El sector pesquero de Galicia es el más perjudicado de España por los efectos del acuerdo para la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE): de las pérdidas de 54,3 millones de euros y 4.318 toneladas que estima la Confederación Española de Pesca (Cepesca), la práctica totalidad recaerá sobre la flota gallega, con más de 70 buques operando en aguas británicas.
Un informe de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) elaborado a petición de la Xunta de Galicia cifraba en 533 millones de euros el impacto socioeconómico de un 'brexit' sin acuerdo, un escenario al que finalmente no se ha llegado: Reino Unido ha accedido a mantener el reparto de las cuotas hasta 2026 a cambio de un 25% de las capturas.
Así, durante los próximos cinco años y medio se mantendrá una situación muy similar a la presente en lo relativo a las capturas, más allá de esa pérdida de una cuarta parte de las capturas. Pasado ese periodo de transición, el sector pesquero europeo se encontrará en el mismo escenario que en un 'brexit' sin acuerdo: teniendo que negociar año a año las condiciones para entrar y pescar en aguas británicas.
Al mismo tiempo, la flota británica dispondrá de una ventaja competitiva adicional: no tendrá que someterse a las restricciones de la Política Pesquera Común como la prohibición de los descartes, todo un quebradero de cabeza para el sector pesquero gallego en los últimos años.
En todo caso, el alcance exacto para el sector pesquero gallego del acuerdo, que consta de 1.255 páginas, está todavía por determinar. Para ello, la Xunta de Galicia ha encargado dos informes: uno técnico-administrativo a la Fundación MarInnLeg para evaluar el impacto en la actividad extractiva y en la comercialización y otro centrado en las implicaciones jurídicas al Instituto de Estudios Europeos Salvador de Madariaga de la Universidade da Coruña (UDC).
Reacción política
Este contexto es el que ha protagonizado la reunión mantenida este viernes entre el ministro de Agricultura y Pesca del Gobierno de España, Luis Planas, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y su consejera de Mar, Rosa Quintana, un encuentro en el que se han enfrentado dos visiones contrapuestas del acuerdo.
"Oye, puede ser peor" fue la frase con la que -según Núñez Feijóo- el ministro valoró el acuerdo, fruto de una negociación "compleja y dura" en la que el Ministerio buscó "limitar la afectación" a la presencia de la flota española en aguas británicas, donde podrán "continuar su actividad".
Así, y pese a las críticas de la Xunta de Galicia a la negociación del acuerdo y su resultado, Planas ha descrito como "grata y productiva" la reunión entre las dos administraciones. "Queda mucho por delante, pero quiero mandar, siempre de la mano de la Xunta, un mensaje al sector pesquero de que lo estamos apoyando", ha apuntado.
Por el contrario, el presidente gallego ha puesto el acento sobre la "buena negociación" de los británicos, que ha concluido en un acuerdo "preocupante" para el sector en Galicia.
"Nos gustaría dar buenas noticias y decir que estamos muy satisfechos con las negociaciones del 'brexit', pero la verdad es que no lo estamos; la pesca ha sido la última parte del divorcio y cuando se deja algo para el final es porque una parte tiene interés en ello", ha sentenciado en una rueda de prensa ofrecida junto al ministro.
Ante este escenario, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) también viene de presentar una batería de iniciativas en los distintos parlamentos -autonómico, estatal y europeo-, empezando por la declaración de Galicia como zona "altamente dependiente" de la pesca, lo que le daría una posición ventajosa en la renegociación de las "insuficientes" cuotas frente a países "que no consumen las que tienen asignada".