El Juzgado de Primera Instancia número seis de Santiago de Compostela ha ordenado en sendos autos que se le suministre la vacuna a dos usuarios de residencias de mayores que habían expresado su negativa a recibirla: un anciano que se había negado a recibir la inmunización y una usuaria cuya tutora había rechazado el tratamiento.
El magistrado -especializado en Familia- ha autorizado el suministro de la vacuna a este primer interno pese a su negativa debido a que "carece de capacidad natural actual para comprender el alcance de la intervención médica pautada", por lo que se debe atender el consentimiento informado por sustitución prestado por la entidad tutelar, la Fundación Pública Gallega para la Tutela de Personas Adultas (Funga).
La exploración judicial del interno de la residencia, de acuerdo con el auto del juez, constata "la total ausencia de capacidad de decisión, en particular en relación a la necesidad o conveniencia de que le sea administrada la vacuna".
En el otro caso, el juez ha estimado la solicitud del Ministerio Fiscal para que se le suministre la vacuna a una interna pese a la negativa de su tutora legal "en el exclusivo interés de la paciente".
"La vacuna evita el riesgo de contraer la enfermedad e incluso de morir y permitirá a la paciente, una vez alcanzada la inmunidad, disfrutar de un mayor régimen de estancias y comunicación con sus familiares y allegados, atenuando la grave y continuada separación del entorno más inmediato que padecen nuestros mayores desde marzo de 2020, con presumible menoscabo de su bienestar emocional", concluye el juez.
Estos dos autos llegan una semana después de que el Juzgado de Instrucción número dos de Santiago se convirtiese en el primero de España en obligar a vacunar contra la Covid-19 a una anciana de 84 años interna en una residencia de mayores pese a la negativa de su hija, que había alegado "posibles efectos secundarios".