El Congreso de los Diputados se ha convertido este lunes en un campo de batalla política en el que se libra una guerra de atribuciones entre el Gobierno y la Cámara que aleja aún más la posibilidad de acuerdo entre los partidos para una nueva investidura. José Manuel Villegas, el número dos de Ciudadanos, ha acusado al Ejecutivo de Rajoy de “estar en rebeldía” porque se niega a permitir que el ministro Luis de Guindos acuda al Pleno del Parlamento para dar explicaciones por el nombramiento a dedo de José Manuel Soria para el Banco Mundial.
Al mismo tiempo, Rajoy ha reafirmado ante los suyos su propia lucha por revalidar la presidencia del Gobierno que se le resiste desde hace nueve meses. En medio del ir y venir de los políticos no han faltado tintes surrealistas. Villegas ha lanzado su ataque al Gobierno apenas cinco minutos después de que Rajoy alabara el pacto PP-Cs por su "valor político indiscutible". "Con él podemos gobernar España durante 4 años", ha dicho Rajoy a sus diputados, a los que ha reunido en la carrera de San Jerónimo apenas una semana después de convocar al Comité Ejecutivo Nacional en la calle Génova.
Ha variado el escenario elegido este lunes por Rajoy, pero el contenido del encuentro ha sido muy parecido, casi idéntico al que hace siempre. El mismo análisis sobre lo sucedido desde las elecciones del 26-J y lo mismo sobre sus planes de futuro: "Hicimos lo que tuvimos que hacer. Si tuviera que repetir decisiones las repetiría. Hoy el señor Sánchez carece de cualquier argumento para justificar el bloqueo al que está sometiendo a toda la nación". Similar ha sido también la cadencia de los aplausos de su grupo parlamentario, donde no se mueve una hoja. Ni una palabra sobre Cataluña, la comparecencia de Guindos o el caso Soria.
“Lo que estamos haciendo es lo que nos piden las personas que no dieron sus votos. Yo desde luego lo voy a hacer: defender a aquellas personas que nos apoyaron y los intereses generales de todos los españoles”, ha leído Rajoy, que ha remarcado la diferencia de escaños que separa al PP del PSOE (52, el número más alto desde 1977, según sus cálculos).
Nuevo ataque a Sánchez
La novedad de la intervención ha sido el ataque redoblado a Sánchez, al que ha acusado de perjudicar a la economía española: “Vivimos una situación excepcional. Y los gobernantes, o los que aspiran a hacerlo, tienen que dar salida a las aspiraciones de los ciudadanos. España no puede vivir en funciones de una manera indefinida […] Ya hay algunos indicadores que no son tan positivos. Me preocupa el coste del no Gobierno. Todo esto acabará creándole problemas a todos los españoles […] Tenemos por delante las consecuencias del Brexit y la incertidumbre que se está creando en España por la actitud obstruccionista del señor Sánchez”.
También ha informado de los estudios jurídicos que está llevando a a cabo su Gobierno para “minimizar las consecuencias del obstruccionismo” del líder del PSOE. “No tiene ningún sentido que Sánchez no deje ni haga”, se ha quejado Rajoy, para lo que pasa en España- unas terceras elecciones-, ya que no es propio de un “país civilizado”.
Al tiempo que Rajoy se quejaba ante los suyos del “riesgo reputacional” de España, PSOE, Podemos y Ciudadanos echaban en cara al PP el “flaco favor” que está haciendo “a la imagen del Gobierno, del Congreso y de la presidenta”, no permitir que Guindos comparezca en Plano, en palabras de Villegas. En estudio está la reprobación a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, más parecida a una “delegada del Gobierno”, según Antonio Hernando (PSOE) que a una presidenta de una de las principales instituciones del Estado.
La guerra continúa.