El inesperado fallecimiento por ahogamiento de una usuaria en una residencia de personas con discapacidad en Alicante, dependiente de la Generalitat, ha vuelto a poner de relieve las carencias que arrastra el centro de mayor tamaño de los tres públicos que hay en la Comunidad Valenciana para personas con discapacidad grave física e intelectual.
Los hechos se produjeron el pasado 12 de mayo, pero no han trascendido hasta ahora. Una usuaria del Centro de Atención a Personas con Discapacidad Psíquica Santa Faz, en la zona de Cabo de la Huerta de Alicante, falleció en el mismo edificio en el que residía al atragantarse y después ahogarse con el envoltorio de una magdalena.
Al parecer, la mujer, de unos 50 años y con una discapacidad psíquica severa, guardó el alimento en un bolsillo y se metió en otra habitación para comérselo a escondidas sin quitar el molde de papel. Pese a los esfuerzos del equipo médico del centro para reanimarla, la residente acabó falleciendo ahogada.
Hasta la residencia también acudió una unidad SAMU, pero los sanitarios que se desplazaron a estas instalaciones públicas tampoco pudieron reanimar a la mujer, según confirmaron a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras del suceso.
La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de Valencia ha abierto una investigación para esclarecer el suceso. Está previsto que se desplace un inspector para que recabe información y elabore un informe, al margen de los datos facilitados por el propio centro, según añadieron a este periódico fuentes de la Administración valenciana.
La repentina muerte ha generado muchísima inquietud entre los familiares de los usuarios porque son muy dependientes y requieren de cuidados especiales y personalizados. Las familias denuncian que ni la dirección del centro ni la Generalitat les ha informado sobre el suceso, y que "la ratio de cuidadores no se cumple".
160 usuarios
El lugar donde se produjo el accidente mortal es un centro de día y residencia que atiende a unas 160 personas con discapacidad de la Comunidad Valenciana -unos 90 residentes internos y algo más de 60 usuarios en el centro de día-.
El centro Santa Faz es el de mayor tamaño de los tres públicos que hay en el territorio valenciano para la atención a personas con discapacidad grave física e intelectual.
La Asociación de Discapacitados Psíquicos del Centro Santa Faz tiene previsto solicitar una nueva reunión con el Gobierno de Ximo Puig para que aclare cómo una mujer con discapacidad pudo esconderse el bollo sin que nadie se diera cuenta, según trasladaron a este periódico.
Además, van a solicitar que se revisen los protocolos para evitar que un accidente así vuelva a suceder y que los alimentos se sirvan sin envoltorios de plástico o de papel. "Estamos muy preocupados porque solo nos comunicaron que fue un accidente inevitable, pero consideramos que si hubiese más personal para quitar los envoltorios de papel o de plástico, esto no hubiese pasado", advierten desde el colectivo.
Las familias de los residentes llevan tiempo denunciando las "deficiencias" del centro y la "desidia" de la Administración valenciana porque afirman que no se cumple con la ratio por usuario o no hay suficientes profesionales contratados. Como ejemplo, citan que hay un fisioterapeuta para 160 personas.
Por otro lado, denuncian que hay partes del centro que están sin aire acondicionado en plena ola de calor y que han sustituido la climatización "por ventiladores que lo único que hacen es mover el aire caliente".
Una situación que califican de "grave", sobre todo teniendo en cuenta que los usuarios son personas especialmente vulnerables al calor y con "una dependencia importante".
La consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas es Aitana Mas, de Compromís. Mas asumió el cargo hace unas semanas tras la dimisión de la exvicepresidenta, Mónica Oltra, por la gestión del caso de los abusos sexuales por el que fue condenado su exmarido a cinco años de prisión.
Desde la conselleria subrayaron que se están tomando medidas para resolver los problemas de climatización y que el informe de la Inspección de la Generalitat determinará las causas en las que se produjo la muerte de la usuaria.
"Escenas desagradables"
No obstante, las quejas respecto a la gestión pública del centro van más allá y las familias llevan meses denunciando que se ha suprimido una de las tres líneas de autobús que lleva cada día al recinto a las personas que reciben tratamiento en el centro de día. Según los familiares, hay usuarios que tardan hasta una hora y media para desplazarse desde Alicante hasta el centro, a unos 5 kilómetros de distancia.
"Muchas de estas personas necesitan pañal porque no controlan sus esfínteres. Todos los días presenciamos escenas desagradables e indignas porque no son capaces de aguantar tanto tiempo", insisten las familias.
El Gobierno valenciano admite las deficiencias en el transporte y parece que las soluciones aún tardarán en llegar por los "problemas" surgidos durante el proceso de licitación.
"Hay ciertos problemas en la licitación del transporte referido a residentes con diversidad funcional, donde encontramos líneas larguísimas o transporte que debe ser adaptado", remarcaron desde la conselleria.
"Existen, por tanto, muchas dificultades para licitar los contratos dado que son muchos los condicionantes para las empresas por el tipo de transporte a realizar". Por el momento se desconoce el plazo en el que volverá a estar operativa la tercera línea de autobús.