“Lo que me voy a reír en casa”. Así anticipó Malú -jurado en el concurso Mask Singer- la sorpresa que se llevaría su pareja, Albert Rivera, al conocer la identidad del camaleón. No era otro que el líder de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, Toni Cantó, que revela ahora la reacción de su expresidente: “Albert se descojonaba. Según me dijo, pensó alguna vez que si alguien del partido estaba en el programa sería Juan Carlos Girauta o yo”.
Así discurre la 'doble vida' de Cantó, a caballo entre los escenarios y la política, dos vertientes que no duda en mezclar cuando le interesa. Tanto es así que, según confiesa a EL ESPAÑOL, quiso ser el camaleón del concurso para enviar en prime time un mensaje político. Descartó el pretencioso pavo real y otro que dice no recordar para escoger al reptil cambiante. “Me pareció una buena metáfora. Cambiar no es malo, lo malo es seguir con políticas del siglo XIX, como hace Podemos”, expone.
El programa de Antena 3 promedió una cuota de pantalla del 23,3% y fue líder absoluto en sus emisiones con más de 2,8 millones de espectadores. Y Cantó, además de “oxigenarse” como artista, aprovechó esta atalaya para disparar su popularidad, proclamar el viraje hacia el centro de su partido y cargar contra sus rivales en la Comunidad Valenciana. “Me llama la atención el cachondeo de la izquierda, de un gobierno que hace bandera de la cultura”, afirma.
No solo participó, sino que llegó a la final y quedó tercero del concurso, que consistía en cantar bajo un disfraz que ocultaba la identidad de los famosos. Solo al ser eliminados mostraban su rostro al jurado, que trataba de desenmascararlos a partir de las pistas que concedían. El valenciano los desconcertó con datos ambiguos, registros vocales muy variados y un perfecto inglés. Fue una de las grandes sorpresas. Nadie llegó siquiera a sugerir su nombre.
Y menos todavía se lo esperaban sus contrincantes en el parlamento valenciano ¿Qué hacer ante un rival político tan peculiar? Compromís optó por la vía fácil cuando se reveló su identidad. La coalición tenía ya listo el tuit contra sus políticas camaleónicas. Le afearon su pasado en UPyD y los pactos del partido naranja con PP y VOX. Pero le sirvieron en bandeja su defensa. Eran justo las críticas que Cantó esperaba para desplegar su argumentario.
“El camaleón es uno de mis animales favoritos, yo he tenido camaleones en mi casa”, afirma Cantó, que insiste en las bondades de “cambiar para adaptarse al escenario”. “En cualquier caso, me parece increíble que me ataquen por mi trabajo. De la única profesión de la que se ha hablado en las Cortes Valencianas desde que yo estoy sea de la mía. Se han metido conmigo por haber trabajado en Canal 9, ahora por hacerlo en este programa… todo por parte de un gobierno teóricamente de izquierdas que siempre está haciendo bandera del arte y la cultura. Parece que, a la hora de la verdad, si no es de su cuerda, no les vale. Son muy sectarios”, replica.
Camaleón el domingo, lunes con Puig
Las grabaciones, según precisa el dirigente, se concentraron en 6 días entre los meses de septiembre y octubre. Fueron unas semanas frenéticas, pues tuvo lugar en la Comunidad Valenciana el Debate de Política General de la autonomía. Además, Toni Cantó y el presidente valenciano, Ximo Puig, iniciaban entonces una ronda de reuniones para la participación de Ciudadanos en los presupuestos autonómicos.
Esto ocurría por primera vez desde 2015, cuando la izquierda valenciana llegó al poder. La formación naranja se alejaba del azul del PP para acercarse al rojo socialista justo cuando Cantó se enfundaba en el disfraz de camaleón. “Algún encuentro tuve con Ximo los lunes al que llegaba después de grabar el domingo”, reconoce.
El dirigente, sin embargo, asegura que no le afectó en su trabajo. “Lo tengo bien compartimentado cuando ocurre esto. La legislatura corta en la que estuve en el Congreso la compatibilicé con la serie Amar en tiempos revueltos. Es una presión añadida, te agotan las horas, pero me oxigena sobre todo”, manifiesta.
Para evitar irregularidades solicitó esta vez a Les Corts Valencianes que le retiraran el complemento salarial por dedicación exclusiva en el parlamento. “Pensé que eso me delataría y que tendría un problema para explicarlo, porque la cláusula de confidencialidad del programa era brutal. Pero nadie me preguntó nada”, agrega.
¿Y qué ocurrirá en adelante? ¿Es Mask Singer el preámbulo de nuevas apariciones en concursos? “No, no es el inicio de una etapa televisiva”, asegura Cantó, si bien reconoce que tiene otros planes artísticos para el presente 2021. “Quiero dirigir una función con personas mayores en la Comunidad Valenciana, me gustaría retomar ese proyecto si lo permite la pandemia”, explica.
Y también quiere seguir cantando. “Espero repetir algo que ya hice con Javier Botella -un crooner y un gran amigo- en la sala Olympia hace 2 o 3 años. Canté con él. Y con la excusa de Mask Singer los dos hemos vuelto a hablar para ver si montamos un pequeño espectáculo, si guionizamos algo y nos hacemos de vez en cuando un bolo, que a mí me vendrá muy bien por salud mental”, cuenta.
Cantó vio la final con sus hijos, a quien el político había inducido a pensar que el camaleón era, precisamente, Javier Botella. La sorpresa fue máxima para ellos cuando descubrieron que se trataba de su padre. “Yo solo se lo había contado a mi pareja, Lorena, y a mi responsable de prensa, Raquel. Nadie más lo sabía. Mis hijos fliparon, se tiraron encima de mí, alucinaron mucho”, relata.