La fracasada moción de censura ha condenado a Murcia a vivir instalada en un bucle de reproches políticos. La segunda sesión del Debate del Estado de la Región ha sido un buen ejemplo de ello, con discursos durísimos por parte de los líderes de la oposición: Diego Conesa, del PSOE, y María Marín, de Podemos. Desde el atril de la Asamblea Regional, ambos han coincidido en recurrir al término "cortijo" para definir el modelo de gestión del PP al frente del Gobierno regional después de salvar la presidencia de Fernando López Miras con un acuerdo con tránsfugas de Cs y expulsados de Vox.
Hoy era el turno de intervención de los grupos parlamentarios para ofrecer la réplica al discurso que realizó este martes el presidente, López Miras, y el guion ha sido el esperado. Tanto Ciudadanos como Vox han sido fuego amigo para el PP mientras que Conesa y Marín han protagonizado varios paralelismos en sus discursos contra el líder de los populares murcianos. Uno de ellos ha sido reprochar la negociación con los diputados naranjas y de extrema derecha para tumbar la moción de marras.
"La moción de censura nos ha enseñado que para determinadas personas un plato de lentejas vale más que su firma", tal y como ha reprochado el líder socialista Diego Conesa clavando la mirada en López Miras: "En democracia las mayorías se ganan en las urnas y no en las cloacas de San Esteban. Ya no existe en esta Cámara el juego de mayorías y minorías que garantizaban la separación de poderes y el efectivo control del gobierno regional. Usted ha secuestrado esta Asamblea Regional comprando diputados, incluso al presidente de esta institución".
La líder podemita María Marín, por su parte, ha lamentado que "en la Región de Murcia se incumplen sistemáticamente las mínimas garantías democráticas, no solo es la compra de voluntades y el mayor episodio de transfuguismo que nunca se había vivido en una comunidad autónoma: es también la violación de los derechos fundamentales de los diputados. No hay democracia si los diputados y diputadas no podemos recabar la información que necesitamos para controlar la acción del gobierno". Marín ha elevado el tono al límite al tildar a López Miras de "sátrapa" o "tirano".
Otro paralelismo de las intervenciones de PSOE y Podemos: cargar contra los dardos que este martes lanzó el presidente de Murcia contra el Ejecutivo central del que ambos partidos forman parte. "Conocemos que la deslealtad con el Gobierno de España es su única estrategia para tapar los gravísimos problemas estructurales que tiene nuestra región", ha subrayado Conesa antes de reprochar a López Miras sus 38 alusiones a la Moncloa -de las que 16 fueron dirigidas a Pedro Sánchez-.
"Ojalá tuviéramos un presidente que estuviera aquí al cien por cien, centrado en nuestra gente y en sus problemas, y no en hacer de escudero de Pablo Casado y sus ocurrencias", ha arremetido Marín. Las semejanzas en las intervenciones del socialista Conesa y la morada Marín se han repetido a la hora de tirar de estadísticas para ilustrar los problemas de la comunidad:
Desde el estudio de Cáritas, que sitúa a Murcia como la tercera autonomía con mayor índice de trabajadores en situación de pobreza (113.000), a la Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género que coloca a la Región a la cabeza del país en la tasa mujeres que sufren malos tratos (1.343). Todo ello ha llevado a los líderes de la oposición a poner el acento en la entrada, por primera vez en la historia de la democracia, de una diputada de extrema derecha en el Consejo de Gobierno: Mabel Campuzano, al frente de la Consejería de Educación.
"Lástima que la historia de este curso escolar haya quedado manchada por el nombramiento como consejera de Educación de una expulsada de extrema derecha, cuyas declaraciones públicas nada más llegar al cargo ya causaron estupefacción y sonrojo en esa comunidad educativa", ha reflexionado Conesa mientras Marín ha sido mucho más dura: "¿Qué plan integral educativo van a poner en marcha una consejera y una Región que han sido noticia en toda España por ser la primera en aprobar la censura parental en las aulas? La educación para la diversidad LGTBI y el gobierno facha de Murcia son un oxímoron".
Tanto socialistas como morados han recurrido al término "cortijo" para calificar el modelo político de la Región de Murcia tras el pacto alcanzado por el PP con los diputados tránsfugas de Ciudadanos y los expulsados de Vox.
"Flaco favor le hace a la democracia y a la Región de Murcia teniendo secuestrado este parlamento y queriendo convertir a esta región en su cortijo", ha denunciado el secretario general del PSOE. "Esta tierra no es su cortijo y Podemos va a ser siempre la voz que se lo recuerde", ha zanjado la líder de Podemos.
La diferencia: el agua
Una de las cuestiones relevantes en los que se han diferenciado las intervenciones del Conesa y la morada Marín ha sido el agua.
El líder socialista, consciente de la tensión que hay en el sector agrícola después de aprobarse la subida de los caudales ecológicos del Tajo que afecta a las aportaciones del trasvase al Segura, primero, ha asegurado que el acueducto "es imprescindible" y "no se va a cerrar". Y acto seguido ha reprochado al presidente de los populares murcianos esto: "Se lo he dicho muchas veces, hagamos políticas de agua y no política con el agua".
La líder morada directamente no ha mencionado el tema del trasvase, pero sí ha arremetido contra la precariedad laboral del sector agrícola que recientemente ha sido objeto de operaciones de las Fuerzas de Seguridad en Jumilla y Torre Pacheco: "Señor López Miras no dijo ni una palabra sobre las condiciones de esclavitud que se están destapando en la agroindustria de la Región de Murcia desde que se hacen inspecciones de trabajo. Una quincena ya de operativos y casi 200 detenidos".
Conesa tiende la mano
El tono de la oposición también ha diferido en el hecho de que Diego Conesa (PSOE) ha tendido la mano al PP para alcanzar consensos en la Asamblea Regional para reivindicar en Madrid cuestiones vitales para la ciudadanía. "Señor López Miras, soy consciente de las demandas históricas de nuestra región ante el gobierno de España: la financiación, el agua y las infraestructuras. Compartimos esas reivindicaciones. En mí tiene un aliado: le ofrezco mi colaboración".
Marín no ha apuntado por ese camino a la vista del cierre irónico que ha dedicado a López Miras en su alocución: "Un presidente al que le pagamos todos los murcianos y murcianas, pero que parece más preocupado por lo que pasa en Cataluña o en Bruselas, que de los problemas a los que tiene que enfrentarse la inmensa mayoría de nuestra gente. Se lo diré entonces en catalán a ver si me escucha: ¡Visca la Región de Murcia!"