El luto por el país vecino ha cubierto a la España institucional este viernes de un manto oscuro y espeso. Minutos de silencio, banderas a media asta, telegramas de condolencias y reuniones al más alto nivel entre los responsables de la seguridad del Estado. La triste liturgia ha sustituido a las negociaciones políticas más inmediatas, las destinadas a consensuar la mesa del Congreso de los Diputados para el próximo martes 19 de julio. Lo importante y lo urgente. En el triángulo madrileño del poder- Zarzuela, Moncloa y la carrera de San Jerónimo- el deseo ha sido prácticamente unánime: la “salvajada criminal” a la que se refirió Felipe VI en su tuit a la 1.39 viernes se une a la larga lista de factores internos y externos que urgen a que en España se forme Gobierno lo antes posible.
Desde la medianoche del jueves, cuando ya no quedaba duda de lo que había sucedido en Niza, la idea empezó a cobrar fuerza en la mente de los populares: la masacre en el corazón de la Costa Azul, en una ciudad que es la hermana rica y francesa de Marbella, no puede sino aumentar la presión sobre el PSOE y Ciudadanos para que faciliten la formación de un nuevo Gobierno presidido por un Mariano Rajoy dispuesto incluso a aceptar que Ciudadanos, al que no le corresponde ninguno de los ocho puestos de la mesa del Congreso, presida ese órgano de Gobierno.
Este lunes, Rajoy se dirige a la Junta Directiva Nacional del PP, donde el partido podrá tomar la temperatura al desarrollo del llamado plan B: que Cs pase de la abstención al sí, y PSOE del no a la abstención, la vía 170 (PP+Cs+CC) frente al plan A de la gran coalición inicialmente preferida por Rajoy en la noche del 26J. “Hay margen para hablar, para consensuar”, ha dicho la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros, que no descarta la investidura la primera semana de agosto.
El mundo no está para bromas
El atentando de Niza ha congelado el tablero político español este viernes hasta la semana que viene, cuando continuará con gran sigilo tras la constitución del Parlamento. La agenda de Rajoy está vacía a partir del martes, al igual que la del rey. Solo el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, le ha dado voz este viernes al pensamiento general que recorre su partido: “Hay que contar cuanto antes con un gobierno estable y con la mayor amplitud de base posible. No hay tiempo que perder porque el mundo no está para bromas”. Lo ha hecho en la escuela de verano de las Nuevas Generaciones del PP en Calanda (Teruel), donde ha recordado que la masacre en Niza se une al zarpazo económico que supuso el Brexit tres días antes del 26J.
Casado ha pedido a los partidos “altura de miras” y “luces largas” para dejar de lado las disquisiciones internas y discrepancias con el resto de las formaciones y permitir la investidura de Rajoy la primera semana de agosto, informa Efe.
A primera hora de la mañana, Rajoy ha hecho una declaración institucional en La Moncloa como hizo hace tan solo ocho meses cuando el atentado de París. “Sabemos que nadie está completamentea salvo de esta barbarie”, ha dicho Rajoy, consciente de que España, el segundo país del mundo que más turistas recibe, está incluida en la lista. “Es una amenaza global que exige una respuesta global e integral”.
Valores comunes
Los tres líderes políticos de la oposición- Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera- se han reunido en silencio en el patio del Congreso después de hablar primero con la vicepresidenta, Soraya Sánez de Santamaría, y después con el propio presidente en funciones. Los tres han mantenido la línea de unidad que representa el pacto antiyihadista, al que han acudido los nueve partidos españoles,Podemos incluido como observador. Todos han firmado una declaración de condena del terrorismo. Juntos, Sánchez, Iglesias y Rivera han hablado públicamente en la línea de lo concluido por el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours:“Estamos inmersos en una lucha común por nuestros valores, por nuestra forma de vida, la libertad, la igualdad, la fraternidad”.
Los círculos políticos y del Estado de nuestro país han constatado este viernes que España no es un país aislado en ese combate global contra el yihadismo: los principales dirigentes, concluyen, han de entender que con un Gobierno estable se lucha mejor.