El consejero de Sanidad de la Xunta de Galicia, Julio García Comesaña, ha detallado este miércoles que la decisión de limitar a un máximo de cinco personas las reuniones en toda la comunidad se debe a que “cerca de un 90% de los brotes se producen en reuniones familiares o del entorno de confianza”.
Asimismo, el consejero ha avanzado que los servicios jurídicos de la Xunta están trabajando en fórmulas para que la vigencia de las medidas restrictivas pase de siete a catorce días. Mientras tanto, las restricciones anunciadas este martes y detalladas este miércoles entrarán en vigor la medianoche del miércoles al jueves y estarán activas durante la próxima semana.
Pese a que el número de casos activos registrado hasta este martes se acercaba a cifras de la primera ola, la capacidad asistencial de la comunidad “se mantiene intacta” y el porcentaje de ocupación hospitalaria “no preocupa”, mientras que la situación sigue siendo “mejor que la de la media de España”.
Preocupa Santiago
En paralelo a esta decisión de limitar las reuniones a un máximo de cinco personas en toda la comunidad, el comité clínico que asesora al Gobierno gallego también tomó la decisión de prohibir las reuniones de personas no convivientes en Santiago de Compostela y en la localidad vecina de Milladoiro, en Ames (La Coruña).
La capital gallega ha registrado a lo largo de los últimos siete días una incidencia acumulada de 198,4 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra superior a la de Orense, donde se mantienen todas las restricciones impuestas a lo largo de las últimas semanas.
En todo caso, la directora general de Salud Pública, Carmen Durán Parrondo, ha descartado que exista transmisión comunitaria en el área sanitaria de Santiago, toda vez que la mayoría de los brotes están localizados y el porcentaje de casos “huérfanos” es bajo.
Santiago y Milladoiro también pasan al nivel tres de restricciones, lo que implica el cierre del interior de los bares y restaurantes y la reducción al 50 % del aforo en las terrazas, así como en otro tipo de actividades.
O Carballiño
La situación también preocupa en el área de O Carballiño -que incluye O Irixo y Boborás-, en la provincia de Orense, donde se observa “una tendencia creciente” a pesar del confinamiento perimetral, por lo que se ha tomado la decisión de cerrar toda actividad no esencial.
Tras registrar 236 casos en los últimos catorce días y 109 durante la última semana, todos los establecimientos que acogen espectáculos, gimnasios, estadios, museos, bibliotecas, bares o restaurantes tendrán que cerrar, pudiendo estos últimos abrir tan solo para realizar entregas o domicilio o para preparar comida para su recogida en el local.
García Comesaña ha lamentado que en O Carballiño, a pesar de haber puesto en marcha “medidas importantes, el mayor paquete hasta ahora”, estas “no se están cumpliendo”, tras lo que ha relatado que, según facultativos de la zona, “se ha visto a personas que habían dado positivo en un test PCR tomando algo en una cafetería ayer mismo”.
A pesar de que sus datos no son “especialmente malos” y la situación reviste “una gravedad menor”, el comité clínico también ha decidido confinar perimetralmente los municipios ourensanos de Verín, Vilardevós y Oímbra, en los que se han registrado 86 casos en los últimos catorce días y 51 en los últimos siete.
Por último, el doctor Pedro Rascado, miembro del comité clínico, ha llamado a “mirar a la cara al virus” y a tomar “todas las medidas que haya que tomar a nivel colectivo e individual” para que los contagios no se sigan produciendo, así como a reflexionar sobre “cuántas veces cada día nos sacamos la mascarilla en situaciones en las que no deberíamos hacerlo”.
Del mismo modo, el doctor Sergio Vázquez, también integrante del comité clínico, ha llamado a la ciudadanía a conformar "entornos burbuja" para evitar la propagación del virus.