Mohamed Lahouaiej Bouhlel, tunecino de 31 años, es el terrorista que embistió con un camión de 19 toneladas a centenares de personas en Niza, ha confirmado el fiscal de París, François Molins.
"Nunca antes había mostrado signos de radicalización", ha indicado Molins, quien ha explicado que el modus operandi concuerda con la forma de actuar promovida por organizaciones yihadistas. Sin embargo, a las autoridades no les consta vínculo alguno con ninguna de ellas.
El ataque de Bouhlel ha provocado, hasta el momento, la muerte de 84 personas. Aunque no figuraba en la lista de presuntos islamistas radicales, sí tenía antecedentes por delitos comunes menores.
Fue abatido por las fuerzas del orden tras atropellar a lo largo de dos kilómetros a cientos de personas presentes durante los fuegos. Poco después, se hallaron en el vehículo granadas y fusiles ficticios, así como documentos personales, como su tarjeta de crédito o su carnet de conducir.
El atacante, que poseía permiso de residencia en Francia, era originario de la ciudad de Msaken, a doce kilómetros al sur de Sousse, al noreste de Túnez, según fuentes de seguridad tunecinas citadas por la agencia Reuters.
Allí estuvo hace cuatro años, aunque las autoridades tunecinas no precisan si ésta fue la última vez que viajó a su país de origen. La misma fuente indica que el Ejecutivo de Túnez no tiene conocimiento alguno sobre opiniones radicales o islamistas del atacante que el jueves noche acabó con la vida de 84 personas.
PADRE DE TRES HIJOS
La Policía ha procedido al registro de su apartamento al norte de Niza en la mañana del viernes. Los vecinos interrogados a este respecto explican que reside allí desde hace dos años y coinciden en resaltar su discreción.
Según han recogido otros medios franceses como BFMTV, este sospechoso tiene tres hijos y ejerce la profesión de conductor-repartidor. Su exmujer está siendo interrogada por la Policía.
Los vecinos han afirmado a BFMTV que el Bouhlel estaba bajo control judicial desde que en el mes de mayo fuese condenado a seis meses de prisión por actos violentos cometidos con armas en enero de 2016, una información confirmada en la primera comparecencia del fiscal de París, en la tarde del viernes.
Estas mismas fuentes, que aseguran que el sospechoso no era practicante musulmán, sí subrayan un cambio en su personalidad durante las últimas semanas, como consecuencia de los trámites de divorcio con su actual mujer. “Parecía deprimido”, han explicado sus vecinos.
El medio local Nice Matin afirma además que "varias personas cercanas a Mohamed Lahouaiej Bouhlel están siendo escuchadas por la policía", que también habría procedido a diversos registros en el departamento. Por su parte, Le Figaro cita una fuente policial que aborda un caso de violencia por el que este sospechoso habría sido condenado hace un mes.
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