La Comunidad Valenciana vivió este lunes la primera gran huelga de médicos en dos décadas. La convocó el Sindicato Médico CESM-CV, apoyado por varias organizaciones. Pero entre ellas no estaban CCOO, UGT ni CSIF. Se trata de "ausencias sonadas, pues se trata de organizaciones que sí respaldaron las grandes marchas en Madrid" contra la gestión de la presidenta Isabel Díaz Ayuso. Así lo lamentan los impulsores, que califican de "esquiroles" a los sindicatos de clase.
En el caso de las importantes manifestaciones que se celebraron en la capital de España, el sindicato convocante fue Amyts, también integrado en CESM. Pero allí los sindicatos de clase sí participaron en unas manifestaciones a las que la presidenta madrileña atribuyó un "sesgo político". Ahora es el Gobierno valenciano (con formado por PSOE, Compromís y Podemos) el que aprecia "electoralismo" en una protesta convocada a pocas semanas de las autonómicas del 28 de mayo.
El Sindicato Médico aseguró, sobre CCOO, UGT y CSIF, que "está muy claro que los problemas que afectan al colectivo médico no les interesa nada". "Ahora, en connivencia con la administración, con el único objetivo de intentar diluir y boicotear las reivindicaciones del Sindicato Médico, y de acallar nuestra voz, van a llevar a la mesa de negociación un calendario de mejoras para todos los sanitarios. ¡A buenas horas!", afeó la organización.
[Ximo Puig afronta la primera gran huelga de médicos en la Comunidad Valenciana en 20 años]
Hubo discrepancias muy importantes sobre las cifras de seguimiento de la primera jornada de la protesta. Se ha celebrado tras fracasar las negociaciones entre la Conselleria de Sanidad y el colectivo, y se prodicirá de nuevo, los próximos lunes hábiles de abril y mayo. La Administración autonómica aseguró que el seguimiento fue de solo un 7,4%, mientras que CESM-CV lo situó en el 70% de los médicos de la atención primaria.
El dato de la administración cae tanto al contemplar la totalidad del colectivo en todas sus áreas, también en las que los servicios mínimos eran del 100%. El del sindicato, en cambio, responde solo al porcentaje de médicos que podían participar en la huelga, excluyendo los servicios mínimos.
En concreto, la Generalitat mandó un breve comunicado en el que explicó que la jornada transcurría "con normalidad y con un mínimo impacto asistencial en el sistema sanitario público". "Según los datos recopilados de los distintos departamentos de salud por parte de la dirección general de Recursos Humanos, el seguimiento de la huelga ha sido del 7,4% de los médicos", manifestó.
Mínimos "abusivos"
Esta no fue, para nada, la versión del CESM. En escrito de respuesta a la Administración autonómica la acusó de haber hecho "una aplicación abusiva de los servicios mínimos, a los que recurre sistemáticamente". "La Conselleria se ha dedicado a designar para servicios mínimos a los miembros del sindicato convocante o la instrucción dada por algunos gerentes a los trabajadores para que acudan a las 8:00 a sus puestos a manifestar si están de huelga o no", lamentó.
"El motivo de la huelga, al igual que en las otras comunidades autónomas, es visualizar por qué nuestra sanidad se está colapsada y en decadencia, cuáles son sus causas y quién es el único responsable de ello", agregó la organización.
"A pesar de todas estas tretas, con las que siempre contamos, el seguimiento está siendo excepcionalmente alto, especialmente en el ámbito de atención primaria, con más de un 70% de compañeros que han secundado el paro, pese al recuento fraudulento y tramposo de la conselleria, que obvia a los compañeros que ha obligado a permanecer en sus puestos de trabajo", replicó el sindicato.
El CESM considera que "es necesario que la opinión pública conozca las condiciones laborales en las que ejercen los médicos de la Comunidad Valencia y el desprecio hacia ellos tienen, y por ende hacia la población que atienden, los responsables de gestionar la sanidad pública".
Equiparación
El Sindicato Médico defiende que tan solo está reclamando equiparar las condiciones laborales de los médicos valencianos "a las de regiones como Murcia, Baleares, Aragón, Castilla y León o Andalucía". Incluso a las que propone la Comunidad de Madrid, donde "no se ha cerrado aún un acuerdo, pero lo que ofrece Ayuso en estos momentos está muy por encima de lo que se ofrece aquí en cuestiones como, por ejemplo, las agendas cerradas de 24 horas para los médicos".
La conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana replica, en alusión a Madrid, al respecto que la situación en la región "no tiene nada que ver". "No se han cerrado urgencias extrahospitalarias, ni planteado abrir consultas sin médico, ni se ha abandonado la sanidad pública, ni se ha recortado en primaria, ni se han tomado medidas privatizadoras, sino todo lo contrario", asevera el departamento, controlado por el PSPV-PSOE.
Para sustentar estos argumentos, arrojan varias cifras. "En 2022 se ha aumentado la plantilla de la Conselleria de Sanidad en 6.007 plazas, un 10%, algo que no ha hecho ninguna comunidad autónoma. De ellas, 1.200 han sido para médicos y 1.600 plazas han ido a reforzar la Primaria", precisan.
"Además, entre 2015 y 2023 hay 13.600 más trabajadores de la sanidad pública contratadas, un 26% más. Respecto a los médicos, se han incrementado casi en 3.000 desde 2015, un 22% más. Y las plazas de formación sanitaria especializada (MIR, etc.) son un 75% más que en 2015 (de 735 a 1.044)", agregan.
"Reivindicaciones básicas"
Pero el Sindicato Médico considera que restan muchas "reivindicaciones básicas" por atender en la Comunidad Valenciana, tales como "limitar el número de pacientes a atender por un médico en su consulta, reclamación aceptada en todas las comunidades autónomas, poniendo un tope máximo de número de pacientes a atender y cómo gestionar el excedente".
"Nos ofertan como una de las soluciones los llamados módulos adicionales, con una retribución al médico de primaría inferior a lo que cobra una enfermera de quirófano por el mismo tiempo de trabajo", manifiesta.
Otra de las peticiones es que "ningún médico se vea obligado a estar la mitad del mes de guardia localizada, sin poder despegarse del teléfono". "O que se le obligue a hacer más de tres guardias presenciales, simplemente porque la conselleria no ha dotado la plantilla de médicos con el número mínimo de efectivos para dar servicio", indicaron las mismas fuentes.
También "que a un médico con más de 55 años que solicite dejar de hacer guardias, porque su salud y su edad no sean las más óptimas para trabajar 24 horas seguidas, no se lo denieguen con el socorrido argumento de las necesidades de servicio", algo que sucede actualmente en departamentos de salud como el de la Marina Baixa.
Las reivindicaciones también pasan por las remuneraciones. "A pesar de que el conseller de Sanidad reconozca públicamente que estamos infrapagados, nos insultan ofreciendo como única mejora incrementos de un euro y medio la hora de guardia, como generosa concesión cuando en toda España se han aprobado incrementos retributivos mucho mayores", lamentan desde el CESM-CV.
También denuncian "que un médico de familia se vea obligado a desplazarse con sus medios para atender a un paciente a 10 o 15 kilómetros de su consulta, en ocasiones a altas horas de la madrugada y, por supuesto, solo, sin importarles su seguridad o si tiene vehículo propio o, simplemente, carnet de conducir". Todo a pesar de que una reciente sentencia obliga a Sanidad a poner a disposición de este personal vehículos con conductor.
Otras reivindicaciones pasan porque "a los compañeros del SAMU, que tiene turnos de 24 horas, no se les abone la dieta como si se hace con otros colectivos". "Y el compromiso de que todas las unidades de SAMU dispongan de médico en todas sus actuaciones", subrayan. "Que, a nuestros MIR, cuyo salario se acerca cada año más al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), no se les abonen los gastos de desplazamiento cuando, para completar su formación, tiene que hacer rotatorios fuera de su hospital", agregan.
Y, finalmente, solicitan "que se implante ya la jornada laboral de 35 horas semanales, como ya tienen instaurada la casi totalidad de las comunidades autónomas, sin tener que esperar dos años para que se reconozca este derecho y, al mismo tiempo, se contemple la jornada laboral de lunes a viernes".