Recordar el nombre de un pueblo o de un municipio a veces no es sencillo, pero si hablamos de un nombre peculiar o divertido, puede quedarse mejor en la memoria. La Comunidad de Madrid cuenta con zonas llenas de historia con monumentos curiosos de visitar que aglutinan acontecimientos históricos.
Una de las características de la región es la curiosidad de algunos de los nombres de los pueblos aledaños a la capital. En su listado se encuentran varias hazañas peculiares que hacen memorables sus extraños nombres.
Sin duda, las personas que vivan en estas poblaciones pueden recordar con gracia el nombre de esta localidad. Ya que, se trata de unos lugares llenos de anécdotas y diversión que dejan nombres memorables.
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Así, se gesta el origen de mucho de los nombres de los pueblos que son raros de pronunciar. Pero, cabe destacar que en muchas ocasiones es difícil distinguir el mito de la realidad.
A continuación, te vamos a contar cuáles son los pueblos de toda la Comunidad de Madrid con los nombres más extraños y divertidos.
1. Las hadas de Villaviciosa de Odón
Villaviciosa de Odón tiene 28.152 habitantes, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) actualizados en 2022. Ubicado a 27 kilómetros del centro de Madrid, este municipio destaca por su vegetación y su cultivo.
"En Villaviciosa de Odón, en cada casa, un ladrón, y en casa del alcalde, dos", es uno de los refranes que se utilizan en Villaviciosa de Odón. Sin embargo, otro de ellos sí que favorece a sus habitantes: "En Villaviciosa, la hay hermosa, la arboleda, que no las mozas". Este pueblo aparece con una leyenda sobre su origen en Las hadas de Villaviciosa de Odón, escrita por María Luisa Gafaell, donde se muestran ilustraciones del pintor Benjamín Palencia.
2. Los cuatro cerros de El Molar
El pueblo de El Molar, en la sierra norte de Madrid, es conocido por sus cuatro cerros casi simétricos. Su nombre hace referencia a los asentamientos del casco urbano desde donde se puede ver una similitud a vista de pájaro de una muela.
Otra de sus curiosidades son los pasadizos subterráneos donde se conserva el vino del municipio justo en los cerros. En la Comunidad de Madrid, existen pocos pueblos como El Molar, donde se albergan bodegas y cuevas. Además, se cree que una de las cuevas fue construida por los árabes.
3. La venta de Valdemanco
Valdemanco está situado al norte de Madrid y tiene 1.033 habitantes, según el INE de 2022. En plena sierra de Guadarrama este pequeño municipio cuenta con una leyenda.
El manco Juan Valdés, según describe la historia del pueblo, levantó una venta formada por caminos que la población empezó a denominar como la venta del manco. Por ello, el pueblo conserva parte de este nombre en la actualidad.
4. La dueña de Redueña
En la sierra norte de Madrid se encuentra Redueña, un pueblo que tenía su propia dueña. Sin embargo, llegó a tener un juicio para esclarecer la autoría de la zona. El juez dio la razón a la propietaria que manifestó que ahora sería "redueña" del pueblo.
Su apodo 'cigueño' tiene origen en una leyenda que cuenta que en el momento en el que el cura estaba dando misa, una cigüeña dejó caer una serpiente. La historia señala que desde ese momento ninguna cigüeña se ha dejado ver por las calles del pueblo.
5. Los cenizos de Cenicientos
El nombre de Cenicientos se remonta a la etapa de la Reconquista, cuando el rey pidió guerreros y armas para combatir a los musulmanes. La leyenda explica que cuando preguntó al representante de Cenicientos si podía llevar cien lanzas, el rey respondió: "con cien y cientos puede contar, su Majestad".
Con esta frase se compuso el nombre del pueblo que tenía un componente de la palabra 'ceniza'. Otra de sus curiosidades es su gentilicio: "cenizos", "los de Rusia la Chica" o "patanes".
Las zarzamoras de Valdemorillo
El nombre de Valdemorillo tiene origen árabe y se vincula con los restos arqueológicos que se relacionan con la Edad de Bronce, el Imperio romano y la época visigótica. Sin embargo, su nombre previo fue Valle del Morillo o Valle de las Zarzamoras.
Se denominaba así porque "Valle" hacía alusión a su ubicación, ya que alrededor hay uno y "Morillo" porque estaba ocupado por jefes musulmanes. De hechos, los cristianos podían haber nombrado al pueblo del sur de la Comunidad de Madrid como "Valle del Morillo" por los habitantes musulmanes.
6. Los ahumados de Villanueva del Pardillo
Este pueblo tiene también su historia especial porque inicialmente existía el municipio El Pardillo, que sería fundado por un habitante de El Pardo. Tras la Guerra Civil de España, la zona tuvo que ser reconstruida y fue ahí cuando pasó a denominarse por su nombre actual.
Sin duda, uno de los nombres que más destaca es su gentilicio. A sus habitantes se les conoce como 'ahumados' por varias creencias: un incendio en la iglesia, la ubicación del pueblo entre dos cerros o que se tapa por el humo de las viviendas.