El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este lunes que buscará que la LOMLOE, la conocida como Ley Celaá, tenga "la más mínima aplicación posible" en el marco de las competencias del Gobierno autonómico, toda vez que es "una mala ley" que tiene una visión "reduccionista" de la sociedad española y "divide".
"Nosotros no compartimos esa ley y vamos a seguir aplicando en la medida de lo posible la normativa educativa gallega actual, salvo que, por imperativo legal, haya algún precepto de obligado cumplimiento", ha apuntado Feijóo en declaraciones a la prensa tras un acto en Pontevedra.
Con respecto al contenido de la norma, el presidente gallego ha insistido en que la comunidad mantendrá la "riqueza lingüística" actual y seguirá contando con "dos idiomas y no uno solo", a la vez que "seguirán existiendo los conciertos", se distinguirá "entre aprobar y suspender" y la renta familiar "no será factor determinante para decidir si un hijo tiene que estar en una escuela privada o pública".
"Creemos en la calidad educativa, creemos en el plurilingüismo, en el bilingüismo cordial y creemos en la libertad de elección de los padres; en lo que no estamos de acuerdo para nada es que solamente pueda mandar a un colegio privado aquella familia que tenga dinero", ha zanjado.
En este mismo sentido se ha manifestado el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, quien ha dicho no tener dudas de que la Ley Celaá se cumplirá en Galicia, "como en otras comunidades", ya que "estamos en un Estado de derecho".
El consejero de Educación y Cultura, Román Rodríguez, ve esta ley como "una oportunidad perdida" por parte del Gobierno central que "pone en riesgo los grandes avances" de los últimos años.
Sobre la aplicación de la norma, Rodríguez ha precisado que el Gobierno gallego ajustará y adaptará "las debilidades" que pueda incluir la norma, a la vez que mantendrá la línea de trabajo y el modelo que el Informe Pisa avala como "el más equitativo".