No es nada fácil trabajar por los ciudadanos cuando el que manda es Joan Ribó, un alcalde de Compromís que sólo consiguió el 27% de los votos y que gobierna en Valencia gracias al Partido Socialista, demostrando, cada día, que es un dirigente absolutamente sectario. A Ribó le mueven sus ‘filias y fobias’, siempre sobre la base de unos gustos, afinidades y creencias que, lamentablemente, no son las de los valencianos, sino las suyas.
Ribó actúa por ideología y, para lo demás, cito una frase pronunciada por él mismo ante los medios de comunicación: "conmigo que no cuenten" Pues bien, esa expresión espontánea es el lema que lleva tatuado a fuego. Esperen sentados si quieren ver cómo el alcalde se pone del lado de todos los valencianos, no, él gobierna para los suyos y, a veces, de la forma más penosa e inesperada.
Les pondré un ejemplo: ¿recuerdan las manifestaciones violentas en favor de la liberación de Pablo Hasel? Cuando se produjeron en Valencia, el alcalde acusó a la policía de haber llevado a cabo una "actuación desproporcionada". En esos momentos la hostelería estaba cerrada por las restricciones impuestas a causa de la pandemia y ¿dónde estaba el corazón de Ribó? Con el vandalismo que quemaba contenedores y en contra de nuestra Policía.
Volvamos al presente, esta semana una noticia ha dado la vuelta al mundo robando protagonismo a la pandemia. La gravedad de la situación que vive el pueblo cubano ha irrumpido en nuestros hogares con imágenes que no han dejado indiferente a nadie. Bueno, a Joan Ribó, sí. El máximo dirigente de nuestra ciudad ha hecho gala, una vez más, de su insensibilidad selectiva guardando silencio ante la desesperación que viven los cubanos por la dictadura en su país.
En Cuba hay miles de detenidos y desaparecidos, es un país militarizado con los ciudadanos enfrentándose a una situación de represión y de merma de libertades. Los cubanos se han movilizado por todo el planeta pidiendo algo tan básico como libertad y democracia, pero al primer edil le dejan frío las protestas de compatriotas cubanos en Valencia, que algunos días, incluso, se han concentrado justo bajo la ventana de su despacho en la Plaza del Ayuntamiento.
Demuestra muy poca altura no condenando la dictadura y mostrándose impasible ante la desesperación de un pueblo que sufre
Desde esas cuatro paredes el alcalde demuestra muy poca altura no condenando la dictadura y mostrándose impasible ante la desesperación de un pueblo que sufre. Por eso hemos presentado una declaración institucional para el próximo pleno, ya que, para nosotros, el tema cubano merece la unión de todos los partidos políticos. El próximo jueves 29 de julio el alcalde de Valencia tendrá la oportunidad de decir a qué son baila y posicionarse a favor de la libertad o de la dictadura, porque este asunto no permite grises.
La lista de desplantes de Ribó a lo que el común de los mortales consideramos justo es infinita. El pasado 11 de marzo, Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, se le olvidó convocar el minuto de silencio al que está obligado a raíz de un acuerdo plenario que propusimos desde Cs. ¿De verdad que tenemos que ir detrás de él para este tipo de cosas tan incuestionables?
Y mientras todo esto ocurre, mientras se lava las manos sobre todo lo que tiene que ver con la gestión de la pandemia, mientras continúa echando balones fuera, mientras tiene previsto irse de vacaciones la semana antes de la celebración de las Fallas, coloca un monolito en homenaje al 15M en la Plaza del Ayuntamiento. No hace falta que les cuente más.
*** Fernando Giner es portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia.