La conversación entre Mariano Rajoy y los dos diputados independentistas catalanes que fueron citados en la Moncloa no duró más de media hora. El tono fue "cordial" y hasta se valoró la invitación a la residencia oficial del presidente del Gobierno, aunque en los contenidos la "lejanía" haya sido "absoluta". Joan Tardá y Gabriel Rufián reconocían, tras el breve encuentro con el jefe del Ejecutivo en funciones, que en todo momento ellos hablaban de "peras" mientras Rajoy lo hacía de "manzanas".
El portavoz de ERC en el Congreso llegó a la cita en Moncloa con el 'no' irrevocable de su partido a la investidura de Mariano Rajoy. Joan Tardá aseguraba ante la prensa que su formación solo estaría dispuesta a investir un presidente que fuera "de izquierdas, progresista". Un Ejecutivo que "esté dispuesto a autorizar un referéndum a la escocesa con pregunta binaria -independencia sí o no- en el plazo de un año". Una postura que está en las antípodas de la tesis que defiende el PP, que lucha concienzudamente por mantener el orden constitucional y una Cataluña dentro de España.
Tardá y Rufián expusieron al presidente del Gobierno en funciones el "sentir del pueblo catalán" que es, a su juicio, la intención de desconectarse de España lo antes posible. La respuesta de Rajoy fue, según sus interlocutores, "una respuesta muy de Rajoy": que Cataluña no puede desconectarse de España simple y llanamente porque forma parte de España.
El líder del PP aprovechó la conversación con los diputados catalanes para hablar de su libro. Hasta en cuatro ocasiones citó la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado como "lo más urgente" y lo "más necesario" para que el Parlamento se ponga a funcionar en agosto, según el calendario que maneja el líder del PP. Además, sus interlocutores se fueron con la sensación de que el presidente del Gobierno en funciones cuenta con sacar adelante su investidura con la abstención del PSOE, ya sea de todo el grupo o solo de unos cuantos diputados.
El pendrive de las escuchas
Los independentistas catalanes, que rechazarán acudir a la Zarzuela para transmitirle al Rey su negativa a investir a Mariano Rajoy, decidieron entregar al presidente del Gobierno en funciones un pendrive que recogía las grabaciones íntegras de la conversación entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. "Es inadmisible que el ministro haya intentado, supuestamente, crear pruebas contra la oposición catalana", confesaba Tardá mientras mostraba a la prensa un pendrive similar al que dejó en la mesa del despacho de Mariano Rajoy.