Murcia

Pasó de ser votante de UPyD a quedar encandilada por "el discurso fresco" de Albert Rivera. Cuando la arquitecta María José Ros (Cartagena, 1976) se afilió a Ciudadanos en 2015, jamás imaginó que un día la acabarían nombrando coordinadora de Cs en la Región de Murcia, y encima, con la difícil misión de hacer remontar el vuelo al partido tras el fracaso de la moción de censura pactada con el PSOE para desalojar al PP del Palacio de San Esteban. "Hay que pasar página", subraya sonriente a EL ESPAÑOL, mostrando confianza en el futuro político que tiene la formación naranja tanto a nivel regional como nacional.

Usted es arquitecta especializada en restauración. ¿Es posible restaurar el proyecto de Ciudadanos de cara a las elecciones generales y autonómicas de 2023?

Claro que es posible, de lo contrario no seguiríamos aquí, al pie del cañón. Ahora mismo existe una gran polarización creada por los discursos de los grandes partidos, pero esto es un movimiento pendular, y llegará un momento en el que la gente se dará cuenta de que hay que apostar por la moderación, antes que por el extremismo, se dará cuenta de que los políticos tienen que sentarse a trabajar para llegar a acuerdos en los temas importantes para la ciudadanía.

Le daremos un vuelco a las encuestas: la gente entenderá que Ciudadanos es un partido imprescindible. Estoy convencida de la necesidad de que este partido esté dentro de los gobiernos.

¿Cómo es Ciudadanos tras el congreso de refundación?

El partido está volviendo a sus orígenes, a tener una identidad propia y a no querer competir con ningún partido político. Nosotros somos el único partido liberal y de centro en España. Tenemos nuestras políticas y tenemos que salir a defenderlas. En el caso del partido en Murcia, afortunadamente, hemos soltado lastre con las personas que no creían en esto y que fueron capaces de venderse por un puesto y por prebendas. 

Inés Arrimadas, en la campaña electoral de 2019, vino a Murcia arremetiendo contra la corrupción del PP y luego Cs eligió como socio de gobierno en la Región al PP. ¿Considera que eso fue una equivocación y de aquellos polvos vienen estos lodos orgánicos? 

Inés Arrimadas no se equivocó cuando dijo eso. Ella no tomó esa decisión. La política de socio preferente de Ciudadanos fue un error. Creo que hay que analizar la situación política de cada territorio, antes de decidir, porque la política de socio preferente nos perjudicó en Murcia. Mucha gente no entendió cómo no se conformó un nuevo gobierno con el PSOE, por higiene democrática, porque el PP llevaba gobernando 26 años con casos de corrupción. En Andalucía, en cambio, se hizo bien con el PP, sacando al PSOE de la Junta por su corrupción y porque esa comunidad estaba a la cola, pero ahora gracias a nuestras políticas económicas y liberales es un motor del empleo en España. La decisión de pactos en 2019 en Murcia la tomó Albert Rivera.

Prosiguiendo con el símil arquitectónico, ¿sobre qué pilares levantará usted el proyecto de Cs en Murcia tras el fiasco de la moción de censura y el episodio de transfuguismo que les dejó bajo mínimos en las instituciones?

Diseñaremos una estrategia interna y otra externa, así como un calendario de trabajo para visitar todos los municipios de la Región para intercambiar opiniones con sus vecinos. Mi objetivo es diseñar un equipo transversal, con caras nuevas, apostando por el municipalismo, por el liberalismo verde, por salvar el Mar Menor, y por trabajar con nuestros dos diputados en la Asamblea. Estamos gobernando en las tres ciudadades más importantes de esta comunidad, entre ellas, Murcia, y nuestra idea es hacer política a pie de calle porque la política municipal es donde más rápido se obtienen resultados que valora el ciudadano. Es la mejor forma de mostrar que los gobiernos donde estamos siempre funcionan mejor.

El secretario general del PSOE en Murcia, Diego Conesa, no liderará a su partido en los comicios de 2023 porque afirma estar harto del linchamiento político y judicial que está sufriendo él y su familia. ¿Cree que ha exagerado la situación?

Murcia es un cortijo político en mayúsculas. Todo lo que hace el Partido Popular tiene una sola finalidad: permanecer en su sillón. El PP piensa que la Comunidad Autónoma es suya y que el Palacio de San Esteban es suyo. Llevan toda la vida allí. De hecho, una cosa positiva que ha tenido la moción de censura es que se ha visto cómo sin ningún tipo de pudor compraron las voluntades de determinados diputados para seguir con su chiringuito. Su objetivo no son los murcianos, sino mantener a sus amigos y mantener sus sillones. La vida política es muy intensa: entiendo que Diego Conesa haya dado un paso a un lado. El PP y otros partidos políticos son capaces de todo con tal de hundir al adversario. Eso me parece amoral.

La nueva secretaria de Organización de Cs, María José Ros; la nueva secretaria de Acción Institucional, Paqui Pérez y el nuevo secretario de Comunicación, José Luis Ros. Cs

¿Y usted cómo le explicará al electorado que la misma política que estuvo al frente de una dirección general y fue socia del Gobierno que preside Fernando López Miras, ahora será su contrincante como coordinadora de Ciudadanos?

Cuando gobernamos con el PP, Ciudadanos era el socio pobre del Gobierno regional porque ocupamos un sitio que les pertenecía a ellos: no estaban habituados a gobernar en coalición. Ahora, comprando a los diputados tránsfugas con la moción de censura, han recuperado la mayoría absoluta que no sacaron en las urnas. Yo no fui la directora general de López Miras, yo fui la directora general de un gobierno de coalición de Cs y PP con unas reglas del juego que incumplieron. El relato hace mucho: en las cosas positivas era el Gobierno de López Miras y en las negativas el Gobierno de coalición. Era un relato retorcido. En aquel momento intentamos trabajar en coalición, pero nos taponaban. La moción de censura era necesaria. 

Usted formó parte del Gobierno regional: ¿Tan mala era la relación entre la vicepresidenta, Isabel Franco, y la portavoz, Ana Martínez Vidal, ambas de Ciudadanos, como para ser uno de los detonantes de la moción de censura que provocó una crisis política en Murcia y unas elecciones en Madrid?

Puede que hubiera una relación personal poco fluida, pero en política hay que ser profesional y no pasar en ningún momento al tema personal. Ana se mantuvo firme, defendiendo los postulados del partido, mientras que Isabel era capaz de todo para mantener la vicepresidencia, el no tener palabra la marcará de por vida. Ahora gobierna con Vox y hace lo que el PP le dice.

En el barómetro de primavera del Cemop, su partido se hunde en intención de voto entre los murcianos y solo sacaría un diputado en caso de celebrarse ahora las elecciones autonómicas. ¿Usted se siente como en la película 'Salvar al soldado Ryan'?

Nosotros no trabajamos con encuestas. Estoy convencida de que sacaremos votos para tener un grupo parlamentario en la Asamblea y seremos decisivos en los ayuntamientos de la Región para cogobernar. En Ciudadanos evitamos que los extremos y los populismos entren en los gobiernos y marquen la agenda y la política, con una representación no mayoritaria, tenemos la capacidad de pactar a izquierda y derecha, la posibilidad de que no tengamos que elegir entre una buena economía y una buena protección social y cultural, entre las libertades individuales y el progreso o mejorar las cifras de empleo. Nuestro partido contiene lo mejor de las políticas económicas, sociales y de la libertad individual. Con PP y PSOE peleándose y alternándose en el gobierno, la Región de Murcia nunca saldrá del vagón de cola.

En las próximas elecciones autonómicas, si se diese la suma, ¿usted negociará con PSOE y Podemos un gobierno tripartito para sacar al PP del Palacio de San Esteban?

Nosotros tenemos claro que el PP se ha enquistado en Murcia y es importante que exista una alternativa porque se ha demostrado que no defienden el interés general. Hasta que no lleguemos a esas elecciones y no conozcamos la representatividad que nos otorgan los murcianos, creo que está de más hablar de pactos. Yo le digo que vamos a pelear por el espacio político que nos corresponde y por lograr que los murcianos confíen en nosotros.

Luego, cuando obtengamos los resultados, ya veremos con quién se puede alcanzar un acuerdo de gobernabilidad. En cualquier caso, creo que esta comunidad autónoma se merece un cambio porque con la moción de censura en el Ayuntamiento de Murcia, se ha demostrado que se está trabajando de manera coordinada con el PSOE, hay un cambio de gestión favorable, y tras sacar al PP de la capital sigue saliendo el sol todos los días.

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