Diana Morant, Pedro Sánchez y Ximo Puig, en una imagen de archivo. EFE
Sánchez allana el camino a Ximo Puig pero le marca el paso con Diana Morant: "No le consultó su fichaje"
El nombramiento de la alcaldesa de Gandía levanta suspicacias ¿Ha colocado Pedro Sánchez un peón en la Comunidad Valenciana?
17 julio, 2021 01:28Noticias relacionadas
Diana Morant, la socialista elegida por Pedro Sánchez como ministra de Ciencia e Innovación, es una dirigente afín a Ximo Puig. Así se ha encargado de subrayarlo esta semana el entorno del presidente valenciano, pero con cierta cautela. La hasta ahora alcaldesa de Gandía fue una de las jóvenes dirigentes por las que apostó Puig para recuperar instituciones en 2015. Pero Sánchez, con una sola llamada, ha dado más a Morant de lo que Puig siquiera podía ofrecerle: toda una cartera ministerial. Y lo hizo, además, sin consultar a líder autonómico.
"Diana Morant será leal a quien la ha nombrado, por encima de todo", comentan a EL ESPAÑOL fuentes próximas a la dirigente. La frase parece una obviedad. No podría ser de otra manera. Pero implica un cambio. Porque en la Comunidad Valenciana el socialismo está dividido en dos grandes familias: los afines a Ximo Puig y los partidarios de José Luis Ábalos. Morant, hasta hace una semana, se encontraba entre los primeros. ¿Pero dónde se encuentra ahora?.
Sobre el papel, la aparente caída en desgracia de Ábalos allana el camino a Ximo Puig en el PSPV-PSOE. Su máximo adversario era poderoso por tres razones ahora disipadas: su estrecha relación con Pedro Sánchez, su todopoderoso cargo de secretario de organización del PSOE, y el de ministro de Transportes, una cartera de gran impacto en las políticas del Ejecutivo en la Comunidad Valenciana. Todo parece haberlo perdido.
Tal circunstancia, unida a la entrada de Morant en el Ejecutivo, aparenta un gran rédito político para Puig tras los cambios introducidos por Sánchez. Pero entre los socialistas valencianos ya circula la misma suspicacia que en resto del Estado. ¿Ha realizado Sánchez estos movimientos para colocar peones en determinadas autonomías?. "Diana no está en esas cuestiones", afirman las mismas fuentes consultadas por este medio. "También se puede ver en sentido opuesto, puede convertirse en una figura emergente que estreche lazos entre Puig y Sánchez", agregan.
Pero el nombramiento de Morant no ha respondido a una selección compartida. "No le consultó su fichaje", trasladan a este periódico desde el entorno del presidente. En concreto, la hoy ministra de Ciencia recibió una llamada de Sánchez para acudir a Madrid y, en su visita a Moncloa, sin necesidad de consultarlo con la almohada, trasladó su plena disposición al presidente del Gobierno.
Este le confirmó su nombramiento por teléfono, hace hoy una semana, el sábado en el que echaron humo los teléfonos de los ministros salientes y entrantes. Se desconoce si Morant tuvo la cortesía de avisar previamente a Puig, antes del anuncio oficial.
¿Relevo de Puig?
Apenas lleva unos días y es pronto para elucubraciones. La inesperada caída de Ábalos da buena cuenta de que tan pronto uno es ministro de Sánchez como pasa al ostracismo, sin solución de continuidad. Pero la caída de la principal figura del 'sanchismo' en valencia dirige ahora las miradas hacia Morant, incluso como posible sucesora de Ximo Puig.
El presidente valenciano tiene 62 años, y su relevo es uno de los grandes retos que afronta el PSPV-PSOE. No es fácil hallar un sustituto para el dirigente que arrebató el poder a la derecha tras años de hegemonía y que logró en 2019 revalidar la mayoría de izquierdas.
Morant, ingeniera de telecomunicaciones de 41 años, emerge de repente como una posibilidad. Tendrá visibilidad. Será la responsable de comandar el Ministerio de Ciencia en una época de gran inversión en la materia, por la llegada de fondos europeos y el foco en la investigación tras el shock mundial de la pandemia.
Un buen momento para comprobar el rol que Pedro Sánchez quiere para Morant en el partido será el 40 Congreso Confederal del PSOE, que se celebrará precisamente en Valencia el próximo mes de octubre. Su protagonismo en el evento y en el discurso de Sánchez será el mejor termómetro.
