"¿De qué sirve ausentarse de las mesas donde se juegan las partidas del futuro?". Este fue el dardo que le lanzó este martes el presidente valenciano, Ximo Puig, a su homólogo catalán, Pere Aragonés.
La frase la pronunció en Barcelona tras reunirse el lunes con el dirigente de ERC, al que el socialista no logra sumar en su principal reivindicación política: la reforma del sistema de financiación autonómica para corregir el agravio que sufren autonomías como Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana.
Cataluña completaría el arco mediterráneo crítico con el actual sistema de reparto, pero el presidente Aragonés, cuya autonomía no se encuentra entre las infrafinanciadas, no se incorpora a la proclama.Tanto es así que, en el marco de su deriva independentista, no participa en mesas como el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
Puig criticó este posicionamiento. "Nunca pediré renuncias a ideas legítimas, pero es exigible para la gobernanza la ética de la responsabilidad. El pragmatismo no es huir de la utopía. Es, precisamente, avanzar de forma sensata para que esa utopía sea posible", afirmó.
El presidente valenciano subrayó que, en cambio, en la Comunidad Valenciana existe un frente común. "Hemos entendido que debíamos estar unidos tras esa reivindicación", dijo, y destacó "la unidad de los partidos valencianos excepto la extrema derecha" junto a los sindicatos y la patronal.
"Tender puentes"
Puso también en valor que su gobierno ha sido capaz de "tender puentes" con autonomías como Andalucía, Baleares o la propia Cataluña, con reuniones bilaterales para abordar las reivindicaciones comunes. Todo "sin frentismos ni partidismos, acercando posiciones por encima de siglas y de intereses privativos".
Más allá de la financiación autonómica, Ximo Puig reclamó de nuevo la descentralización de las instituciones estatales y advirtió de que "ningún centralismo es inteligente; ni en Madrid, ni en Barcelona, ni en València".
Insistió también en la urgencia del Corredor Mediterráneo. "Ya basta de 'kilómetros cero' en los mapas y en las mentes". "¿Cómo es posible este retraso histórico? Cada día que pasa pierde oportunidades el arco Mediterráneo y pierde España", lamentó.