Las metáforas que utiliza Pablo Iglesias nunca pasan inadvertidas. Este lunes, durante un curso de la Universidad Complutense celebrado en San Lorenzo de El Escorial, el líder de Podemos sorprendía con dos afirmaciones, una con lenguaje belicista y otra con tono religioso, que aseguraban los titulares que a buen seguro él buscaba. Especialmente hizo fortuna esta expresión: "Podemos ganar las elecciones o darnos una hostia de proporciones bíblicas". No pocos recordaron aquella metáfora de Iglesias sobre "asaltar los cielos" que también tenía su enjundia y que, de hecho, está íntimamente relacionada con la conferencia del líder de Podemos.
La otra frase que pronto inundaba las redes sociales y amenazaba con convertirse en trending topic fue esta: "Pasar de ser partisanos a un ejército regular no es fácil en un escenario nuevo, y nada garantiza que nos vaya a ir mejor". Sin embargo, tras el trazo grueso de ambas metáforas se esconden las incógnitas sobre el futuro de Podemos (o Unidos Podemos) que preocupan y ocupan a Iglesias y los suyos en un clima enrarecido por el batacazo electoral del 26 de junio.
De máquina de guerra electoral a...
El lenguaje bélico elegido por Iglesias no es casual, entre otras cosas porque entronca con escritos de su teórico favorito, Gramsci. Pero, sobre todo, porque quienes diseñaron el partido de los círculos y esculpieron su estrategia, en especial Íñigo Errejón, llevan varios años diciendo que Podemos se constituyó como "máquina de guerra electoral". En otras palabras, la formación morada se creó pensando en el ciclo electoral de los dos últimos años, con numerosas citas con las urnas.
Iglesias, Errejón y sus correligionarios siempre han dicho que, una vez pasado ese ciclo, tocaría convertir esa máquina en un "movimiento popular". Sería el momento de edificar un partido para el futuro que entrase en la instituciones y, al mismo tiempo, fuera distinto a las formaciones tradicionales. A juicio de Iglesias, tras el 26-J ya ha llegado ese momento. Y, aunque no lo dijo este lunes, en el horizonte está la futura Asamblea Ciudadana, el segundo Vistalegre, en que Podemos tendrá que redefinirse para afrontar su futuro.
Ahí, en ese contexto interno, se enmarcan las metáforas de Iglesias de este lunes. Fue en la Asamblea Ciudadana de Vistalegre, en octubre de 2014, cuando el líder habló de "tomar los cielos por asalto". Ahora, Iglesias admite que "la hipótesis Podemos, la del asalto" ha llegado a su fin. Es tiempo ya de pasar de la gramsciana "guerra de movimientos" a la "guerra de posiciones". Y en este tipo de batallas posicionales operan "los ejércitos regulares", no los "partisanos" que hasta ahora han sido los dirigentes de Podemos.
El temor al fracaso...y ¿cuáles serán las tropas?
Al decir del propio Iglesias, su temor es que "Unidos Podemos no funcione como ejército regular, que funcione en la guerra de movimientos pero no en la guerra de posiciones". O, en otras palabras, la dirección del partido morado tiene miedo a fracasar en un contexto político diferente, más calmado y convencional, "menos sexy", dicen ellos. Ahora, como afirma su general, Podemos ya no es un outsider en la política patria, sino que tendrá que "delimitar su espacio ideológico" y elegir a sus aliados para la guerra definitiva, esto es, para las próximas elecciones generales.
No solo es que los partisanos aún no sepan cómo será su ejército regular. Además, es sabido que los dos principales generales discrepan sobre sus quiénes y cómo deben ser sus tropas para la batalla. Aunque busquen escenificar su unidad, como hicieron este lunes o la pasada semana, Iglesias y Errejón siempre dan muestras de sus diferentes puntos de vista sobre cómo debe ser ese futuro incierto de la formación morada. Los dos líderes ni siquiera se refieren a su ejército de la misma manera: Iglesias siempre habla de "Unidos Podemos" y Errejón se queda en "Podemos". Revelador.
Esta diferencia en el lenguaje, tan importante en esta conferencia del lunes, es una prueba más de que ambos tienen una idea distinta de cómo debe construirse el camino que se pensó para "asaltar los cielos" y puede acabar, según confesión propia, en "hostia de proporciones bíblicas". El próximo sábado, en la reunión del Consejo Ciudadano, ambos tendrán la oportunidad de explicar a sus correligionarios cómo quieren edificar el ejército regular morado. Acaso finalmente haya varios ejércitos que compitan de nuevo en Vistalegre.
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