El Parlamento andaluz ha dado luz verde este miércoles a la tramitación de la ley de la regulación de regadíos del entorno de Doñana con 70 votos a favor de PP y Vox.
No ha habido sorpresas porque la mayoría absoluta del PP aseguraba su tramitación por la vía de urgencia, lo que supone que debería quedar probada definitivamente a mediados de mayo en el más corto de los escenarios o a mediados de julio, coincidiendo con el fin del periodo de sesiones.
No obstante, este primer paso ya ha desatado un nuevo conflicto entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y el Gobierno andaluz. Minutos después, el Gobierno ha anunciado que, una vez que la norma se publique en el Boletín Oficial de la Junta, interpondrá un recurso suspensivo ante el Tribunal Constitucional.
Con estos ingredientes el ambiente ya de por sí estaba muy crispado, ya que la proposición de ley ha recibido duras críticas de la comunidad científica, la Unión Europea y el Gobierno central, pero la diputada de Adelante Andalucía Maribel Mora se ha encargado de crisparlo aún más.
En un momento de su intervención ha cogido un jarro lleno de arena de Doñana, según ha dicho, se ha bajado de la tarima y lo ha vertido en la mesa del escaño del presidente de la Junta, Juanma Moreno, ausente en la sesión plenaria.
"Un poquito de por favor y de dignidad", le ha pedido el presidente del Parlamento, Jesús Aguirre, tras llamarla al orden visiblemente molesto y afearle que lo que había hecho estaba "muy mal" y que era "una falta de educación".
"Se le debe caer la cara de vergüenza", al considerar que se había mofado de la Cámara. El objetivo de la diputada ha sido simbolizar lo que, según ella, va a ocurrir con Doñana si se aplica esta ley: "se va a quedar como un desierto", de ahí la arena que ha llevado.
"¡Cómprese un mono!"
En el transcurso del rifirrafe, el presidente del Parlamento también ha espetado a la diputada de Adelante que "si lo que quiere es llamar la atención, cómprese un mono", algo a lo que Maribel Mora ha replicado acusando a Aguirre de "faltarle al respeto".
Ha sido, momentos después, una trabajadora del servicio de la limpieza del Parlamento la que se ha llevado los aplausos al limpiar la arena de Doñana del escaño de Juanma Moreno.
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Es la segunda vez que un texto sobre este mismo asunto se aborda en la Cámara andaluza, pero ha habido varios cambios respecto a la primera ocasión a finales de 2021. Esta vez el Gobierno como tal sí ha defendido su necesidad para resolver este problema real que tienen estos agricultores.
En cualquier caso, la proposición de ley no garantizaría el agua directamente para los nuevos regantes ni amnistía a ningún pozo ilegal. Será una comisión técnica la que evalúe la situación de cada agricultor.
El agua será superficial
Tampoco que el agua para esas 800 hectáreas saldrá del acuífero de Doñana, sino que será superficial que llegará cuando se finalicen las obras hídricas pendientes, como el trasvase del Tinto-Odiel-Piedras, que dependen del Gobierno central.
La Junta defiende que lo único que sí garantiza este plan es una nueva calificación de los suelos para que cuando culminen esas obras estos agricultores puedan entrar en el reparto de los recursos.
Sin embargo, no hay ninguna fecha encima de la mesa para que finalicen, aunque está aprobado desde el año 2018. De ahí que la izquierda acuse de electoralismo a PP y Vox cuando impulsan esta ley por segunda vez en año y medio, ahora por la vía de urgencia.
"Le importa un comino"
Tras el incidente del jarro de arena el ambiente ha continuado crispado. Especialmente aspera ha sido la intervención del parlamentario socialista onubense Mario Jiménez. A su juicio, la proposición es "una inmensa farsa" impulsada por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Ahora han votado en contra y han registrado una proposición no de ley, pero en la anterior ocasión se abstuvieron abriéndose también un cisma con el Gobierno central.
Lo ha acusado de "manipulación política" porque realmente "le importa un comino la realidad de esas familias, sólo quiere sus votos, aunque los termine de arruinar". Por ello, considera que Moreno "se ha quitado la máscara" y se ha erigido en el referente nacional del "negacionismo ambiental", comparándolo incluso con el vicepresidente de Castilla y León, Juan García Gallardo.
También ha criticado la labor del consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco. A este le ha reprochado que "tiene muy poco mando" y que esta norma apenas tiene apoyo.
Por su parte, la portavoz parlamentaria de Por Andalucía, Inma Nieto, le ha afeado a Moreno su ausencia en el debate, reprochándole que no se puede prometer lo que "no se tiene".
Por su parte, el diputado por el PP Manuel Andrés González ha nombrado uno por uno a varios agricultores afectados, muchos de ellos presentes en la Cámara. "Mírenles a los ojos y ayudémoslos". También ha pedido a la oposición que no mientan ni tergiversen la norma ante Europa.