá dejar libre por motivos de salud a un consejero de Chaves condenado por los ERE

El mismo día en el que se cumplirán dos meses de su ingreso en prisión, el próximo jueves 2 de marzo, la junta de tratamiento tiene previsto abordar la propuesta para que le sea aplicado el artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario. Dicho artículo permite la clasificación de tercer grado de internos penados con padecimientos incurables, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL.

A punto de cumplir los 77 años el próximo 24 de marzo, la propuesta estará avalada por un informe médico de la propia prisión. No obstante, el facultativo no prevé un desenlace fatal a corto plazo, de acuerdo con su actual estado de salud.

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El dictamen médico sí refleja, sin embargo, valores del antígeno prostático específico (PSA) en el intervalo límite. Según un informe científico, consultado por este periódico, los hombres que poseen estos niveles tienen una elevada probabilidad de padecer cáncer de próstata.

A la espera de los resultados de nuevas pruebas para las que incluso ha tenido que salir de la prisión —las últimas son del pasado mes de octubre—, podría ser pertinente la aplicación de este artículo, especialmente por las circunstancias que lo rodean. Por un lado, debido a su edad avanzada y por razones humanitarias y de dignidad personal, atendiendo también a la dificultad para volver a delinquir y a su escasa peligrosidad.

Viera fue consejero de Empleo de la Junta entre 2000 y 2004 en el gobierno de Manuel Chaves. Está considerado por el tribunal como uno de los autores intelectuales del sistema de pago de los ERE en Andalucía y es uno de los seis exaltos cargos socialistas que entraron en prisión a principios de enero.

En distintas prisiones andaluzas, junto a él lo hicieron Carmen Martínez Aguayo, Antonio Fernández, Francisco Vallejo, Jesús María Rodríguez Román y Miguel Ángel Serrano. Algo que ha marcado un antes y un después en la política andaluza.

Precisamente, Carmen Martínez Aguayo y Miguel Ángel Serrano han sido los primeros en solicitar la revisión de su condena, merced a la reciente reforma del delito de malversación. El objetivo de sus defensas es que se mantenga únicamente la condena a inhabilitación especial.

Los exconsejeros condenados por los ERE Francisco Vallejo y Jesús María Rodríguez. EFE

Del resto de condenados, quedarían tres por ingresar en prisión. Uno de ellos es José Antonio Griñán. El expresidente andaluz aún no está cumpliendo su pena por recomendación del forense, tras alegar el pasado mes de diciembre que padece un cáncer de próstata.

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También ha eludido por el momento el ingreso en prisión, al alegar la misma dolencia, el exviceconsejero de Empleo Agustín Barberá. En su caso, lo hizo antes de que la Audiencia dictara la ejecución de la condena y se encuentra a la espera del informe que decidirá su futuro más inmediato. 

El tercer condenado que aún no ha pisado la cárcel es el ex director general de Trabajo Juan Márquez. El Supremo le rebajó la pena privativa de libertad a tres años y la Audiencia Provincial le dio uno de plazo, mientras se tramita su solicitud de indulto al Gobierno.

La decisión última la tomará un juez

Tras la propuesta de la junta de tratamiento de la cárcel corresponde, posteriormente, a la Secretaría general de Instituciones Penitenciarias la decisión sobre la clasificación de grado de José Antonio Viera, aunque lo normal es que sea aceptada en Madrid.

En cualquier caso, esta clasificación tendría un mero efecto teleológico. Según el artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario, el penado no gozaría de un régimen de vida en semilibertad. El juez de vigilancia penitenciaria tendría que autorizar la suspensión de condena para el disfrute de la libertad condicional. Mientras tanto, permanecerá en régimen de vida ordinario.

Durante este tiempo, según las fuentes penitenciarias consultadas, Viera "se ha adaptado perfectamente" a su nueva vida en prisión, en el módulo 12 de máximo respeto. De hecho, ha llegado a reconocer a los funcionarios que llevaba tiempo preparándose psicológicamente porque sabía que el momento iba a llegar. 

El futuro de Griñán

La situación de Viera podría allanar el camino judicial a Griñán, quien también cumple 77 años el próximo mes de junio. Ambos son los condenados de mayor edad y el expresidente andaluz padece un cáncer de próstata. griñán no llegó a pisar la cárcel después de que la Audiencia de Sevilla acordara aplazar su ingreso en prisión hasta que el expolítico concluya las sesiones de radioterapia.

El expresidente de la Junta José Antonio Griñán durante el juicio de los ERE en una imagen de archivo. EFE

Todo ello, a pesar de que en la cárceles, que dependen del Gobierno, se realizaron 576 consultas oncológicas a lo largo de 2021 y 535 sesiones de radioterapia, según recoge el Informe General de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

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Por el momento, varios ex altos cargos socialistas que ya cumplen condena han sido clasificados en segundo grado. Una circunstancia que suele confirmarse durante los dos primeros meses de estancia en prisión. Es la clasificación de la que disfruta la mayoría de la población reclusa española: se otorga a los condenados que no son considerados peligrosos o con incapacidad para adaptarse a su nueva vida en prisión. 

Pendientes del indulto

Otra cuestión que sigue pendiente es la resolución de la solicitud de indulto parcial que cursaron todos los condenados a finales de verano. Aunque la ley de indulto no establece plazos, el Ministerio de Justicia refiere una media de seis o siete meses para resolver el trámite.

Este plazo se cumpliría el próximo mes de abril, un mes justo antes de las elecciones municipales. No obstante, el expediente puede requerir más tiempo y, en todo caso, depende de la voluntad política.

De hecho, una de las esperanzas de los exaltos cargos socialistas condenado —y de la defensa de Griñán— es que la medida de gracia gubernamental reduzca finalmente parte de su pena de cárcel y, una vez suceda esto, puedan solicitar la suspensión de la misma. En cualquier caso, la clasificación de Viera y su posible libertad condicional podría supeditar el futuro del expresidente.