Un hotel de Madrid se ha convertido en el 'búnker' donde los cuatro concejales de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Murcia han decidido recluirse durante las 48 horas previas al Pleno, previsto este jueves, en la capital del Segura, y donde -salvo ‘tamayazo’ de última hora- el PP acabará en la bancada de la oposición a través de una moción de censura pactada entre Cs y PSOE. “No podemos decir en qué hotel estamos: esto es alto secreto por seguridad”, explica el portavoz naranja en el Consistorio murciano, Mario Gómez.
“Hemos pedido una habitación con cuatro camas para no separarnos”, ironiza el líder de Cs en conversación telefónica con EL ESPAÑOL para rebajar tensión al asunto, aunque la cosa no está para bromas. “Estamos recibiendo insultos, difamaciones, injurias y amenazas por las redes sociales, a través de troles: perfiles falsos. En Twitter, ya ni leo los mensajes cuando llegan a 99 porque lo cierro". De hecho, hasta se ha reforzado la presencia policial en los entornos de las viviendas de los familiares de los cuatro concejales de Ciudadanos en Murcia después de que los ediles decidiesen este martes poner tierra de por medio aislándose en Madrid.
“La gente quiere que esto pase ya, que se vote la moción de censura”, admite Gómez. La presión es máxima sobre los ediles naranjas porque si uno de ellos se abstiene o vota en contra, no saldría adelante la moción contra el PP en el Ayuntamiento de Murcia, con lo cual se volvería a sufrir un varapalo político de proporciones bíblicas como ocurrió la pasada semana en la Asamblea Regional.
El episodio vivido en el Parlamento, provoca que un sudor frío recorra la frente de los líderes de ambas formaciones, Inés Arrimadas y Pedro Sánchez, después de que los votos de tres diputados tránsfugas de Ciudadanos y los tres parlamentarios expulsados de Vox diesen al traste con la iniciativa de PSOE y Cs para hacerse con el Gobierno de la Región.
Por la capital del Segura circulan rumores de todo tipo en los días previos a este Pleno histórico, ya que sacará al Partido Popular de La Glorieta después de 26 años de hegemonía. A pie de calle se escucha que el sufragio de un concejal naranja tránsfuga cotiza a 400.000 euros, que según la rumorología serían aportados por varios empresarios. También se especula con ofertas de tipo político: votar en contra de la moción de censura, a cambio de seguir dos años más en el equipo de Gobierno del Ayuntamiento, con una liberación, y en la próxima legislatura cuatro años en algún cargo. Sin embargo, Mario Gómez declina opinar: “No vamos a decir nada”.
Videollamada en la gasolinera
Este martes, el portavoz de Ciudadanos, junto a los ediles Pedro José García Rex, Francisca Pérez López y Juan Fernando Hernández Piernas, decidieron desplazarse en dos vehículos a la capital de España para 'confinarse' -políticamente hablando- en un hotel madrileño. El objetivo del viaje era doble: alejarse de la presión que están recibiendo para que no prospere la moción y mantener reuniones de trabajo con la dirección nacional del partido de Arrimadas.
“Los cuatro concejales estuvimos hablando de que teníamos que trabajar el programa político para estos dos años, la reestructuración de las concejalías en el Ayuntamiento y reunirnos con la organización del partido, así que decidimos subir a Madrid para evitar las videoconferencias”.
La ‘gran evasión naranja' comenzó en la mañana de este martes. Durante el viaje en coche, hicieron un alto en el camino en una estación de servicio para mantener una videollamada. Al otro lado de la pantalla estaban la coordinadora de Cs en la Región de Murcia, Ana Martínez Vidal, y el secretario general de los socialistas murcianos, Diego Conesa, así como el futuro nuevo alcalde, el portavoz del PSOE, José Antonio Serrano. "En esa parada hemos intercambiado ideas sobre líneas estratégicas del documento que firmaremos antes de la moción de censura".
Una vez llegaron a la capital de España se reunieron con la dirección del partido.“Nos dieron mucho ánimo para recuperar nuestro espacio en Murcia, que hoy es más necesario que nunca”. Después de ese encuentro se fueron de la sede de Ciudadanos al 'búnker': el hotel. Allí estuvieron trabajando en futuros decretos hasta que por la noche se relajaron cenando. Por supuesto: los cuatro ediles compartieron mesa y mantel. Mario, Francisca, Juan Fernando y Pedro José esta semana son la sombra los unos de los otros: en Cs no se admiten sorpresas tras lo sucedido con Isabel Franco, Francisco Álvarez y Valle Miguélez, que llegaron a la Asamblea Regional como desertores naranjas y miembros del Consejo de Gobierno del PP.
Miércoles de vuelta a Murcia
Este miércoles, a primerísima hora de la mañana, sonó el despertador, y otra vez los cuatro ediles a desayunar bien 'junticos'. En el vestíbulo realizaron un pequeño briefing, donde los concejales se hicieron una foto que han facilitado a EL ESPAÑOL, y posteriormente se trasladaron a la sede de Ciudadanos para seguir trabajando.
- Mario, ¿este jueves no habrá tránsfugas en su partido como ocurrió en la Asamblea Regional y votarán a favor de la moción de censura en el Ayuntamiento de Murcia?
- Hemos hecho una moción de censura que está más que debatida, consensuada y justificada: es una herramienta democrática. No hay fisuras. Lo he dicho por activa y por pasiva: esto no es un capricho. A lo largo de este año, se han puesto de manifiesto una serie de irregularidades en el Ayuntamiento, y el alcalde ha mirado para otro lado. No ha querido tomar medidas internas para que se depuren responsabilidades, a pesar de nuestras reiteradas comunicaciones interiores. Nosotros no queríamos judicializar la Administración pública ni poner denuncias, solo buscábamos que el Ayuntamiento fuese transparente. Llevábamos un año detrás de esto y lo único que hemos obtenido ha sido el silencio a nuestras demandas. Ellos han ido a machacarnos y difamarnos hasta que llegó el escándalo de las vacunas y la investigación de la UDEF de los contratos y se pusieron en contra de Ciudadanos. Todo esto ha motivado una falta de confianza: las prioridades del PP no son las que necesita Murcia en esta crisis.
- Ciudadanos todavía es el socio de gobierno en el Consistorio del alcalde, José Ballesta. ¿El regidor popular se ha puesto en contacto con usted para evitar la moción?
- Él hace muchos meses que no contesta a mis mensajes ni contesta a mis comunicaciones interiores. No ha tenido nunca interés en gobernar en coalición y mucho menos trabajar en unidad de acción. Él solo está haciendo una huida hacia delante para lavar su imagen: nunca ha tenido interés en llegar a algún acuerdo con Ciudadanos.
Este miércoles, a una hora indeterminada, los ediles murcianos de la formación naranja regresarán de Madrid para pasar en Murcia la noche previa al Pleno. La sesión de este jueves se prevé de alto voltaje, a la vista de lo que se juega no solo el PP, también Vox: en caso de que la moción llegue a buen puerto perderán una veintena de pedanías y barrios a lo largo del término municipal murciano.