"Francia es un gran país y una gran democracia que no se dejará desestabilizar” por el terrorismo, ha asegurado el primer ministro galo, Manuel Valls, precisando que la prioridad en este momento era el acompañamiento a las víctimas del ataque de Niza y a sus familias. El primer ministro ha anunciado tres días de luto nacional hasta el lunes 18 de julio por el atentado en forma de atropello masivo que ha dejado al menos 84 muertos.
“Francia vivirá en libertad y no cederá a la amenaza terrorista”, ha continuado, precisando que “nos enfrentamos a una guerra”, un término que ya había sido utilizado después de los ataques de París en el mes de noviembre.
El presidente francés, François Hollande, presidía la mañana de este viernes un consejo de seguridad y defensa acompañado de los altos responsables en este dominio; el primer ministro Manuel Valls, el Fiscal General Jean-Jacques Urvoas, el ministro de Defensa Jean-Yves Le Drian y el jefe del estado mayor del Ejército, Pierre de Villiers. El objetivo era realizar un primer balance de la situación después del ataque que ha golpeado Niza durante la noche del 14 al 15 de julio.
Por el momento, 84 personas han perdido la vida y 18 se encuentran extremadamente graves como consecuencia del masivo atropello en el Paseo de los Ingleses de Niza, cuando los fuegos artificiales del 14 de julio acababan de finalizar.
Durante la madrugada, François Hollande ya había anunciado su intención de prolongar el estado de emergencia (que debía finalizar el 26 de julio) otros tres meses. Este régimen se había establecido después de los atentados del 13 de noviembre en París, que dejaron 130 muertos. Durante su comparecencia en la mañana de este viernes tras la reunión del consejo de seguridad y defensa, el primer ministro francés Manuel Valls ha explicado que esta prolongación del estado de emergencia se aprobará el martes 19 de julio en Consejo de Ministros, y será tratada por el Parlamento el miércoles y el jueves.
Por su parte, François Hollande ya anunció durante la madrugada el mantenimiento de un alto nivel la operación Sentinelle, que prevé el despliegue permanente de 10.000 militares suplementarios en suelo francés, activado desde el ataque terrorista que tuvo lugar en enero de 2015 en la sede del semanario satírico Charlie Hebdo.
El presidente francés también había comunicado tras el ataque en Niza su confianza en la reserva operacional, esto es, los ciudadanos que en algún momento de sus carreras han formado parte del cuerpo de efectivos de la gendarmería, con la intención de servir de apoyo al despliegue de militares y policías anunciado previamente. “Podremos desplegarles en cualquier lugar donde les necesitemos, y en particular en los controles de fronteras”, había anunciado François Hollande.
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