Cuatro de cada diez votos escrutados en la Región de Murcia fueron para el PP de Fernando López Miras. "El Partido Popular ha obtenido el mejor resultado desde 2011", tal y como ha subrayado López Miras, vencedor de las elecciones autonómicas del 28 de mayo, al lograr 21 diputados que superan la suma de 15 escaños de todo el bloque de izquierdas: 13 del Partido Socialista y 2 de Unidas Podemos.
"Los ciudadanos nos han dado la mayoría necesaria para poder conformar un Gobierno sólido, fuerte y sólo del Partido Popular", según ha remarcado el líder del PP murciano, después de cosechar el 43% de los votos. De esta forma, López Miras deja entrever que no tiene intención de pactar con Vox, a pesar de haber quedado a 2 escaños de la mayoría absoluta en la Asamblea Regional y de que para ser investido presidente necesita de la abstención de los de Santiago Abascal -o en su defecto del PSOE-.
De hecho, los 21 escaños del PP pueden ser tumbados en la sesión de investidura por la suma de Vox (9), PSOE (13) y Podemos (2). De momento, López Miras defiende la hoja de ruta marcada por Alberto Núñez Feijóo en la Junta Directiva Nacional, celebrada este martes, donde instó a los barones autonómicos a "avanzar en la unidad sin bloques".
Tal estrategia del PP para afrontar las elecciones generales de julio, también condicionaría el margen de maniobra de los populares murcianos a nivel municipal porque necesitan pactar con Vox para hacerse con las alcaldías de 16 municipios.
Valga como ejemplo lo que sucede en dos de las tres ciudades con más población de la Región de Murcia. En Cartagena, los populares tienen 10 concejales, están a cuatro ediles de la mayoría absoluta: justo los que tiene Vox. Y en Lorca, el PP también ha ganado con 11 concejales, pero si no pacta con Vox (4 ediles), necesitaría de la abstención del partido de Santiago Abascal o del PSOE (9), haciendo bueno el argumento de Feijóo: debe gobernar la lista más votada.
Aquí es donde podría entrar en juego una negociación soterrada entre socialistas y populares. El presidente nacional del PP ha ofrecido permitir la investidura del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el más votado en las autonómicas, a cambio de que el PSOE mantenga una postura recíproca en todos los territorios. Es decir, en la Región de Murcia deberían permitir la investidura como presidente de Fernando López Miras y de los candidatos populares que se hayan proclamado vencedores en los 45 municipios.
Las fuentes que EL ESPAÑOL ha consultado en el PP de la Región de Murcia no desvelan la estrategia a seguir en la Asamblea Regional ni en los municipios. Las citadas fuentes se remiten a la Junta Directiva Regional que se ha convocado esta tarde y donde está prevista la comparecencia de Fernando López Miras, en rueda de prensa, a partir de las ocho de la tarde: "El presidente dirá lo que tiene previsto".
En cualquier caso, López Miras no tiene porqué aclarar si negociará con Vox su investidura como presidente, a cambio de las 16 alcaldías que hay en liza, puesto que tiene la baza del calendario en la Asamblea Regional. El 14 de junio se constituye el nuevo Hemiciclo y el debate de investidura tiene que fijarlo la mesa de portavoces, pero la actividad parlamentaria se paraliza cuando arranque la campaña electoral, de modo que la investidura podría producirse tras las generales.
Entonces, el escenario sería distinto y lo más lógico es pensar que Fernando López Miras tendría más margen de maniobra para no desestabilizar ni contradecir tanto el discurso como la estrategia política fijada desde Génova con Vox.
Entretanto, el líder de los populares murcianos sigue en modo electoral y con la vista puesta en las generales de julio para ayudar a Feijóo a llegar a la Moncloa: "Tenemos la maquinaria engrasada, solo quedan 54 días. La victoria clara y rotunda del PP en todo el país es un mensaje contundente. España ha dicho que no quiere las políticas de Pedro Sánchez".