Una de las primeras reuniones que José Antonio Serrano mantuvo nada más llegar a la alcaldía de Murcia fue con los últimos regidores socialistas: José Méndez y Antonio Bódalo. El encuentro fue muy simbólico para el socialismo murciano porque sumaba 26 años relegado a la bancada de la oposición del Ayuntamiento de la capital de la Región. Este sábado, el regidor cumple cien días al frente de la séptima ciudad más poblada de España: Serrano se consolida como el único triunfador de la famosa doble moción de censura que PSOE y Cs pactaron para destronar al PP de La Glorieta y del Palacio de San Esteban.
La candidatura de José Antonio Serrano para las elecciones municipales de 2019 fue bendecida por Pedro Sánchez: el líder del PSOE asistió a su presentación en la pedanía murciana de Puente Tocinos, donde Serrano nació en 1959. Sánchez se mostró ilusionado con el candidato: un médico con una excelente hoja de servicios, con un carácter cercano y sencillo, propio de la huerta del Segura. De hecho, cuando el nuevo regidor entró a su despacho en la alcaldía de Murcia solo cambió dos cosas: incorporó la bandera de la Unión Europea -a la enseña nacional y regional- y jubiló los sillones porque estaban agrietados y daban mala imagen a las visitas.
- ¿Cómo ha vivido usted estos cien días en los que ha pasado de liderar la bancada de la oposición a sustituir al regidor del PP, José Ballesta, al frente de la alcaldía?
- Con mucho trabajo, el de Murcia es el séptimo ayuntamiento de España, y sus puertas que antes estaban cerradas, ahora están abiertas de par en par, con la posibilidad de colaborar con cualquier proyecto de nuestros ciudadanos. Estamos desatascando muchos programas y peticiones que estaban durmiendo el sueño de los justos. Cien días pueden dar para mucho o para nada, pero hemos aprovechado el tiempo porque hemos hablado con la gente antes de empezar a trabajar. Mi política no consiste en vender humo.
Cada día, antes de las nueve, Serrano ya está en la alcaldía para la reunión matinal con su equipo: Javier Mármol, jefe de Gabinete; Josefina López, jefa de Prensa, y las secretarias Yolanda Zapata y Nunci Santos. Es la rutina previa a afrontar una agenda que incluye de dos a tres actos oficiales y de tres a cinco reuniones con asociaciones, organizaciones profesionales y vecinos. "Tras tomar posesión como alcalde, recibimos cien peticiones de reunión, y a diario hay un aluvión", ejemplifica un miembro del equipo del regidor sobre su "apretadísimo" calendario.
- Usted tomó posesión de la alcaldía el 25 de marzo, una semana después de que fracasara la moción de censura al Gobierno regional. ¿Cómo se fraguó la doble moción en el Ayuntamiento de Murcia y la Comunidad Autónoma?
- A mí no me llamó la Moncloa. Había un equipo negociador del PSOE y de Ciudadanos en Murcia. Yo estaba enterado de todos los movimientos y de las conversaciones que se producían. Todo empezó a cuajarse en marzo y las cosas sucedieron de forma vertiginosa, hubo una aproximación con Ciudadanos y la exploramos. Yo no iba a entrar a un gobierno a cualquier precio, tenía que ser algo que interesara a los dos partidos y a los votantes. La gente quería un cambio tras 26 años. Ahora debemos conseguir que la sociedad vea que un gobierno de coalición puede funcionar, independiente de que no somos partidos gemelos y tenemos ideologías diferentes.
- ¿Cómo vivió esos días frenéticos de negociaciones?
- Para mí fue una mezcla de vértigo y de una ilusión tremenda, pero no porque estuviese pensando en que me iba a convertir en alcalde, sino por las expectativas que estábamos creando en la gente que creía en ese cambio en el Ayuntamiento de Murcia. Nosotros pensábamos que el pacto iba a generar mayor bienestar y calidad de vida en los murcianos. Y ese es el reto que tenemos: no defraudar. Los concejales del PSOE y de Ciudadanos somos conscientes de que no podemos fallar: debemos dejarnos la piel estos dos años para generar un futuro nuevo para este Ayuntamiento.
- ¿En la negociación hubo sintonía con Mario Gómez, líder de Cs en Murcia, que era socio de gobierno del PP en el Ayuntamiento?
- Fuimos lo suficientemente inteligentes para dar un paso atrás cuando había que darlo y de darlo hacia delante cuando era necesario. Al final salió el pacto: nosotros no engañamos a nadie y ahora mismo trabajamos en equipo. Hay gente muy detractora con Mario, pero eso es porque sacó a la palestra una serie de irregularidades (del PP). Ahora, la Fiscalía ha tomado cartas en el asunto y la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal) nos ha pedido documentación: estamos colaborando con ellos.
El Consistorio capitalino se ha convertido en la punta de lanza del PSOE para hacer de contrapeso al crecimiento que viene experimentado el PP -de Fernando López Miras- en los últimos estudios demoscópicos. Prueba de ello, es que en los primeros días de Serrano como alcalde, se multilicaron sus actos junto al secretario general del PSRM, Diego Conesa, para potenciar la imagen pública de Conesa como ganador de las pasadas elecciones autonómicas de 2019.
"El Ayuntamiento de Murcia será el abanderado de las políticas socialistas en la Comunidad Autónoma", subraya una fuente de peso en el cuartel general socialista de la calle Princesa. "La Dirección Federal dará todo su poyo al grupo municipal del alcalde, José Antonio Serrano".
Para el PSOE reconquistar La Glorieta ha supuesto poner la guinda a la mayoría de la que goza en el municipalismo. El puño y la rosa se imponen al Partido Popular, al gobernar en solitario en 23 de los 45 ayuntamientos de la Región de Murcia. "Estamos gestionando los intereses del 75% de la población regional", subraya la citada fuente de la calle Princesa, en alusión a que ese dato deber ser la palanca que impulse al secretario Diego Conesa en la pugna por el cetro del Palacio de San Esteban.
- ¿El Ayuntamiento de la capital será clave en la estrategia del partido para tratar de recuperar el Ejecutivo regional?
- Creo que la política municipal es y debe ser distinta a la política regional porque los intereses no son iguales ni en trascendencia ni en competencias. Lo que sí haremos es demostrar que las cosas se pueden hacer de forma diferente tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad Autónoma. Así, el ciudadano verá que desde los gobiernos progresistas las cosas cambian porque eso está en el 'ADN' socialista. Teóricamene, eso nos tiene que ayudar a competir en unas elecciones autónomias: aquí está la gestión y la forma de trabajar del Partido Socialista.
- ¿Ha habido recepción oficial entre el presidente regional, Fernando López Miras (PP), y el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano (PSOE)?
- No me ha recibido. Tampoco le he pedido cita. Creo que él se tenía que haber dirigio a mí y haberse puesto a mi disposición, eso es lo que yo hago con los alcaldes pedáneos: me pongo a su disposición y a todo el equipo del Ayuntamiento para echar una mano donde podamos. No le he pedido audiencia al presidente, no voy a engañar a nadie, pero tampoco se ha dirigido a mí el presidente y nos hemos encontrado en actos institucionales.
- La siguiente pregunta es obvia: ¿Qué relación hay entre el Gobierno de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de la capital?
- No hay ninguna relación con la Comunidad. Simplemente lo cordial e institucional de coincidir en algún acto. Estamos alucionados porque el 3 de diciembre nos quieren transferir el transporte interurbano que lo está sufragando el Gobierno autonómico, tiene un coste de 8 o 9 millones de euros, y nos lo quieren ceder sin darnos un euro. Nos llama la atención cómo castiga el Ejecutivo regional a los murcianos. Me parece un hecho muy grave y una falta de respeto hacia la capital porque es poner en un brete a un tercio de la población de esta comunidad. Estamos trabajando para que no se produzcan incidencias para los ciudadanos.
Una de las demandas históricas del Gobierno autonómico ha sido exigir a la Moncloa el cambio del sistema de financiación autónomica. El PP ha criticado por tierra, mar y aire que Cantabria, por ejemplo, no puede percibir 800 euros más por habitante que la Región de Murcia. Ahora, con la entrada del PSOE al Ayuntamiento, los populares están sufriendo esas mismas reivindicaciones en el ámbito doméstico: el alcalde reclama al Palacio de San Esteban que acabe con la infrafinanciación de La Glorieta porque les genera un déficit de 40 millones de euros. "Asumimos competencias que no son nuestras, como el mantenimiento de carreteras", argumenta Serrano.
"Ellos se quejan de que el Gobierno central les trata mal en la financiación, perto tienen al Ayuntamiento de Murcia con competencias que no son suyas, sin recibir transferencias por ello, porque aquí se da la peculiaridad de que somos una comunidad uniprovincial y el dinero que llega para las diputaciones se lo queda el Ejecutivo autonómico cuando tendría que ir a las administraciones locales, claro, así luego ellos hacen las políticas que estiman oportunas: van hablando de libertad y de bajar impuestos", critica el regidor socialista.
- Imagino que después de 26 años del PP en la alcaldía de Murcia habrán peinado los cajones y levantado hasta la última alfombra. ¿Han encontrado algo?
- Estamos descubriendo muchas cosas y tratando de solucionarlas en silencio, con gestión. No queremos hacer sangre ni aparecer en la opinión pública como unos gestores que solo saben quejarse. Ahora mismo, el gran pufo que ha dejado el Partido Popular es que este Ayuntamiento está endeudado con 186 millones de euros por la construcción del tranvía y unos 120 millones por todos los convenios urbanísticos sin ejecutar de la zona norte de la ciudad. Los empresarios están denunciando en los juzgados y ese dinero puede llevar al 'crack' del Ayuntamiento.
El nuevo equipo de Gobierno que conforman PSOE y Ciudadanos está trabajando con los promotores una solución alternativa a los juzgados. Otro reto que tiene por delante la coalición es pescar Fondos Europeos para vivienda y negociar con el Ministerio de Hacienda una autorización para desimputar de los presupuestos municipales, la deuda de 186 millones de euros que generó el PP con la construcción del tranvía en Murcia. Esa suma de dinero lastra la contabilidad, resta margen de maniobra en inversiones y capacidad de negociar créditos con los bancos.
- ¿Cómo está siendo el trabajo en el Ayuntamiento con su socio Ciudadanos?
- Ahora mismo somos un solo Gobierno. Aquí no hay dos bandos, aunque somos dos partidos distintos y hay cuestiones que tenemos que negociar, pero eso es lógico. Un ejemplo tangible del trabajo conjunto ha sido el programa 'Murcia en verano', cuatro concejalías, dos del PSOE y dos de Ciudadanos, han diseñado 400 actividades de ocio y cultura para todas las pedanías. Aquí no hay reinos de taifas. A la gente de Ciudadanos que estaba antes con el Partido Popular los trataban como concejales de segunda. Ahora mismo se respira ambiente de equipo.
El equipo del Gabinete de Alcaldía resalta "la calma" de la que hace gala José Antonio Serrano para coordinar a la gente: "Se nota su experiencia en Urgencias porque siempre está tranquilo". No le perturba el dinamismo de su agenda diaria, sujeta a cambios de última hora porque surgen cuestiones sobre la marcha, propias de la gestión municipal. "Emplea siempre un buen tono, es muy educado y hace chascarrillos".
Tal temple es fruto de los 25 años que ha pasado como jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Morales Meseguer de Murcia donde combatió en primera línea la pandemia del 'bicho'. Serrano compatibilizó su labor como portavoz del PSOE con su faceta médica hasta que se tomó una excedencia para coger la vara de mando de la alcaldía. Ya no hace guardias de 24 horas, pero la semana pasada su jornada se extendió a las once de la noche en cuatro ocasiones y solo comió un día en casa.
- ¿Echa de menos su trabajo en el Hospital Morales Meseguer?
- Sí. No le voy a engañar. Yo soy médico y he tenido la suerte de dirigir un equipo de personas extraordinarias y brillantes. Además, todos nos ayudamos y las cuestiones se ponían sobre la mesa para resolverlas de forma franca para mejorar continuamente. Para mí era un placer ir al hospital. Hay veces que cuando estoy durmiendo sueño que estoy en Urgencias. Me he pasado la mitad de mi vida trabajando como médico.
- Entonces, ¿será el candidato del PSOE al Ayuntamiento de Murcia en 2023?
- Tengo vocación de seguir y de ganar las próximas elecciones. Siempre que mi partido lo estime, porque soy una persona disciplinada, me presentaré como candidato para defender mi gestión y con cuatro años vista, disponer de tiempo suficiente para plantear un cambio que sitúe a Murcia en el siglo XXI en todos los aspectos.
El mayor quebradero de cabeza de Serrano es combatir el aumento de los niveles de pobreza entre un tercio de la población de la capital, a raíz de la pandemia de coronavirus, así como mejorar el estado obsoleto de las instalaciones eléctricas de los colegios, atajar los problemas de saneamiento de las pedanías y las carencias de la movilidad urbana, desde el insuficiente itinerario del tranvía a las líneas de autobuses. "Proyectos megalómanos no tengo", zanja irónico.
- Una de las primeras cosas que hizo tras coger el bastón de mando fue reunirse con los dos últimos alcaldes socialistas de Murcia. ¿Le dieron algún consejo José Méndez y Antonio Bódalo?
- Aquella reunión fue entrañable. Me dieron muy buenos consejos. Me dijeron: haz lo que prometas y no vendas aquello que no puedas cumplir. Eso forma parte de mi manera de pensar y así lo estoy haciendo.