Este viernes comenzará el apagón ferroviario en la línea de cercanías que conecta Murcia con Águilas: 1,2 millones de pasajeros se quedarán durante tres años sin la posibilidad de desplazarse en tren, a causa de las obras del Corredor Mediterráneo. Ni el acuerdo cerrado en la Asamblea Regional por todos los partidos, excepto el PSOE, ni la manifestación que convocó la Plataforma en Defensa del Ferrocarril, han logrado que el Ministerio de Transportes y Adif se replanteen cerrar la línea por tramos, en vez de hacerlo de una tacada, de modo que el PP quemará el último cartucho en el Congreso de los Diputados.
Los populares han presentado una Proposición No de Ley (PNL) para mantener el servicio de ferrocarril del cercanías Murcia-Águilas, de manera simultánea a la ejecución de las obras para la llegada de la Alta Velocidad. Adif justifica el cierre completo de los 106 kilómetros de recorrido de la citada línea para ejecutar la plataforma de doble vía, en ancho estándar y electrificada, que precisa el Corredor Mediterráneo y el AVE. Todo ello, a través de un inversión de 3.000 millones de euros que permitirá ejecutar la primera conexión directa entre Murcia y Almería.
La iniciativa tramitada en la Cámara Baja por los diputados Isabel Borrego, Teodoro García-Egea y Juan Luis Pedreño, alega que el cerrojazo del cercanías que conecta la Estación del Carmen, en la capital del Segura, con la localidad costera de Águilas, al límite con la provincia almeriense, provocará un efecto rebote en la movilidad de los habitantes de siete localidades. De hecho, esto expone la PNL al respecto del plan de contingencia de Renfe consistente en sustituir trenes por autobuses:
"El reparto modal alternativo usado por los viajeros, según los estudios de Renfe, cuando no se usa el cercanías, es mayoritariamente el vehículo privado, no siendo el autobús una alternatia para los viajeros. El incremento de la huella de carbono, la ineficiencia energética, la mayor contaminación ambiental, y en definitiva, los impactos ambientales, unidos a la mayor congestión en las carreteras y accidentes de circulación hacen absolutamente rechazable la previsión de suspender el cercanías".
Los diputados también argumentan que esa decisión va en contra del propio plan de recuperación, transformación y resilencia del Gobierno de España. Además, el Grupo Parlamentario Popular recuerda que los servicios ferroviarios de cercanías son públicos y considerados de interés general, según un acuerdo del Consejo de Ministros.
La Proposición No de Ley que será debatida en la Comisión de Transportes sostiene, en definitiva, que los servicios de cercanías son "el elemento básico y vertebrador del transporte metropolitano en torno a los principales núcleos urbanos". La PNL pretende instar al Gobierno a que se puedan alternar las obras de la Alta Velocidad, con cortes puntuales y perimetrados geográficamente a lo largo de la línea del cercanías Murcia-Águilas. Una cuestión en la que ya coincidieron en la Asamblea Regional todos los partidos, menos el PSOE.
La diputada del PP, Isabel Borrego, justifica esta iniciativa en el Congreso porque "la nefasta gestión de Pedro de Sánchez condena a más de 1,2 millones de personas al año, a estar sin tren en la Región de Murcia, pero desde el Partido Popular no vamos a parar hasta frenar este atropello a los derechos de los murcianos porque soluciones hay".
Rechazo sindical
Los populares han elevado el cerrojazo ferroviario murciano al Congreso, por el rechazo que provoca en el sindicato Comisiones Obreras y en los propios comités de empresa de Renfe y Adif. Todo ello, sin olvidar el malestar que existe en colectivos como la Plataforma en Defensa del Ferrocarril, que el pasado sábado reunió a varios cientos de personas en la manifestación que convocaron en la capital del Segura.
De un lado, los sindicatos temen que el cierre prolongado durante los próximos tres años del cercanías, provocará una reducción de las cargas de trabajo por la disminución de maquinistas, interventores, personal comercial... Y de otro lado, la plataforma alerta de la afección que supondrá el apagón ferroviario no solo para la movilidad, sino para los ingresos de los comercios de las poblaciones afectadas.
Críticas activistas
Juan Antonio Conesa, de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril, critica que el Ministerio de Transportes y Adif han decidido cerrar el cercanías "sin negociar" con el Gobierno regional, ni los ayuntamientos afectados, entre ellos, grandes urbes, como Murcia, Lorca o Alcantarilla. Conesa asegura que este viernes se perpetrará "una agresión a la movilidad en el transporte colectivo de la ciudadanía".
La plataforma reivindica que el Ministerio mantenga unos servicios mínimos y establezca un cronograma para que el cierre de la línea cercanías quede acotado a un periodo temporal y un área geográfica. Es decir: por tramos. La PNL que el PP ha llevado al Congreso apunta en esa necesidad de alternar el funcionamiento del tren, con las obras del Corredor Mediterráno y la Alta Velocidad, ya que no hay que olvidar que Murcia presenta una red ferroviaria anticuada, con material rodante con más de tres décadas, una vía de ancho ibérico, sin electrificar...
La postura del PSOE
Precisamente, el PSOE justifica el apagón ferroviario por el salto cualitativo que dará la red ferroviaria regional. El diputado autonómico Pedro López resalta que la inversión de 3.000 millones de euros del Gobierno de España traerá consigo: trenes nuevos, líneas electrificadas y nuevas conexiones. "Pasaremos a tener unos servicios muy deficientes a disponer de servicios cómodos, más rápidos, modernos y mejor conectados", subraya el parlamentario socialista.
López admite que la ejecución de los trabajos -a tres años vista- acarreará incidencias en las localidades afectadas, pero exige paciencia al PP: "Sin duda, las obras generarán dificultades, se trata de que sean las menos posibles, por lo que pedimos al Partido Popular que no utilice la inquietud de los afectados y afectadas de manera partidista".