El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, destacó este jueves en Barcelona la necesidad de abordar "tres reformas de Estado que consisten en un nuevo modelo de financiación autonómica, una descentralización en clave federal a través de la institucionalización de la cogobernanza y una reconexión emocional para construir la España de Españas".
Ximo Puig hizo estas manifestaciones en la mesa redonda 'El modelo territorial para mejorar la economía española' organizada en la Ciudad Condal por el Cercle d'Economia. También participaron en el encuentro los presidentes de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; de Galicia, Alberto Núñez Feijoo; y la presidenta de Baleares, Francina Armengol.
Ximo Puig planteó la necesidad de abordar estas tres reformas para corregir las que considera las "cinco grandes disfunciones que sufre el Estado". "Tienen que ver con: la España macrocefálica del centralismo ineficiente; la España unilateral del independentismo; la España divergente de la financiación injusta y del ‘dumping fiscal’; la España invisibilizada; y la España despoblada", según enumeró Presidencia en un posterior comunicado.
Sobre la España divergente, el presidente de la Generalitat Valenciana hizo especial hincapié en la necesidad de "corregir la divergencia de rentas que hay en España". Puso el ejemplo de la Comunidad Valenciana, que "desde 1995 ha ido retrocediendo respecto a la media nacional hasta alcanzar una diferencia de 12 puntos".
Pese a tal circunstancia, se trata de la peor financiada por el Estado. Y para solucionar este escenario el jefe del Consell afirmó que la reforma del modelo de financiación autonómica es una "exigencia absoluta" para lograr que se garantice la suficiencia financiera y la equidad entre los territorios. Sin embargo, el Gobierno del también socialista Pedro Sánchez trasladó esta semana a la autonomía que no piensa acometerla a corto plazo.
"Consenso a la contra"
Puig, más allá del Gobierno central, señaló a las autonomías beneficiadas como responsables de que se perpetúe el actual sistema de financiación, caducado desde 2014. "Hay que sentarse y profundizar en la vía del diálogo, y superar la situación actual del consenso a la contra que parecen tener todas las comunidades autónomas respecto al actual sistema para alcanzar una situación de consenso a favor de una nueva financiación", reclamó.
Ximo Puig también reiteró la necesidad de un nuevo modelo fiscal en España, en cuya elaboración "deben participar todas las comunidades autónomas" y que "debe seguir la senda de armonización marcada por la Unión Europea". En esta nueva fiscalidad, el presidente de la Generalitat exigió -en clara alusión a Madrid- "que no haya espacio para el 'dumping' fiscal".
En su intervención, Ximo Puig apostó por "hallar fórmulas de cooperación para institucionalizar la cogobernanza" en "un nuevo modelo de Estado en clave federal que prime una gestión basada en la subsidiariedad, proximidad y responsabilidad". Además, como parte de esta nueva estructura territorial, el jefe del Consell reclamó "una descentralización real de las instituciones del Estado".
"Hay que superar la crispación y el frentismo", señaló el presidente valenciano en relación al "tercer gran reto al que se enfrenta España", y que consiste, a su juicio, en "la necesidad de trabajar por una reconexión emocional de los territorios con el fin de construir una España de Españas". En este capítulo parece enmarcarse la defensa de los indultos de los políticos catalanes presos realizada recientemente por el dirigente valenciano.