La Fiscalía de Vigo ha pedido este lunes una pena de nueve años de prisión para Juan Paulo Giménez, hermano mayor de Sinaí Giménez -conocido como rey de los gitanos de Galicia-, por presuntamente haber irrumpido en mayo de 2019 en una pedida de mano del clan rival de los Zamoranos en el municipio pontevedrés de O Porriño efectuando varios disparos, hiriendo a dos jóvenes.
De acuerdo con el relato del Ministerio Público, los hechos habrían ocurrido en la madrugada del 19 de mayo de 2019, cuando Juan Paulo habría acudido a la citada pedida de mano en un multiusos de O Porriño acompañado por el otro acusado, Rafael G.F., "con la intención de menoscabar la integridad física de las personas que allí se encontrasen".
Así, Juan Paulo habría entrado armado con una pistola con calibre 9 milímetros y, tras situarse en el pasillo de entrada del local, "apuntó y disparó hacia el techo y hacia delante", vaciando el cargador para después huir en un vehículo conducido por su cómplice.
Dos de las balas "rebotaron" en el techo e impactaron a una joven de 15 años, que recibió un disparo en la cara, y a otro de 18 años, que sufrió un impacto de bala en el omóplato.
La Fiscalía pide para cada uno de los acusados dos años de prisión por un delito de tenencia ilícita de armas y otros cinco años por dos delitos de lesiones, a la vez que les solicita abonar indemnizaciones por valor de 67.700 euros: 33.100 euros para la menor que recibió un disparo en la cara y 24.600 para el joven que recibió un balazo en el hombro.
En el caso de Juan Paulo concurre la agravante de reincidencia, toda vez que ya había sido condenado a año y medio de prisión en 2014 por un delito de lesiones. El hermano de Sinaí Giménez se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza por estos hechos desde el pasado mes de octubre, cuando fue detenido tras estar en busca y captura desde mayo de 2019.
Guerra de clanes
Los Zamoranos y los Morones mantienen desde hace años un enfrentamiento, en el que se han vivido varios episodios de tensión: en 2014 la familia de los Morones decretó la expulsión de Galicia de los Zamoranos, aunque luego se llegó a un pacto para su regreso y para buscar una convivencia pacífica.
La tregua no duró demasiado y en octubre de 2015 varios vehículos de feriantes fueron tiroteados en la VG-20, sólo unos días después de que se produjera una reyerta entre Morones y Zamoranos en el mercadillo de Cangas (Pontevedra). Los incidentes se reprodujeron también posteriormente en la feria de Redondela.
Además, de estos incidentes, varios miembros de la familia de los Morones fueron juzgados y condenados por causar altercados y agredir a un abogado a las puertas de los juzgados de Tui en abril de 2014. En esa causa también fue investigado Juan Paulo, pero cuando se celebró el juicio -tras varios aplazamientos-, estaba fugado y no se presentó.
La autodenominada familia real gitana de Galicia y algunos allegados están siendo investigados por un juzgado de Cangas por varios delitos -amenazas, blanqueo y coacciones- relacionados con la extorsión a otros feriantes.