“Miro a mi alrededor y no veo a nadie”.
La frase, recordada este sábado por un miembro del PP, se hizo popular en los tiempos de Manuel Fraga cuando se empezó a plantear la sustitución del histórico líder conservador. Tantos años después, esas palabras vuelven a oírse en “en los despachos y en los cenáculos” del PP, que no en el Comité Ejecutivo Nacional, el órgano de gobierno del partido que se ha reunido este sábado en la calle Génova para reconfortar a Mariano Rajoy por su doble fracaso esta semana y para aclamar a Rafael Hernando por sus ataques a Albert Rivera el viernes por la noche en el Congreso. En el PP nadie está preparado aún para “accionar esa palanca”, según fuentes conocedoras del funcionamiento del partido.
El Comité reunido en la calle Génova llenó de elogios a Rajoy, y así se encargaron de transmitirlo los portavoces oficiales. Desde la “emoción” que dijo sentir Teófila Martínez, la ex alcaldesa de Cádiz, hasta el “orgullo” manifestado por Cristina Cifuentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid. “Has sabido conectar con la opinión pública”, le espetó el hisórico Luis de Grandes, que ya estaba sentado en el Congreso de los Diputados cuando entró Tejero el 23-F. Así resumió la número dos de Rajoy en el partido, María Dolores de Cospedal, lo ocurrido en el cónclave: “Apoyo rotundo”.
“No es en el órgano de gobierno donde se organizan las revueltas de este partido, sino en los despachos y en las provincias”, explican esas fuentes conocedoras del funcionamiento del PP. El Comité Ejecutivo Nacional, formado por 90 personas, es en teoría el segundo escalón de mando del PP. Perp en al práctica las decisiones no se toman ahí, “ni siquiera en el comité de dirección” (formado por Rajoy y otras 10 personas) porque “siempre se cuenta todo”. Pero el Comité tiene un valor testimonial alto. Rajoy lo convocó urgentemente cuando el avión especial ya esperaba a pie de pista en Torrejón de Ardoz para llevarlo a China para evitar cualquier posibilidad de “hemorragia de poder” tras el fracaso de esta semana: el rechazo del Congreso, no por esperado, representa un gran “daño reputacional” de Rajoy y también para la democracia española, según las mismas fuentes.
HERNANDO, ACLAMADO
La unidad completa y sin fisuras escenificada en torno a Rajoy llegó a su cénit con el gran aplauso que recibió Hernando, portavoz parlamentario desde la X legislatura. Hernando, que tiene a sus espaldas 30 años de experiencia política, la emprendió contra Rivera después de que el líder naranja sorprendiera a los populares al anunciar la caducidad de su pacto y la necesidad de encontrar un “candidato viable” del PP. "Intentó humillarnos y se pasó", concluyen en el entorno del portavoz, al que Ciudadanos acusó luego de haberlos "malinterpretado".
Esta crítica popular respecto a la actuación de Rivera es unánime. Todas las fuentes consultadas han calificado de “infantil” la decisión del líder de Ciudadanos. “Cuando se ataca así a un presidente del Gobierno desde la tribuna hay que estar preparado para recibir un coscorrón”, señala un miembro del Comité que añade: “En el partido se le tenían muchas ganas a Rivera después de la bajada de pantalones con las seis condiciones”. “No valen esos pellizcos de monja”, añade otro miembro del PP.
Al empezar la reunión, pareció que la puerta giratoria de José Manuel Soria iba a emponzoñar el ambiente. Fue el viernes por la noche cuando se conoció la decisión del Gobierno de proponer para el Banco Mundial al ex ministro que tuvo que dimitir hace cuatro meses cuando El Mundo desveló que su nombre aparecía en una cuenta en un paraíso fiscal. “No me apriete”, dijo Juan Vicente Herrera, presidente de Castilla y León, al describir su opinión sobre Soria como “manifiestamente mejorable”. Su número dos, Rosa Valdeón, le precedió en Twitter. Pero ahí quedó la cosa.
SORIA, INOPORTUNO
Dentro del Comité, nadie lo mencionó. Cospedal lo defendió porque Soria es técnico comercial y economista del Estado y tiene derecho a volver a su carrera. Alvaro Nadal, mano derecha de Rajoy en La Moncloa y también técnico comercial, explicó a sus compañeros del Comité que Soria cumple con creces los criterios necesarios para ocupar el puesto. No obstante, de forma anónima, un miembro del PP explicó así el sentimiento generalizado: “El momento es inoportuno, tanto como las elecciones el 25 de diciembre”.
Porque ésa es la opinión más potente que se ha instalado en el PP: habrá terceras elecciones, y Rajoy volverá a ser el candidato. El presidente en funciones reconoció ante el Comité que la situación es “difícil”, como lo será también en el futuro si logran gobernar. Pero concluyó así: “Defenderemos nuestro derecho a formar Gobierno”.