La Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana emitió este sábado un comunicado con el propósito de desmentir la “realidad alterada” que, a su juicio, refleja la carta anónima distribuida por una enfermera del viejo hospital la Fe de Valencia. La nota de prensa, sin embargo, confirma aspectos relevantes recogidos en la misiva de la sanitaria, que fue publicada por EL ESPAÑOL tras contrastar la situación del centro con una decena de sus sanitarios.
La directora de enfermería del Departamento de Salud Valencia-La Fe, Ana Regueira, precisó en el comunicado oficial que la antigua Escuela de Enfermería de La Fe “cuenta con 166 camas y empezó a recibir pacientes Covid el pasado 2 de diciembre, con el principal objetivo de descongestionar la presión asistencial de otros departamentos de salud”.
“Desde entonces ha habido, aproximadamente, 250 ingresos de pacientes Covid”, indicó, y agregó que, “en estos momentos, hay un centenar de pacientes, de los cuales solamente un tercio son leves”. Los dos tercios restantes, en consecuencia, corresponden a pacientes de mayor gravedad. “La inmensa mayoría son personas con más de 80 años que, además, padecen muchas enfermedades asociadas”, indicaron.
De leves a complejos
Tal escenario se aleja de la distribución ideada inicialmente por la propia Conselleria de Sanidad, que habilitó en noviembre este espacio, carente de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), con el propósito de “descongestionar los hospitales de enfermos que no muestren un cuadro clínico complejo”, según informaron.
En efecto, Regueira habla ahora de unas instalaciones que acogen a “pacientes que sufren una enfermedad excepcional, de manera que necesitan una atención también excepcional y compleja”.
El relato de la enfermera anónima alertaba precisamente sobre las dramáticas escenas a las que, según su testimonio, se enfrenta un personal sobrepasado en un hospital ideado teóricamente para casos leves.
“El paciente ha acabado en el suelo muerto y ni nosotros sabíamos cuánto tiempo había estado así”. “Tengo pacientes que me han pedido que los matara, porque no podían soportar estar en esas condiciones”. “Una gran parte de ellos están atados. La justificación es que están desorientados, se quitan la vía y no damos abasto. Pero ¿Hay algo más inhumano y desolador que sujetar a una persona de las muñecas?”, describió la sanitaria.
“Contención física”
Este último aspecto, la necesidad de atar a los pacientes en el teórico hospital para casos leves, también lo confirmó este sábado la Conselleria de Sanidad. “Todas las medidas que se adoptan persiguen proteger al paciente. Por ejemplo, cuando se adopta la decisión de aplicar una medida de contención física, el objetivo es evitar una posible caída o que se quite una vía o una sonda”, reconoció la directora de enfermería del Departamento de Salud Valencia-La Fe.
Ana Regueira añadió que “en este centro se está prestando atención a personas que, por diferentes circunstancias, no pueden regresar a su domicilio”. “En muchas ocasiones, porque sus familias no les pueden prestar los cuidados que necesitan. Los profesionales están haciendo todo lo posible y lo imposible para atenderles de la manera más adecuada”, subrayó.
En definitiva, Sanidad, en línea con la enfermera anónima, describe un hospital que acoge casos de Covid de gravedad, en su mayoría pacientes de avanzada edad. EL ESPAÑOL intentó sin éxito que Sanidad precisara cuántos de los alrededor de 250 pacientes finalmente fallecieron. También si, dada la gravedad de los casos que finalmente acoge este centro, se habilitó una Unidad de Cuidados Intensivos en las instalaciones.
Por su parte, el diputado autonómico del Partido Popular José Juan Zaplana informó este sábado que ha puesto en conocimiento del Juzgado de Guardia de Valencia las “condiciones inhumanas” y las “graves situaciones de desatención de los pacientes” en la vieja Fe. Zaplana subraya que, “tras las consultas con distintas fuentes del ámbito del personal sanitario”, puede “otorgarle veracidad a la carta referida”.
“Profundamente inmoral”
El comunicado de Sanidad aporta también valoraciones de la directora general de Asistencia Sanitaria, Mariam García Layunta. La dirigente considera que tanto la carta de la enfermera anónima como el artículo publicado por este medio ofrecen un “relato engañoso” que, en su opinión, “cuestiona el trabajo y la buena praxis del personal de la sanidad valenciana”.
García Layunta califica el escrito de “poco o nada ético y profundamente inmoral”. Advierte además que la Conselleria de Sanidad “se reserva las acciones legales que, en su caso, correspondan contra todos aquellos que han dado pábulo a un escrito anónimo sin ningún tipo de escrúpulo”.
La dirigente aprovechó para poner en valor “el trabajo de miles de sanitarios y sanitarias que se están dejando la piel para salvar vidas, para amortiguar el efecto de una pandemia que ha infectado a millones de personas y acabado con la vida de muchas”.
“Lo están haciendo como pueden y donde pueden, a costa de su salud, de su vida personal, de un sacrificio inhumano y, desde luego, no son merecedores de historias torticeras, de realidades alteradas, de relatos engañosos, de acusaciones veladas de mala praxis, etc”, agregó.
Por contra, Mariam García Layunta y Ana Regueira no precisan en ningún punto de su comunicado qué “realidades”, “relatos” o “acusaciones” de la enfermera faltan a la verdad. Tanto es así que no tildan de mentira ni falsedad ninguno de los hechos descritos.