Es la viva imagen de la renovación en el Partido Popular y todos en el partido preguntan por él para darle la enhorabuena. Hace menos de un año que entró en política y ya ha vivido dos campañas, dos elecciones y un hito: con 15.965 votos (51,91% del total) se convirtió en el cabeza de lista más votado por su provincia, Ceuta. Juan Bravo, 42 años, inspector de Hacienda, reconoce a EL ESPAÑOL desde su despacho del Congreso de los Diputados que todavía no se acaba de creer todo lo que le ha pasado desde que aceptó el encargo que un día de octubre de 2015 le hizo el presidente de la ciudad, Juan Vivas, y el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull: presentarse a las elecciones para el 20D por el Partido Popular.
Bravo estudió Derecho y terminó la carrera en Jaén, donde jugó en el equipo de División de Honor de Fútbol Sala. Cuando se centró en las oposiciones en la Agencia Tributaria, en las que llegó a aprobar tres, incluyendo la de inspector, recorrió varias provincias hasta que en abril de 2012 se trasladó a Ceuta.
Era militante del PP, pero nunca había acudido a ningún mitin ni se imaginó representando a Ceuta en Madrid. Cuando le contó a su mujer la propuesta, ella le dijo que no la aceptase. Tenían muchas cosas que valorar, como el tijeretazo en su nómina de 3.500 euros mensuales si dejaba la cartera en la Agencia Tributaria. ¿Son los políticos unos privilegiados? “A mí no me lo parece. Tenemos unas necesidades para trabajar y unos medios. Yo en la Agencia Tributaria tenía más medios y mejores condiciones. Sí que es cierto que cuando haces un abuso indebido de ciertos derechos puede verse como un privilegio”.
La primera vez que vio a Rajoy
La primera vez que Juan Bravo vio a Mariano Rajoy fue hace siete meses, el 14 de noviembre en Barcelona, donde el presidente del PP presentaba a todos los números uno del PP en las 52 provincias españolas. Le pareció un tipo afable, educado, cercano.“En las distancias cortas es muy buena persona. Vino a Ceuta, y eso también ayudó a conseguir un resultado tan bueno”, se sincera. “Los vecinos le pidieron tantísimas fotografías que no pudimos hacer el paseo porque no nos dio tiempo”, le defiende.
Lo más duro de este tiempo en política han sido algunas de las descalificaciones que le han propinado durante la campaña, que la hizo puerta a puerta, calle a calle. “Hay personas que escuchan un caso de corrupción y ya meten en el saco a todos los políticos. Y no es justo. Hay personas que trabajan muchísimo por España”. Explicar a sus tres hijos de 11, 7 y 5 años por qué el rostro de su padre empapelaba todas las farolas de Ceuta y que, a partir de ahora, tenía que trabajar en Madrid, también ha sido uno de los asuntos más difíciles de resolver.
Bravo aún peca de la inocencia del novato en el Congreso de los Diputados que pisó por primera vez en la legislatura fallida. “Yo no creo que fuera una legislatura fallida. Sirvió para posicionarnos y que los ciudadanos vieran de qué pie cojea cada partido”. Sobre las nuevas conversaciones que el PP ha abierto para intentar formar gobierno, este diputado lo tiene claro: “Los políticos tienen que asimilar todo lo que está pasando. Para ponernos de acuerdo todos tenemos que hacer un acto de generosidad, el PP también. Tenemos que ser capaces de poner encima de la mesa lo que nos une y sacar al país de la situación en la que se encuentra”.
Para este inspector de Hacienda no hay ninguna ecuación parlamentaria que dé como resultado unas terceras elecciones. “No nos lo podemos permitir, los ciudadanos no lo entenderían. Yo tampoco”. Sobre las presiones constantes que Ciudadanos ha hecho para que Rajoy diera un paso al lado, Bravo lo tiene claro: Mariano Rajoy es el único candidato a la Presidencia del Gobierno que subió en votos el 26J "y nadie: ni PSOE, ni Podemos ni Ciudadanos están en disposición de exigirle que se vaya".
Como muestra de que es un político que quiere hacer las cosas de forma distinta, ha abierto una oficina parlamentaria los lunes para que los ciudadanos puedan acceder a él y contarle los problemas que tengan. “Un político representa a sus ciudadanos y nunca se debe olvidar de esa premisa”, repite una y otra vez mientras cree que dos legislaturas -sin contar la fallida- sería un período excepcional para volver a colgar el hábito de diputado y volver a ser inspector de Hacienda, su gran pasión.
Le quitó el podium a Casado
El PP aguantó el tipo en otros feudos históricos como Ávila (51,59%), aunque nadie superó el resultado de Ceuta. “Pablo Casado vino a Ceuta en campaña, y nos decía entre risas que Ávila había sido la provincia más votada el 20D. Cuando el 26J supimos que éramos los más votados, le enviamos un vídeo por WhatsApp para decirle que le habíamos quitado el podium”, recuerda sonriente.
Bravo solo tiene muestras de cariño para los vicesecretarios Casado y Javier Maroto, que visitaron Ceuta "y ayudaron a obtener el resultado que tuvimos. Porque esto ha sido el fruto del trabajo de mucha gente que ha estado al pie del cañón", termina Bravo.