El PNV ha comenzado ya a despejar el camino para la formación del segundo gobierno vasco liderado por Íñigo Urkullu. Tras una primera ronda de contactos mantenida con todos los partidos que el 25-S obtuvieron representación en el Parlamento Vasco, ahora “centrará sus esfuerzos” en explorar acuerdos de gobernabilidad con el PSE- EE y con EH Bildu, según ha expuesto su presidente, Andoni Ortuzar.
Ahora bien, el entendimiento con la coalición abertzale liderada por Arnaldo Otegi queda supeditado a un encuentro previo en materia de paz y convivencia, a la difícil premisa inalcanzada hasta ahora de que ambas formaciones alcancen un “diagnóstico común” sobre la violencia de ETA y sus consecuencias. Una condición que inclina la balanza hacia el lado socialista.
Las previsiones del PNV son cerrar las negociaciones en mes y medio y que el debate de investidura de Urkullu tenga lugar en la segunda quincena de noviembre. Hasta entonces las conversaciones con el resto de partidos se desarrollarán en dos ámbitos diferentes: el de la búsqueda de acuerdos estructurales que garanticen la gobernabilidad del país y concedan estabilidad institucional al Ejecutivo y la persecución de acuerdos puntuales en materias concretas consideradas de importancia para el país.
Para “dotar a Euskadi de un Gobierno fuerte y abierto con certidumbres legislativas y presupuestarias”, el PNV mira únicamente al PSE- EE y a EH Bildu, después de que Elkarrekin Podemos y el PP mostraran su intención de ejercer de oposición en los contactos celebrados durante los últimos días.
Ortuzar, que ha comparecido este miércoles en Sabin Etxea, ha hecho balance de las reuniones mantenidas tras las elecciones, en las que los socialistas expusieron su “nítida predisposición a dar estabilidad a las instituciones vascas”. Mientras que el “clima constructivo” del encuentro con EH Bildu bien pudiera ser “un punto de inflexión” para acabar con la “desconfianza” que tradicionalmente ha presidido las relaciones entre el PNV y la coalición abertzale, según ha expresado el presidente del PNV.
DIFICULTADES PARA LOS PACTOS
La entente con los socialistas resulta a priori más sencilla. El PNV gobierna en coalición con ellos en las tres Diputaciones forales, los ayuntamientos de las capitales vascas y otra veintena de consistorios, como ha recordado Ortuzar poniéndolo en valor. Además durante la última legislatura firmó un pacto anticrisis y de reactivación económica con el PSE-EE que le permitió sacar los presupuestos adelante y gobernar con cierta holgura pese a su minoría parlamentaria.
Entonces ambos partidos sumaban mayoría absoluta; ahora no. El escrutinio definitivo de las urnas ha dejado al PNV con un escaño menos de los inicialmente adjudicados y sus 28 escaños más los 9 del PSE-EE se quedan a uno de los 38 necesarios. Un inconveniente aritmético que no lo es tanto desde el punto de vista político, ya que, según ha recordado Ortuzar, EH Bildu (18 escaños) y Podemos (11) necesitarían sumar los nueve parlamentarios del PP, -en las antípodas de ambas formaciones-, para superarles en votos.
El principal desencuentro entre PNV y PSE-EE se produce en materia de autogobierno, ya que los socialistas no comparten el proyecto de nuevo Estatuto de los peneuvistas ni están dispuestos a acompañarles en su hoja de ruta. Discrepancias que ha definido Ortuzar como “zonas grises” ya conocidas , -y por tanto asumidas-, que les van a obligar a “un profundo ejercicio de diálogo en el futuro”.
Todo lo contrario sucede con EH Bildu, que respalda los pasos de negociación con el Estado planteados por Urkullu para lograr más autogobierno pese a estar convencido de la imposibilidad de consensuar un proyecto entre Madrid y Vitoria.
Las diferencias con la coalición abertzale radican en la posición mantenida sobre la violencia, que ha frustrado la obtención en el Parlamento Vasco de un acuerdo de mínimos, al negarse EH Bildu a aceptar el “suelo ético” consensuado por el resto de los partidos en torno al reconocimiento del daño injusto causado por ETA y la aseveración de que “matar estuvo mal”
Ortuzar ha insistido en que realizar un “diagnóstico común” y “llamar a las cosas por su nombre” en la etapa post-ETA es una premisa previa para alcanzar acuerdos con la coalición abertzale en otros ámbitos, como el autogobierno o las cuestiones económico-sociales, ya que el PNV estima imprescindible cerrar “la página” de la violencia de la banda terrorista y sus consecuencias a lo largo de esta legislatura .
ACUERDO A TRES BANDAS
La forma de abordar una segunda ronda de contactos con el PSE-EE y EH Bildu es, por tanto, diferente y las materias encima de la mesa, distintas.
Ortuzar ha asegurado que “no hay líneas rojas” y que el PNV busca acuerdos “lo más amplios posibles” y no eventuales socios para pactar con ellos por separado y en función de los temas. De ahí que no haya descartado una entente a tres bandas, sin precisar su alcance, aunque de nuevo ha incidido en la importancia de los pasos que esté dispuesta a dar la coalición abertzale para encarar el proceso del fin de la violencia.
“Las tres fuerzas políticas podemos compartir muchas cosas . En el caso de EH Bildu necesitamos ver que la buena música que pusieron el otro día en la reunión, de disponibilidad y apertura a hablar de todo, se acompaña luego con una buena letra. Si eso fuera así podemos llegar a entendimientos, creo que sin ningún problema, las tres formaciones”, ha manifestado el presidente del PNV.
La segunda ronda de contactos que iniciará ahora el PNV incluirá también a Elkarrekin Podemos y al PP, aunque la gobernabilidad del país queda excluido del ámbito de encuentro con ambas formaciones que se han situado claramente en la oposición y con las que el partido de Ortuzar proyecta en todo caso acuerdos puntuales, de otro nivel.
El PNV ha distribuido al conjunto de las formaciones una propuesta sobre diez ejes de actuación y está a la espera de su contestación para ver el recorrido de esos grandes pactos de país con los que persigue involucrar a todas las fuerzas políticas. De Podemos ha destacado su predisposición a sumarse a consensos sobre autogobierno y pacificación. Respecto al PP, ha reconocido que se necesita “tiempo” para reconstruir los “puentes” rotos entre su formación y la de Alfonso Alonso.
En esas conversaciones se abordará también la próxima constitución del Parlamento Vasco y el reparto de sus órganos de Gobierno, presidencia y Mesa, así como de los nombramientos que dependen de la Cámara.
Finalmente, Ortuzar ha desvinculado una vez más al PNV de la solución al bloqueo de la política institucional española . Ha dicho que la abstención a la investidura de Mariano Rajoy no ha estado sobre la mesa de sus conversaciones con el PP vasco y ha asegurado que tampoco la Gestora que ha tomado las riendas del PSOE se ha puesto en contacto con su partido.