El Frente Obrero de España ha okupado la antigua sede de Unicaja en la calle Pintor Sorolla de Valencia para convertirlo en un albergue y comedor social denominado “Esperanza Obrera”. El enclave no es baladí. Se trata de la avenida financiera de la ciudad, justo donde se encuentran las sedes sociales de Caixabank y Bankia a nivel nacional.
En dicho espacio, y para sorpresa de los empleados de banca habituales del entorno, tuvo lugar este lunes el primer acto del colectivo que ahora controla el inmueble. Consistió en un reparto de alimentos que generó colas a la entrada del mismo y requirió labores de vigilancia por parte de la Policía Nacional.
Los integrantes del Frente Obrero comunicaron la okupación el pasado 9 de diciembre, días después de haber accedido al mismo. Así lo explica a EL ESPAÑOL Fermín Turia, uno de los miembros de este “partido político”, también célebre por otras acciones como el escrache a Pablo Iglesias en la Universidad Complutense de Madrid o la retirada de algunas de las banderas de España colocadas en la Playa de la Patacona por la Asociación Nacional de Víctimas y Afectados por Coronavirus.
Los miembros del Frente Obrero permitieron este lunes a la prensa acceder al interior del inmueble, donde uno de ellos duerme cada noche para evitar que los desaloje la policía. “Lo intentaron sin éxito 16 agentes el 9 de diciembre por la tarde. Vinieron con palancas y un gato para romper la puerta”, explica.
“Hemos querido recuperar este espacio financiero y de la especulación inmobiliaria para ponerlo a disposición de los más necesitados”, relata Turia. Según precisa el colectivo, el local, que consta de planta baja y una entreplanta, es propiedad de la sociedad Uso Ferrera SL, cuya familia es socia de la embotelladora Coca Cola European Partners.
Quieren alquilarlo
Fermín Turia indica que el Frente Obrero le ha remitido una carta a la propiedad para proponerles el alquiler del inmueble por un precio de 300 euros mensuales. “Es lo que podemos pagar”, subraya. Como era de esperar, la sociedad ha declinado la propuesta de quienes han irrumpido por la fuerza en su local.
Para lograr este complejo propósito han solicitado la intermediación tanto del Ayuntamiento de Valencia de Joan Ribó (Compromís) como de la Consejería de Vivienda de la Generalitat Valenciana que lidera Rubén Martínez Dalmau (Unides Podem). “Ninguno de los dos ha accedido, lo cual nos parece muy hipócrita. Le están dando la espalda a los problemas de la gente”, critica Turia.
¿Y qué planes tiene el Frente Obrero para el local que han okupado? Su intención es convertirlo en un centro de ayuda a los más necesitados. Tal y como muestran a este diario, la antigua recepción del banco sirve ahora de espacio logístico para la recepción de bolsas de productos de primera necesidad y la organización para su reparto. Su intención, no obstante, es convertirlo en un comedor social.
A su vez, el habitáculo que parecía albergar un despacho de dirección es ahora la “despensa solidaria” en la que han almacenado juguetes usados para su reparto de cara a las fiestas de Navidad. Y la planta superior está destinada al albergue, que de momento cuenta con tan solo dos camas pero que esperan ampliar en breve. “Los colectivos antidesahucios nos van a traer más camas”, explica.
En interior del inmueble, donde aún se observan los restos de la imagen corporativa de Unicaja, ha sido redecorado con pancartas del Frente Obrero de España, cartelería de Esperanza Obrera y una bandera republicana. Los tres escaparates de la fachada lucen carteles contra la banca, los desahucios y el desempleo.