El ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, se ha reunido con la familia de Sara Gómez: la agente inmiboliaria y madre de dos hijos que murió por las lesiones que sufrió en una lipoescultura, practicada por un cirujano cardiovascular, sin la especialidad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. Miñones ha trasladado a los familiares de Sara su "compromiso" y el del presidente para materializar los cambios de la conocida como Ley Sara contra el intrusismo médico en los quirófanos.
"El ministro nos ha confirmado que ya está muy avanzado el registro sanitario que se está elaborando junto a las comunidades autónomas y donde se podrá consultar la especialidad médica de cada uno de los profesionales sanitarios que trabajan en centros públicos y privados", según ha expicado Rubén Gómez a EL ESPAÑOL, al término de esta reunión que se ha celebrado este jueves en la sede del PSOE en Murcia.
"Ese registro será accesible al ciudadano y tendrá información detallada sobre los centros, para saber qué clínicas tienen licencia y qué profesionales sanitarios ejercen en ellas y con qué titulación", tal y como ha detallado Rubén, como portavoz familiar. "En caso de no estar dado de alta en el registro, se podrá y deberá denunciar por cualquier ciudadano".
Este encuentro se ha producido justo un día antes de que se cumpla un año desde que el Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad -excepto por el voto de Vox- la Proposición no de Ley sobre cirugía estética y lucha contra el intrusismo y las pseudociencias: la PNL impulsada por el PSOE y conocida popularmente como Ley Sara.
El 15 de septiembre es una fecha especial para Rubén y Nora, los hermanos de Sara, así como para sus padres, Damián y Felisa, debido a que lograron que la Cámara Baja respaldase un texto que establecía la obligatoriedad de la posesión del título de médico especialista, recogido en el ordenamiento jurídico, para ejercer cualquier especialidad médica.
El adelanto de las elecciones generales a julio provocó que no culminase la tramitación de la Ley sobre cirugía estética y lucha contra el intrusismo y las pseudociencias, tras ser aprobada en el Congreso de los Diputados. Pero el presidente, Pedro Sánchez, en un acto de campaña de las elecciones autonómicas de Murcia, se reunió con la familia de Sara Gómez, comprometiéndose a introducir los cambios previstos en la Ley Sara, modificando el Real Decreto 1277/2003 que establece las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios.
De modo que este jueves, el ministro de Sanidad se ha reunido con Rubén, Nora, Damián y Felisa para informarles personalmente de que su departamento sigue trabajando, a la espera de que se reactive la actividad parlamentaria cuando se constituya el nuevo Gobierno de España.
La modificación del Real Decreto 1277/2003 es clave para responder a la lucha que lleva esta familia desde que Sara murió el 1 de enero de 2022. "En este punto está el conflicto que tratan de evitar en el Ministerio, debido a que el decreto tiene que limitar qué tipo de intervenciones puede realizar cada facultativo, en función de su especialidad, y basándonse en el programa de formación de cada una de ellas". De forma que Sanidad está manteniendo reuniones de trabajo con las sociedades médicas para intentar cerrar un gran acuerdo a nivel estatal.
En la actualidad, cualquier médico se puede meter en un quirófano y lo que pretende el Ministerio es que un oftalmólogo, por ejemplo, pueda realizar operaciones de estética que estén relacionadas con los párpados, pero que no pueda realizar una lipoescultura o un aumento de pechos. "Se busca el consenso con todas las especialidades, pero no se descarta que sea obligatorio el título de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética", según ha asegurado Rubén Gómez, tras reunirse con Miñones.
Una cánula para el ministro
En la agenda de Sanidad, próximamente está prevista una reunión con la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, para seguir trabajando en la búsqueda de ese consenso. A lo largo del encuentro celebrado en Murcia, la familia de Sara le ha entregado al ministro una cánula para que se haga a la idea de las perforaciones mortales que sufrió esta vecina de Alcantarilla durante la lipoescultura que le practicó un cirujano especializado en varices.
"El ministro ha cogido la cánula y ha reconocido que es de sentido común que un podólogo no realice intervenciones de estética", ha zanjado Rubén, al término de una reunión que se ha extendido 45 minutos. "Sabemos que se está avanzando, pero nos gustaría mayor celeridad y que los colectivos médicos estén en sintonía con el clamor y la alarma social".